Guillermo Díaz Salamanca recordó uno de los episodios más impactantes que vivió: “Me tocó ponerle cremallera a la boca”

El humorista recordó el episodio que lo obligó a callar en plena transmisión y cómo esa experiencia transformó su manera de hacer radio y sátira política

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Guillermo Díaz Salamanca recuerda el histórico silencio nacional tras la confesión sobre Samper en La Luciérnaga - crédito Desnúdate con Eva

Durante su paso por el programa Desnúdate con Eva, Guillermo Díaz Salamanca, apodado “el hombre de las mil voces”, rememoró uno de los episodios más impactantes que vivió mientras trabajaba en el reconocido espacio radial La Luciérnaga. Allí, Díaz Salamanca fue testigo directo de un momento que, según él, “marcó el mayor silencio en la nación”, cuando el entonces ministro Londoño confirmó en plena transmisión que el presidente de la época, Ernesto Samper, estaba al tanto de los hechos que conmocionaron al país.

“Estábamos en La Luciérnaga, en un momento muy, muy importante de La Luciérnaga, y Yamid Amad le pregunta al ministro Londoño: ‘¿El presidente sabía?’. Y dice Londoño: ‘El presidente sabía’”, relató. Para Díaz Salamanca, “ese fue el instante de mayor silencio en esta nación, que un ministro diga: ‘Sí, el presidente sabía lo que estaba pasando’”.

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En su charla también abordó
En su charla también abordó un tema que refleja muy bien la transformación de los medios de comunicación en Colombia y la manera en que el humor debió adaptarse a esa dinámica - crédito X

El comediante y locutor confesó que, ante el peso de esa confesión pública, surgieron preocupaciones sobre cómo proceder en la esfera mediática. Al día siguiente, sin contar con experiencia previa para afrontar una situación de tal magnitud, recurrió a uno de los empresarios más influyentes del país. “Entonces, yo al otro día comienzo a decir: ‘¿Esto cómo se maneja? A mí nunca me ha pasado una cosa de esas. ¿Cómo se hace?’ Me tocó llamar a don Augusto López Valencia, que era el presidente de Bavaria, a llamar y preguntarle: ‘Doctor Augusto López, sáqueme de una duda. ¿Esto cómo se maneja?’”, contó durante la conversación.

La respuesta de López Valencia fue tajante y lo marcó profundamente: “Me dijo: ‘Hay una institución que se llama la Presidencia de la República y esa institución se respeta’. Listo, hasta luego. ¿Entendido?”, compartió Díaz Salamanca, resaltando el consejo sobre la distinción entre la figura personal del mandatario y la importancia de la institución presidencial.

El humorista recalcó: “O sea, una cosa es Ernesto Samper como ser humano, como hombre que en ese momento manejaba el país y otra cosa es esa institución. Queda claro, difícil, pero hubo que manejarlo”.

Seguir adelante a partir de ese momento exigió prudencia y cautela en el manejo del humor político. Díaz Salamanca admitió que, tras aquel episodio, la autocensura fue indispensable para navegar en un contexto mediático tan sensible. “No, claro, ponerle cremallera a la boca...”, expresó, aludiendo a la importancia de medir las palabras y evitar caer en un lenguaje que pudiera poner en entredicho a las instituciones nacionales.

El locutor revela cómo la
El locutor revela cómo la confesión de Londoño marcó un antes y un después en el periodismo colombiano - crédito Desnúdate con Eva

Con el tiempo, añadió, la tensión fue cediendo paso a un ambiente donde el tema se trataba con mayor relajación, aunque recordó que la responsabilidad y el respeto por los límites seguían presentes. “Y ya después se volvió relajo”, reflexionó, señalando la transformación de la coyuntura inicial en materia de conversación cotidiana y menos solemne.

En su charla también abordó un tema que refleja muy bien la transformación de los medios de comunicación en Colombia y la manera en que el humor debió adaptarse a esa dinámica. Recordó cómo en sus inicios, durante los años 90, la radio era el escenario central de la opinión pública, en especial con programas como La Luciérnaga. Allí, la sátira política tenía un espacio protagónico y se convertía en una forma distinta de narrar el país. Hoy, sin embargo, reconoce que el panorama es muy distinto: “Hoy las redes sociales copan gran parte de la atención de la gente. La radio ha ido mutando también. Hasta el periodismo en sí ha ido mutando hacia las redes sociales porque se nutren los periodistas de las redes sociales”.

Díaz Salamanca destaca el consejo
Díaz Salamanca destaca el consejo de Augusto López Valencia sobre el respeto a la institución presidencial - crédito Desnúdate con Eva

Ese cambio, aseguró, obligó a los humoristas a reinventarse, porque el público ya no espera solo la voz detrás del micrófono, sino que busca inmediatez, interacción y, sobre todo, cercanía. Destacó que en los últimos años han surgido nuevos talentos en la comedia y la imitación, algunos con un nivel extraordinario, lo que demuestra que Colombia sigue siendo un país profundamente creativo y con gran ingenio para reírse incluso de sus propias tragedias. “Este es un país de gente muy chistosa. Toda la vida ha sido así”, dijo, señalando que pese a la nostalgia por la radio tradicional, se siente en un momento de “pausa mental” en el que analiza qué camino tomar en un escenario cada vez más dominado por el universo digital.