Revelan chats y testimonio clasificado contra estadounidense que explotó sexualmente a menor de edad en Medellín: “¿Cuánto me vas a pagar?"

La investigación reveló giros de dinero a tratantes, conversaciones de Whatsapp en las que negociaba pagos de hasta doscientos mil pesos y fotografías tomadas en su apartamento en la capital antioqueña

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Michael Jaime Inofuentes fue arrestado
Michael Jaime Inofuentes fue arrestado en el aeropuerto Dulles, en Virginia, tras ser vinculado con delitos de explotación sexual de menores en Medellín - crédito Distrito de Virginia y Federico Gutiérrez/X

El proceso judicial contra Michael Jaime Inofuentes, ciudadano estadounidense residente en Colombia, ha puesto en primer plano la problemática de la explotación sexual comercial de menores en Medellín y la respuesta de las autoridades locales e internacionales frente a este fenómeno.

Inofuentes fue arrestado el 4 de noviembre de 2024 en el Aeropuerto Internacional Dulles, en Virginia, tras una investigación federal que lo vinculó con delitos sexuales cometidos en el extranjero.

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El caso fue liderado por la agente especial Samantha J. Fisher, de Homeland Security Investigations (HSI), quien presentó ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia una declaración jurada que detallaba los hallazgos de meses de pesquisas.

Según el expediente, el punto de partida fueron varias transferencias de dinero que el acusado realizó a un presunto tratante de menores en Colombia.

El rastro de las transferencias

Los registros de Western Union revelaron que en octubre de 2023 Inofuentes envió cinco giros a Colombia, con montos que oscilaron entre USD 13 ($53.300 COP) y USD 47 ($192.700 COP).

La información alertó a los investigadores, que empezaron a seguir sus viajes frecuentes a Medellín. El 1 de noviembre de 2024, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y de HSI lo sometieron a una inspección secundaria tras arribar al aeropuerto de Miami procedente de Medellín.

Durante la revisión le incautaron un iPhone 14 y un Samsung Galaxy Z Fold 6. El análisis manual del primero permitió descubrir conversaciones de Whatsapp con una persona registrada como “[MV1] 2024”, que abarcaban desde el 26 de febrero hasta el 14 de abril de 2024.

En ellas, la menor dejó claro que era adolescente: “Porque soy menor de edad no puedo comprar un boleto”, escribió el 24 de marzo. A lo que Inofuentes contestó: “¿Es peligroso?”

“¿No quieres trabajar?"

En los mensajes se evidenciaron negociaciones para encuentros sexuales. El 26 de marzo de 2024, Inofuentes propuso: “100.000-200.000”, preguntando si era suficiente dinero. Al día siguiente insistió: “¿No quieres trabajar?”.

La menor respondió afirmativamente y pidió claridad: “Dime cuánto me vas a pagar, sé claro”. El acusado replicó: “Por sexo y eyaculación”. Cuando ella señaló que “80.000 no es suficiente”, Inofuentes coincidió: “Obviamente no es suficiente”.

Chats de WhatsApp en los
Chats de WhatsApp en los que Michael Jaime Inofuentes negocia con una menor pagos por encuentros sexuales en Medellín - crédito Distrito de Virginia

La identidad y edad de MV1 se confirmaron gracias al número de cédula que la joven compartió por WhatsApp. Una verificación en bases oficiales colombianas estableció que tenía 16 años en el momento de los hechos. Según la agente Fisher, la calle San Diego en Medellín es conocida como un punto de explotación sexual de menores víctimas de trata.

Antecedentes en Medellín

En los últimos dos años, la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá ha registrado 26 capturas en Medellín por explotación sexual comercial de menores, 14 de ellas de ciudadanos extranjeros.

Las denuncias por este tipo de delitos se incrementaron en un 160 % en el último periodo.

Autoridades locales explican que el delito se configura cuando hay un pago económico o en especie, incluso si no se concreta el encuentro: con la sola promesa de pago ya se materializa la conducta punible.

Inofuentes podría ser padre de una de sus víctimas

En la entrevista con agentes en Miami, Inofuentes reconoció ser estadounidense, nacido en Nueva York y residente en Virginia, pero con estrechos vínculos en Medellín: llevaba tres años alquilando un apartamento, tenía dos hijos allí y participaba en un grupo de mariachis.

Inicialmente negó haber tenido relaciones sexuales con MV1, pero luego admitió la relación y dijo que la joven estaba embarazada, aceptando la posibilidad de ser el padre.

Confrontado con una foto hallada en su teléfono —donde se veía a una menor en una cama con un peluche—, aceptó que era MV1 y que la imagen fue tomada en su apartamento en Medellín.

Michael J. Inofuentes enfrenta una
Michael J. Inofuentes enfrenta una pena mínima obligatoria de 10 años y hasta cadena perpetua - crédito Camila Díaz / Colprensa y @FicoGutierrez/X

Sin embargo, alegó que las conversaciones sobre dinero correspondían al pago de facturas de la joven y no a encuentros sexuales. También admitió haber tenido un hijo con una mujer a la que embarazó cuando ella tenía 17 años y él ya era adulto.

El arresto definitivo

Pese a que fue dejado en libertad tras la primera inspección, sus dispositivos quedaron bajo custodia de HSI. Tres días después, el 4 de noviembre de 2024, intentó abordar un vuelo de Avianca desde Dulles hacia Medellín.

Fue interceptado en el puente de embarque por agentes de HSI y CBP, quienes le incautaron un Galaxy Note II, un iPad y un teléfono ZTE. En el interrogatorio reiteró que se sentía atraído por mujeres jóvenes. Allí mismo fue arrestado y trasladado al Centro de Detención de Adultos de Alexandria.

El análisis de los dispositivos incautados fue decisivo. En ellos se hallaron más conversaciones con MV1 sobre traslados, pagos y encuentros sexuales, con montos que iban de 80.000 a 200.000 pesos.

Condena en Estados Unidos

El jurado del Distrito Este de Virginia declaró culpable a Inofuentes el 12 de septiembre de 2025, tras casi un año de investigación. Los cargos: tráfico sexual de una menor y conducta sexual ilícita en el extranjero.

La condena mínima que enfrenta es de 10 años de prisión, pero podría llegar a cadena perpetua. La sentencia definitiva se conocerá en enero de 2026.