El Ministerio de Hacienda implementó arriesgada estrategia para enfrentar la presión fiscal: de qué se trata

El uso de créditos a tasas bajas y operaciones con bancos internacionales permite al Estado recomprar bonos con descuento, aunque analistas advierten sobre riesgos cambiarios y de refinanciación

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El Ministerio de Hacienda de
El Ministerio de Hacienda de Colombia implementa una estrategia financiera innovadora para enfrentar la presión fiscal y mejorar la liquidez estatal - crédito Luis Jaime Acosta/Reuters

El Ministerio de Hacienda optó por una estrategia financiera poco convencional para enfrentar la presión sobre las finanzas públicas y mejorar la liquidez del Estado.

En el centro de esta maniobra se encuentra el uso de préstamos en francos suizos y la ejecución de operaciones de canje y recompra de deuda, con el objetivo de reducir el costo de los intereses y extender los plazos de pago, en un contexto donde las vías tradicionales de financiamiento se han visto restringidas.

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La operación más destacada de este plan se concretó el 19 de septiembre, cuando el equipo liderado por Javier Cuéllar, director de Crédito Público, realizó el sexto canje de deuda con los Creadores de Mercado por $18,4 billones, la mayor operación de este tipo en la historia del país.

El mecanismo consistió en intercambiar Títulos de Tesorería (TES) con vencimientos entre 2027 y 2035 por otros con plazos más extensos, hasta 2031 y 2062. La demanda superó las expectativas y alcanzó $20,1 billones.

Como resultado, la deuda pública se redujo en $2,5 billones y se alivió el calendario de pagos, lo que, según el Ministerio de Hacienda, disminuirá la presión fiscal en 2025.

El Gobierno nacional recurrió a
El Gobierno nacional recurrió a préstamos en francos suizos y canjes de deuda para reducir intereses y extender plazos de pago - crédito @MinHacienda/X

Sin embargo, la estrategia no se limita a los canjes. El Ministerio también recurrió al llamado carry trade, una táctica que implica tomar préstamos a tasas bajas para invertir en instrumentos de deuda que ofrecen mayores rendimientos.

En este caso, el Gobierno obtuvo un crédito de corto plazo en francos suizos, aprovechando las tasas de interés excepcionalmente bajas de ese país, y utilizó esos fondos para adquirir TES y bonos globales que actualmente se negocian con descuentos superiores al 30%.

Durante los próximos 12 meses, el pago de este crédito se realizará mediante nuevas emisiones de bonos en euros y en pesos colombianos.

El Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp) reveló que en 2025 el Gobierno necesitará $56,6 billones adicionales de financiamiento respecto a lo previsto inicialmente, una cifra equivalente a tres reformas tributarias.

De ese monto, solo una cuarta parte ($14,7 billones) provendrá de nuevos créditos o emisiones de deuda, mientras que la mayor parte ($42,7 billones) se obtendrá a través de operaciones de tesorería.

Esto representa un cambio significativo, ya que este año estas operaciones cubrirán el 21% del financiamiento del Gobierno, frente a un promedio del 3% en la última década. Esta transformación refleja las dificultades para acceder a financiamiento tradicional: los inversionistas locales han alcanzado su límite de compra de TES y los extranjeros han reducido su participación en más de 10 puntos porcentuales en los últimos tres años.

La elección de los francos suizos como fuente de financiamiento responde a la prioridad de reducir el costo de la deuda, en lugar de extender su vida media. Desde mediados de junio, la dirección de Crédito Público ha estado comprando bonos del Tesoro de Estados Unidos, TES y bonos globales con descuentos superiores al 30%.

A finales de julio, el Ministerio anunció la mayor operación de manejo de deuda interna de la historia, utilizando fondos administrados por un valor cercano a $21 billones, y comunicó su intención de recomprar hasta 2.000 millones de dólares en títulos en dólares con vencimientos entre 2030 y 2061.

El siguiente paso fue la firma de un Total Return Swap (TRS) con bancos internacionales a un año, mediante el cual Colombia obtuvo un crédito en francos suizos equivalente a 10.000 millones de dólares, con tasas de interés entre 1,0% y 1,5%.

