Sorpresa en el mercado: el dólar se desploma en Colombia y así cerró el 12 de agosto

Durante el día, de acuerdo con la plataforma Set-FX, se negociaron más de USD954 millones en 1.417 transacciones

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El dólar en Colombia cerró
El dólar en Colombia cerró el 12 de agosto en $4.017,06, con una caída de $28,81 frente a la TRM - crédito Dado Ruvic/REUTERS

El precio del dólar estadounidense en Colombia cerró la jornada del 12 de agosto en un promedio de $4.017,06. Esto significó una caída de $28,81 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicó en $4.045,87.

La divisa norteamericana tuvo un precio de apertura de $4.020,00, tocó un máximo de $4.029,50 y un mínimo de $4.006,70. Además, durante el día, de acuerdo con la plataforma Set-FX, se negociaron más de USD954 millones en 1.417 transacciones.

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La divisa estadounidense acumuló dos
La divisa estadounidense acumuló dos jornadas consecutivas a la baja y una caída semanal del 0,64% - crédito Luisa González/REUTERS

Si consideramos los datos de los últimos siete días, el dólar estadounidense acumula una bajada 0,64%, por ello desde hace un año aún conserva un descenso del 4,32%.

Respecto de días pasados, encadenó dos jornadas consecutivas en rojo. En cuanto a la volatilidad de las últimas jornadas, es claramente inferior a los números conseguidos para el último año (14,33%), por lo tanto en esta última fase está tendiendo menos variaciones de lo previsible.

Así se movió el mercado

El comportamiento del dólar frente al peso colombiano (USD/COP) refleja una combinación de factores externos e internos que, en conjunto, están moldeando las expectativas del mercado. Durante julio, la inflación anual en Estados Unidos se mantuvo en 2,7%, pero la inflación subyacente subió al 3,1%, superando las previsiones. Este dato es clave porque reduce las probabilidades de que la Reserva Federal (FED) recorte las tasas de interés en el corto plazo. Una política monetaria más restrictiva en EE. UU. tiende a fortalecer al dólar, ya que aumenta el atractivo de los activos denominados en esa moneda, lo que presiona al alza al USD/COP.

El contexto estadounidense se ve además influido por el repunte en el optimismo de las pequeñas empresas y por la extensión de la pausa en los aranceles a China, lo que reduce la incertidumbre comercial. Sin embargo, la atención de los inversores se centra ahora en el próximo Índice de Precios al Productor (IPP) y, especialmente, en el simposio de Jackson Hole, donde las declaraciones de Jerome Powell podrían reconfigurar las expectativas sobre las tasas.

La volatilidad del dólar en
La volatilidad del dólar en Colombia es menor que la registrada en el último año, con menos variaciones recientes - crédito Luisa González/REUTERS

En la eurozona, la caída del Indicador ZEW de Sentimiento Económico a 25,1 refleja un menor optimismo. Esta debilidad, sumada a la moderación de las expectativas de inflación, podría dar margen al Banco Central Europeo (BCE) para mantener o incluso flexibilizar su postura monetaria en el futuro. Un euro más débil frente al dólar refuerza la fortaleza global de la divisa estadounidense, lo que indirectamente influye en monedas emergentes como el peso colombiano.

Por su parte, el Reino Unido muestra un mercado laboral que se enfría, aunque con salarios aún elevados, lo que complica la labor del Banco de Inglaterra (BoE) en su lucha contra la inflación. En China, la pausa arancelaria acordada con EE. UU. mejora el sentimiento global, pero la debilidad en la demanda interna y el riesgo de deflación limitan el impulso. Japón sigue atrapado entre una inflación elevada y un crecimiento industrial en retroceso.

El optimismo empresarial en EE.
El optimismo empresarial en EE. UU. y la pausa arancelaria con China influyen en la fortaleza del dólar - crédito Pablo Sanhueza/REUTERS

En Latinoamérica, México mostró cierta resiliencia en la producción industrial, pero Colombia presenta un panorama más mixto. Por el lado positivo, las remesas de trabajadores han aumentado significativamente, lo que refuerza el ingreso de divisas y puede aliviar parte de la presión sobre el peso. Sin embargo, la fuerte caída de la Inversión Extranjera Directa (IED) es un foco de preocupación, ya que limita el flujo de capitales de largo plazo. A esto se suma la reducción en la producción de petróleo y gas en junio, sectores clave para la balanza comercial y para la generación de ingresos fiscales.

En conjunto, el USD/COP se enfrenta a presiones alcistas por la fortaleza externa del dólar y por las debilidades internas de Colombia. Aunque el incremento de remesas proporciona un soporte parcial, la menor IED y el retroceso en el sector energético podrían traducirse en un déficit de cuenta corriente más difícil de financiar. Si la Fed mantiene una política restrictiva y no se ven mejoras sustanciales en los flujos de capital hacia Colombia, el peso podría seguir depreciándose, especialmente si los precios internacionales del crudo se mantienen volátiles.