Dron explosivo fue inhibido por el Ejército y terminó incrustado en el techo de una vivienda en Santander de Quilichao, Cauca

Gracias a la acción oportuna de las autoridades, el artefacto no estalló. El ataque fue atribuido a una de las estructuras de las disidencias de las Farc que opera en el municipio

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El artefacto fue intervenido oportunamente por el Ejército - crédito Pedro José Ceballos/Facebook

Habitantes del barrio Centenario, en Santander de Quilichao, norte del Cauca, vivieron momentos de tensión el martes 26 de agosto tras la caída de un dron cargado con explosivos sobre el techo de una vivienda.

El hecho ocurrió cuando disidentes de las Farc intentaron atacar la estación de Policía del sector empleando un dispositivo no tripulado equipado con una granada de mortero.

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La situación fue detectada por los policías y soldados acuartelados y en máxima alerta ante la amenaza de nuevos ataques por parte de los grupos armados ilegales.

El artefacto explosivo quedó incrustado
El artefacto explosivo quedó incrustado en el techo de una vivienda - crédito Pedro José Ceballos/Facebook

Los militares, en apoyo a los uniformados, accionaron un inhibidor antidrones que logró inutilizar el sistema de vuelo del dron, ocasionando su caída junto con el artefacto explosivo.

“Nuestros soldados fueron clave para contrarrestar este ataque, logrando derribar este dron, el cual estaba acondicionado con un mortero, por eso luego que se desactivara el sistema de vuelo, este dispositivo y el explosivo cayeron sobre el techo de una de las viviendas cercanas a la estación, por fortuna esto no causó daños”, afirmaron los policías citados por El País de Cali.

Ante la alarma generada en la comunidad y al escuchar los disparos de los policías hacia el dron, los habitantes del sector optaron por buscar refugio en sus viviendas, anticipando una posible explosión.

Pese a la amenaza inminente, el dispositivo fue retirado posteriormente por los uniformados quienes, auxiliados por una escalera, lo trasladaron a un sitio seguro para proceder a su destrucción controlada.

El hecho provocó temor en
El hecho provocó temor en la población y alerta en las autoridades - crédito ABC Noticias comunicaciones/Facebook

En lo corrido del año, con este caso, ya suman tres los drones neutralizados por la fuerza pública en Santander de Quilichao, evitando daños mayores a las estaciones policiales y a la comunidad. El municipio ha sido escenario recurrente de hostilidades y ataques con explosivos en los últimos meses, en medio del recrudecimiento del conflicto armado en el norte del Cauca.

“Estamos preparados para que un día de estos vuelen la estación, porque acá en Santander de Quilichao lo que sobran son milicianos de esas disidencias, entonces los uniformados salen muy poco porque saben que los pueden atacar en cualquier momento, claro, como vivimos cerca de ellos, pues debemos estar preparados para escondernos en esta clase de situaciones”, indicó un habitante, citado por el medio.

El caso de Maryori Ramos, víctima de un ataque similar en julio

La reciente neutralización del dron revive el recuerdo del atentado perpetrado el viernes 11 de julio en la estación de Policía de Santander de Quilichao, donde un ataque con dron explosivo cobró la vida de la patrullera Maryori Ramos e hirió gravemente a dos de sus compañeros.

El lunes 14 de julio, la familia de Ramos, de 22 años, se reunió para recordarla tras su fallecimiento en el ataque ejecutado por las disidencias de las Farc.

María Azucena Mamian, madre de la patrullera, relató que su hija le expresaba la dificultad de los días en Santander de Quilichao, pero se mantenía firme en su vocación policial.

Maryory Stefaniet Ramos Mamián, patrullera
Maryory Stefaniet Ramos Mamián, patrullera de 26 años, murió en el ataque con dron perpetrado contra la estación de Policía de Santander de Quilichao - crédito Policía Nacional

“Al estar en Santander de Quilichao ella nos decía que eran días muy duros... pero cuando le decía que se retirara de la Policía, ella me respondía que no lo iba a hacer porque ya estaba adentro de la institución y eso era lo que había estado buscando desde hace mucho tiempo”, expresó la madre de Ramos en declaraciones al medio citado.

La patrullera fue descrita por su familia como una persona dedicada y protectora, tanto con sus hermanos como con su entorno inmediato. Desde niña mantuvo su deseo de pertenecer a la institución policial y, tras cumplir con el servicio militar en Popayán, logró graduarse como patrullera en Bucaramanga.

El caso de Maryori Ramos evidencia la persistente amenaza que enfrenta la fuerza pública y la población civil en el norte de Cauca, donde la utilización de drones con explosivos se ha convertido en una táctica recurrente de los grupos armados ilegales.