Salario mínimo de 2026: aumento que busca el Gobierno Petro podría ser “engañoso” para los colombianos, esta es la razón

El cruce de reformas y ajustes plantea desafíos para el control de la inflación y la formalidad laboral en el país

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En la actualidad, el salario
En la actualidad, el salario mínimo es de $1.423.500 y lo devengan más de tres millones de trabajadores - crédito Jaime Saldarriaga/Reuters

El exministro de Justicia Wilson Ruiz encendió el debate nacional sobre el aumento del salario mínimo en Colombia para 2026. Por medio de X, tras analizar un informe de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, rechazó lo que busca el Gobierno Petro para el sueldo básico de millones de trabajadores en el país. En la red social apuntó que “el incremento desmedido que pretende este desgobierno con el salario mínimo es puro populismo”

Y es que la subida que buscaría el Gobierno en la concertación sería superior al 11%, lo que no sería una buena idea para la economía del país. Por eso, el exfuncionario señaló que “mejorar el poder adquisitivo a corto plazo es engañoso: solo terminará aumentando la inflación y encareciendo la vida”.

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Ruiz, crítico de la política económica del Gobierno Petro, también instó a que “Gustavo Petro deje de empujar su reforma tributaria, que solo traerá miseria”. Esto, en medio de la discusión sobre el salario mínimo se cruza con la presión por nuevas reformas y el ambiente electoral.

Wilson Ruiz, exministro de Justicia,
Wilson Ruiz, exministro de Justicia, dice que el aumento del salario mínimo que busca el Gobierno Petro es engañoso - crédito @WilsonRuizO/X

Las advertencias del exministro surgen en medio de un proceso legal y político que cada año define el salario mínimo en Colombia. La Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, compuesta por representantes del Gobierno, empleadores y trabajadores, inicia las negociaciones en diciembre. Si no se alcanza un acuerdo antes del 15 de ese mes, la decisión recae en el Ejecutivo, que debe considerar criterios como la inflación proyectada, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), la productividad y los aportes de sindicatos y gremios. Este procedimiento está regulado por la Ley 278 de 1996 y el Código Sustantivo del Trabajo.

Qué dice el informe del Banco de Bogotá

El informe del equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá proyecta un posible incremento del salario mínimo legal vigente (smlv) para 2026 hasta los $1.600.000, lo que representaría un aumento de 12,4% respecto al valor actual de $1.423.500. Este ajuste implicaría un crecimiento real superior al 7%, el más alto en cuatro décadas. El informe advierte que, aunque la medida podría fortalecer el poder adquisitivo de los hogares en el corto plazo, existen riesgos de que presione al alza la inflación y afecte la estabilidad económica en el mediano y largo plazo.

Las posiciones frente al aumento no son unánimes. El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco), Jaime Cabal, sostuvo que “un aumento desmedido e irresponsable del salario mínimo, sumado a una reforma laboral nefasta e inoportuna, tendría efectos devastadores sobre los precios y la inflación. También en el mediano plazo, sobre el empleo”.

El salario mínimo tendría un
El salario mínimo tendría un aumento real del 7,4% en el último año de Gustavo Petro como presidente - crédito Banco de Bogotá

Por su parte, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, defendió la política de incrementos, argumentando que “los aumentos elevados del salario mínimo no tuvieron efectos negativos sobre el empleo ni sobre la inflación”. Sin embargo, el análisis del Banco de Bogotá contradice esta visión y señala que “la información observada en 2025 revela todo lo contrario”.

Factores que elevaron los costos laborales

El informe económico identifica tres factores principales que elevaron los costos laborales y, en consecuencia, la inflación de los servicios intensivos en mano de obra:

  • Altos ajustes del salario mínimo,
  • Reducción de la jornada laboral.
  • Entrada en vigor de la reforma laboral.

Sectores como la alimentación fuera del hogar, peluquerías, guarderías, recreación, cultura, trabajo doméstico y administración de copropiedades experimentaron un freno en la tendencia bajista de la inflación durante 2025, debido a la presión de los mayores costos laborales.

En cuanto al impacto en la inflación y el empleo, el Banco de la República documentó que los altos ajustes del salario mínimo contribuyeron al aumento de la informalidad laboral, que alcanzó el 55,0% en julio de 2025, según el Dane. Además, la inflación de servicios —sin incluir arriendos— dificultó la convergencia al rango meta del Banco de la República, situado entre 2% y 4%. El informe prevé que la inflación de servicios se mantendrá por encima de ese rango si el ajuste salarial es elevado.

La Comisión Permanente de Concertación
La Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales de Colombia se reunió el 15 de septiembre - crédito Ministerio del Trabajo

Proyecciones económicas

Las proyecciones económicas del Banco de Bogotá indican que:

  • Si el aumento del salario mínimo para 2026 es de 9,5%, la inflación cerraría en 4,1%.
  • Si el ajuste alcanza 12,4%, la inflación subiría a 4,7%, superando la meta del banco central.

A esto se sumaría el posible impacto inflacionario de la reforma tributaria, lo que llevaría la inflación por encima del 5% por sexto año consecutivo.

El contexto político añade presión al debate. La experiencia de los últimos cuatro gobiernos muestra que el mayor aumento real del salario mínimo suele producirse en el año final de cada administración. En el gobierno anterior, el ajuste real del último año duplicó el promedio de los tres años previos. Ahora, la proximidad de las elecciones presidenciales de 2026 y la posibilidad de una nueva reforma tributaria refuerzan la tendencia a decretar incrementos notables.

Frente a este panorama, el informe económico advierte que, aunque un aumento considerable del salario mínimo podría mejorar el poder adquisitivo de los hogares en el corto plazo, los riesgos de una mayor presión inflacionaria y sus efectos en la economía persisten en el horizonte.