Escándalo en Turbaco: pareja descubrió cámara oculta en un ambientador en su chalet, esto respondió el dueño

La administración del establecimiento turístico defendió la instalación del dispositivo, asegurando que su uso se limitó a áreas sociales y nunca comprometió la privacidad de los huéspedes

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La denuncia de una pareja
La denuncia de una pareja por una cámara oculta en un chalet de Turbaco desata debate sobre privacidad en alojamientos turísticos - crédito @llerena2417/TikTok

La tranquilidad que buscaba una pareja de visitantes en Turbaco, Bolívar, terminó convertida en una denuncia pública que generó revuelo en redes sociales y en el propio municipio. Su estancia en un reconocido chalet, que promociona un ambiente campestre y de descanso, se vio alterada tras descubrir en la sala del alojamiento un dispositivo que, a simple vista, parecía un ambientador, pero en cuyo interior hallaron lo que identificaron como una cámara.

La denuncia se conoció gracias a dos videos difundidos en TikTok, donde los huéspedes explicaron que entre el 16 y el 17 de agosto permanecieron en la cabaña y, durante ese tiempo, notaron detalles que despertaron su desconfianza. Uno de los aparatos que decoraban el lugar, un supuesto humidificador, estaba conectado a la corriente eléctrica y presentaba un adhesivo que impedía manipularlo. Al inspeccionarlo con más cuidado, aseguraron haber encontrado una cámara camuflada en su interior.

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El hotel reconoce la existencia del dispositivo, pero asegura que solo se usó en áreas sociales y por motivos de seguridad - crédito @llerena2417/TikTok

La primera reacción de la pareja fue reportar lo sucedido al personal del chalet. En un mensaje de WhatsApp enviaron la fotografía del objeto y preguntaron si se trataba de un sistema de seguridad. La respuesta inicial fue que correspondía a un sensor averiado, sin uso alguno, y que podían desconectarlo en caso de incomodidad. No satisfechos con esa explicación, decidieron abrir el dispositivo, confirmando sus sospechas, dentro había una cámara de pequeñas dimensiones.

Aun con la incomodidad que esto les generó, resolvieron continuar con su estadía. Según contaron, desde el hotel les reiteraron que podían retirar el aparato si lo deseaban, pues no representaba un riesgo. Sin embargo, el hecho ya había pasado al terreno de la desconfianza. “Lo primero que hicimos fue grabar y compartir la situación, porque no sabíamos hasta dónde podía llegar algo así”, relató la joven que hizo pública la denuncia.

La reacción en redes sociales fue inmediata. Los videos circularon ampliamente, acompañados de cuestionamientos sobre la seguridad y la intimidad de quienes se hospedan en este tipo de alojamientos turísticos.

El caso genera polémica en
El caso genera polémica en redes sociales y obligó al establecimiento a retirar cámaras internas y reforzar la comunicación sobre vigilancia - crédito @llerena2417/TikTok

Frente a la polémica, el hotel publicó un comunicado oficial en el que reconoció la existencia del dispositivo, pero negó cualquier intención de espionaje. Según la versión del establecimiento, la cámara se instaló con fines de seguridad y estuvo ubicada únicamente en la sala, considerada un espacio social de la cabaña, nunca en áreas privadas. “Cuando la cámara estuvo en funcionamiento, fue exclusivamente para vigilar la zona común. No se utilizó para registrar la intimidad de los visitantes”, precisaron en el pronunciamiento.

El propietario del chalet, que describió el negocio como un proyecto familiar, dio su propia explicación en medio de la controversia. Admitió que efectivamente había un dispositivo en la sala y lamentó el malentendido que ocasionó. “En algún momento cuando funcionó fue para fines de seguridad, pero nunca para violar la intimidad de visitantes y lamento profundamente que todo terminara de esta forma. Sé que este hecho genera dudas, desconfianza e incomodidad y entiendo la gravedad de lo que se interpretó. Hemos tomado la decisión de mantener cámaras externas con el único fin de velar por la seguridad”, afirmó.

El comunicado también anunció que los aparatos similares serán retirados de inmediato para evitar malinterpretaciones o situaciones que afectaran la experiencia de los clientes. De ahora en adelante, solo se mantendrán equipos de vigilancia externos.

El propietario del chalet lamenta el malentendido y anuncia que solo se mantendrán cámaras externas para proteger a los visitantes - crédito redes sociales

El caso abrió un debate más amplio sobre los límites entre la seguridad y la privacidad en espacios turísticos. Mientras algunos empresarios consideran legítimo instalar cámaras en zonas sociales para prevenir robos o daños, expertos en protección de datos personales insisten en que cualquier sistema de vigilancia debe ser informado con claridad a los usuarios y no puede instalarse en lugares donde se comprometa la intimidad.