Comunidad explicó por qué mantiene secuestrados a 33 militares en Guaviare : “Lo mataron y lo quisieron pasar como guerrillero”

La intervención de organismos humanitarios y la mediación internacional buscan una salida a la tensión en la región, mientras la comunidad exige justicia y protección para los civiles

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La muerte de Ramiro Antonio Correa, tendero de la vereda Nueva York en el municipio de El Retorno (Guaviare), habría sido el motivo por el que un grupo de al menos 600 personas retuvo contra su voluntad a 33 militares.

El domingo 24 de agosto, durante un operativo militar contra disidencias de las Farc, Correa murió en circunstancias que desataron fuertes cuestionamientos por parte de habitantes de la zona, que exigen respuestas claras sobre lo ocurrido.

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Según la versión de algunos habitantes involucrados en la retención de los uniformados, el hecho central se produjo poco antes del mediodía, cuando la fuerza pública llegó a la vereda Nueva York, ubicada a cinco horas del casco urbano de El Retorno, con el objetivo de ejecutar un operativo contra el bloque móvil Martín Villa, una facción disidente de las Farc.

Asociaciones campesinas de la zona
Asociaciones campesinas de la zona insisten en que hubo una vulneración a los derechos humanos en medio del operativo militar - crédito Plataforma Nacional Amazonía Verde/Facebook

En medio del enfrentamiento armado, Correa, que atendía su tienda Las Gaviotas, habría sido alcanzado por disparos. La noticia de su muerte provocó una reacción inmediata: la comunidad, conmocionada y enfurecida, habría rodeado a los militares involucrados y procedió a retenerlos, en un acto de protesta que, de acuerdo con el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, involucró a 33 uniformados.

Versión de la comunidad

Los testimonios recogidos por El Colombiano entre los habitantes de la vereda ofrecen su visión detallada de los momentos previos y posteriores a la muerte de Correa.

Una mujer del caserío describió el negocio de la víctima como un punto de encuentro para la comunidad, donde se vendían víveres y bebidas a quienes llegaban por el río o por caminos rurales.

Según su relato, a las 11:40 a. m., Correa atendía su tienda mientras su esposa asistía a una reunión de la junta de acción comunal. En ese momento, estalló el enfrentamiento armado. “La casa empezó a ser impactada por las balas. Lo que él hizo fue llamar a mi esposo para que avisara que no fueran a llegar a la tienda porque estaban boleando bala y, pues, se corría el riesgo de que una bala nos lastimara”, relató la mujer, que también mencionó el ruido de helicópteros y ráfagas de fusil que se escuchaban al otro lado del teléfono.

La comunidad niega el secuestro
La comunidad niega el secuestro de los uniformados y piden esclarecer el caso del tendero asesinado - crédito José Miguel Gómez/REUTERS

La comunidad relató que, ante la intensidad del combate, Correa y otros siete campesinos habrían buscado refugio en una vivienda más alejada del epicentro de la confrontación.

Tras el cese de los disparos, los militares habrían ingresado a la casa donde se ocultaban y ordenaron a los presentes regresar a la tienda. “El señor Ramiro era el último que iba entrando de los que estaban ahí. Alguien le disparó. Lo mataron. Estamos indignados porque lo mataron y fuera de eso lo quisieron pasar como guerrillero. Ahí, según ellos, no había ningún civil muerto y resulta que sí, era él”, afirmó la misma testigo al medio citado.

La comunidad además se refirió a las declaraciones del ministro de Defensa, Pedro Sánchez, en las que indicó que el enfrentamiento había resultado en la muerte de Willinton Vanegas Leyva, alias Dumar, máximo cabecilla del bloque móvil Martín Villa y figura clave en la expansión de las disidencias en Guaviare. Posteriormente, el parte oficial se amplió para incluir la muerte de otros nueve hombres en el operativo.

El lunes siguiente al operativo, varios vecinos de la vereda Nueva York, vestidos de blanco, recorrieron el caserío en busca de Correa. Al no encontrarlo, la noticia se propagó rápidamente y la comunidad se movilizó para rodear a los militares, exigiendo explicaciones por la desaparición y muerte del tendero.

Las autoridades militares, citadas por El Colombiano, sostienen que la comunidad está instrumentalizada y atribuyen la asonada a órdenes de alias Jimmy Parra, segundo cabecilla del frente 44 del Estado Mayor Central de las Farc.

Alias Jimmy Parra estaría detrás
Alias Jimmy Parra estaría detrás de la instrumentalización de la comunidad para secuestrar militares - crédito Fotomontaje Infobae (Colprensa y @FuerzaAereaCol/X)

“Esto es una desgracia, en serio. Mataron un campesino en su propia casa, no es justo, qué decepción. Nosotros no tenemos nada que ver con el conflicto. Si alguien se pone un uniforme, lléveselo porque esa gente está dispuesta a morir, pero cómo van a venir a matar un campesino”, indicaron algunas personas que estarían involucradas en la retención ilegal de los soldados.

Del mismo modo, Johnny Casanova, alcalde de El Retorno, hizo un llamado a esclarecer los hechos y destacó la importancia de escuchar la versión de la comunidad. “Sabemos que se han presentado graves vulneraciones a los derechos humanos, dejando como resultado la lamentable pérdida de vidas humanas y afectaciones a las familias campesinas e indígenas de la región”, declaró Casanova en diálogo con Marandua Stereo.

La Defensoría del Pueblo y la Misión de Verificación de la ONU han intervenido para mediar en la crisis, mientras altos mandos militares se desplazaron a la zona. Los uniformados ya llevan dos días retenidos. Consultado por el medio citado, el Comando de las Fuerzas Militares indicó que la muerte de Ramiro Antonio Correa está bajo investigación y que corresponde a la Fiscalía pronunciarse al respecto.

Entre tanto, el cuerpo de Correa permanece en la morgue de San José del Guaviare, a la espera de ser trasladado a Bogotá, donde residen sus hijas. En la vereda Nueva York, la exigencia de verdad y justicia persiste, con la comunidad reiterando que la vida que se perdió no era la de un combatiente.