El carry trade y el
El carry trade y el uso de francos suizos permiten al Gobierno adquirir TES y bonos globales con descuentos superiores al 30% - crédito @MinHacienda/X

Los títulos adquiridos previamente se entregaron como garantía y se emitieron TCOs (títulos de corto plazo) para cubrir el descuento aplicado a los papeles entregados como colateral en el TRS. Este mecanismo permite recomprar parte de la deuda externa y reducir la exposición en los mercados, a cambio de pagar un rendimiento a los bancos, que actúan como prestamistas puente.

La liquidez obtenida en dólares se destinará a la compra de más TES y bonos globales con descuento, que también podrán utilizarse como garantía. Durante los 12 meses de vigencia del TRS, la Nación emitirá nuevos bonos, principalmente en euros y pesos colombianos, para cancelar las obligaciones del contrato. El proceso de canje deberá completarse a más tardar en agosto de 2026.

Desde Anif explicaron que la preferencia por los francos suizos se debe a sus tasas bajas: “La tasa de referencia del Banco Central Suizo es actualmente de cero, y los bonos de dicho gobierno a 10 años se encuentran en una tasa de 0,42%. Suiza, en contravía de muchas economías, enfrenta un eventual escenario de deflación, no de persistente inflación como Colombia, y en medio de mercados financieros volátiles y alterados por los anuncios de EE. UU., Suiza refuerza su estatus de país refugio”.

Felipe Campos, gerente de Inversión y Estrategia en Alianza Valores y Fiduciaria, detalló, en declaraciones a El Colombiano, que la operación se ejecutó de dos formas: “En una parte, los bancos internacionales compraron directamente los bonos en dólares y los guardaron ellos, mientras Colombia les paga el costo del dinero, pero los títulos siguen siendo de la Nación. En otra parte, sí se hizo un préstamo: los bancos giraron el dinero y Colombia podrá decidir cómo usar esos recursos”.

El carácter arriesgado de la estrategia ha generado debate entre los analistas. Gregorio Gandini, fundador de Gandini Análisis, advirtió sobre los riesgos cambiarios: “El primero sigue siendo cambiario, ya que los flujos vendrían en dólares a pesar de haberse negociado en francos, y si bien en este momento la tasa de cambio se ha apreciado, en parte ante la expectativa de esa monetización. A la hora de tener que salir los recursos de nuevo no es claro si ante el nivel de incertidumbre externa esa relación se pueda mantener”, dijo a El Colombiano.

Colombia firma un Total Return
Colombia firma un Total Return Swap por USD10.000 millones con bancos internacionales a tasas entre 1,0% y 1,5% - crédito Kim Hong-Ji/Reuters

Añadió que el Gobierno también está emitiendo en dólares y euros para garantizar la operación, y que una señal de falta de control del gasto podría reducir el interés por estos títulos ante el deterioro fiscal.

Julio César Romero, economista jefe de Corficolombiana, señaló que este tipo de estrategias es habitual entre fondos de cobertura que buscan aprovechar condiciones transitorias del mercado, pero en el caso de Colombia surge de la dificultad para financiarse por vías tradicionales en medio de una crisis fiscal que se agravará este año y el próximo.

“Esta estrategia, usada también por otros países emergentes con fuertes presiones fiscales, busca aprovechar la diferencia de tasas de interés entre Colombia y Suiza y reducir el costo de la deuda del Gobierno, asumiendo mayores riesgos de refinanciación, de tipo de cambio y de tasas de interés”, comentó.

Aunque reconoció el objetivo de reducir los costos financieros y diversificar las fuentes de financiamiento, advirtió que la operación puede afectar la formación de precios y empeorar la situación fiscal si permite un aumento del gasto en 2025 y 2026.

Los analistas coincidieron en que los ahorros de intereses y deuda generados por esta operación deberían destinarse a aliviar la presión fiscal, en lugar de incrementar el gasto público.

Por el momento, la expectativa es que esta estrategia proporcione al Ministerio de Hacienda el margen necesario para diseñar un plan de ajuste fiscal creíble, recuperar la confianza en la gestión de las finanzas públicas y reducir, de manera estructural, la prima de riesgo y las tasas de interés.