Por una alarma se armó tremenda pelea en chapinero en Bogotá: una mujer hirió con un destornillador a varias personas

En la noche del martes 9 de septiembre de 2025, se registró un incidente de violencia en el barrio Chapinero Central, ubicado en el centro de Bogotá.

En videos de cámaras de seguridad se observa que un grupo de personas departe en un establecimiento comercial de la zona, en la que aparentemente estarían disfrutando del encuentro de la Selección Colombia contra Venezuela.

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En un momento, se muestra que una mujer se lanza contra un hombre y lo agrede repetidas veces con un destornillador, mientras que un cómplice utiliza una cruceta extraída de un vehículo para atacar a otras personas.

Según la información recogida por Blu Radio, la confrontación se originó por la activación accidental de la alarma de un automóvil, lo que provocó la reacción violenta de su propietario y desencadenó la pelea.

Los heridos fueron trasladados de inmediato a un centro asistencial, donde los médicos, tras una evaluación inicial con pronóstico reservado, confirmaron que se encuentran fuera de peligro.

No obstante, uno de los afectados sufrió varias heridas cerca del cuello y, según los reportes médicos citados por la cadena radial, su estado de salud es delicado debido a la gravedad de las lesiones.

La rápida intervención de la Policía permitió la captura de los dos agresores, quienes fueron judicializados por el delito de lesiones personales.

“Por esta situación, que genera molestia en unas personas que estarían en este sitio, se dio una riña de personas, entre ellas una mujer que, con otra persona con un elemento contundente (cruceta), y ella con un destornillador, provocan las lesiones a unas personas que fueron trasladadas a un centro asistencial y afortunadamente están fuera de peligro”, declaró el teniente coronel Ricardo Chávez Camargo, oficial de guarnición.

Este episodio, ampliamente difundido tras la publicación del video, ha puesto nuevamente en evidencia la persistencia de situaciones de intolerancia en la capital colombiana, donde los conflictos cotidianos pueden escalar hasta niveles de violencia extrema.

El caso pone de manifiesto los riesgos asociados a reacciones violentas ante situaciones cotidianas, como la activación accidental de una alarma, y la importancia de la mediación para prevenir hechos similares.

Este no ha sido el único caso de intolerancia registrado en la capital colombiana.

El viernes 5 de septiembre, un joven de 23 años fue asesinado a puñaladas en el sector de La Mariposa, en un hecho que, según los testimonios de sus familiares, se originó en una rivalidad persistente por un tramo de calle utilizado para actividades comerciales.

Según información dada por las autoridades, el hombre, identificado como David Rodríguez Vargas, perdió la vida tras ser atacado por la espalda con un arma blanca.

De acuerdo con el relato de sus allegados, los responsables fueron dos vendedores informales que, tras la agresión, huyeron del lugar y permanecen prófugos de la justicia. La familia de la víctima sostiene que el trasfondo del crimen está vinculado a una disputa territorial que se había intensificado en los últimos años.

La hermana de Rodríguez Vargas explicó a Blu Radio que los agresores eran dos hermanos que trabajaban en la intersección de la Séptima con 12, también dedicados a la venta ambulante.

Según su testimonio, el conflicto no era reciente: “Lo asesinaron dos hermanos que trabajaban en la Séptima con 12. También eran vendedores ambulantes. Ellos dos ya tenían problemas hace dos años, en el 2023, con mi hermano mayor”, declaró la familiar al medio.

Además, recordó que en noviembre de ese año, su hermano mayor fue víctima de un intento de homicidio perpetrado por los mismos individuos, lo que demuestra que la hostilidad nunca se disipó y terminó por desencadenar el asesinato de David.

Igualmente, insiste en que ese día simplemente salió a comprar insumos para su puesto y fue atacado cuando se encontraba solo. “Es una mentira que mi hermano fue a buscar problema, que fue por una riña. No, eso no pasó. Mi hermano salió ese día a comprar las cosas que le hacían falta al puesto de él, y lo vieron solo en su bicicleta. Lo que hicieron fue apuñalarlo por la espalda. Ahí arrancaron a correr. Y todos siguen prófugos de la justicia”, relató la hermana a Blu Radio.

El origen de la tensión, según la familia, se remonta a un enfrentamiento inicial entre vendedores de caña de azúcar y una familia dedicada a la venta de comidas rápidas. Aunque los primeros se trasladaron a otra zona, el ambiente de hostilidad persistió, alimentado por amenazas y agresiones que, finalmente, desembocaron en el homicidio de la semana pasada.

La familia exige una investigación exhaustiva del crimen y la revisión de las cámaras de seguridad de la zona, convencidos de que en las grabaciones quedó registrado el ataque. Reclaman resultados a las autoridades y manifiestan su desconcierto ante el alto costo humano que ha tenido la disputa por un espacio comercial en pleno centro de la capital.