La tragedia de los Turbay: Miguel Uribe murió 34 años después de su madre, víctima también de la violencia en Colombia

El senador y precandidato presidencial falleció tras permanecer varios días en estado crítico, luego de ser víctima de un atentado armado en Bogotá

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Madre e hijo murieron en
Madre e hijo murieron en contextos distintos, pero víctimas de la violencia política - crédito Colprensa/Archivo

Miguel Uribe Turbay tenía 39 años. Abogado de profesión, con estudios en políticas públicas, se convirtió en una de las figuras jóvenes más visibles del país. Fue secretario de Gobierno en Bogotá, senador desde 2022 y precandidato presidencial. Su carrera política estuvo marcada por la defensa de la seguridad ciudadana y la legalidad, y su voz tenía peso dentro de sectores independientes y conservadores.

El sábado 7 de junio, mientras participaba en un acto público en el parque El Golfito, en el barrio Modelia de Bogotá, fue víctima de un atentado cuando un menor de 15 años le disparó en la cabeza y en la pierna izquierda. El joven, que venía siguiéndolo desde días antes, dijo tras ser detenido: “Lo hice por plata, por mi familia”. También resultaron heridos tres civiles: un joven de 20 años, una mujer de 36 y otro menor de 15.

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Uribe fue atendido de urgencia en el Centro Médico de Fontibón y trasladado luego a la clínica Fundación Santa Fe, al norte de la capital, donde se le practicaron tres cirugías. A pesar de los esfuerzos médicos y las oraciones de su familia y la comunidad, Miguel Uribe Turbay murió.

El país reaccionó con indignación y pesar. El presidente Gustavo Petro condenó el ataque y exigió revisar las condiciones de seguridad del senador. Se conoció que su esquema había sido reducido a solo tres escoltas el mismo día del atentado, y que él mismo había solicitado refuerzos más de veinte veces ante la Unidad Nacional de Protección (UNP).

La Fiscalía avanza en el proceso judicial contra el menor de edad, quien por su condición será juzgado bajo el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente. Podría enfrentar una pena máxima de ocho años.

Diana Turbay: la tragedia que marcó una generación

Diana Turbay en compañía de
Diana Turbay en compañía de sus dos hijos, María Carollina y Miguel - crédito Colprensa/Archivo

La muerte de Miguel Uribe Turbay conmociona no solo por su impacto político, sino por el eco trágico de su historia familiar. Su madre, Diana Turbay, fue una reconocida periodista y directora de la revista Hoy por Hoy. Hija del expresidente Julio César Turbay Ayala, fue secuestrada el 30 de agosto de 1990 por orden de Pablo Escobar, en un intento por presionar al Estado frente a la política de extradición.

Durante su cautiverio, fue mantenida en condiciones inhumanas por más de cuatro meses. El 25 de enero de 1991, en medio de un operativo de rescate ejecutado por el ejército en una finca en Copacabana, Antioquia, recibió un disparo que le causó la muerte. La tragedia fue ampliamente cubierta por los medios de comunicación y causó un profundo duelo nacional.

La periodista Diana Turbay en
La periodista Diana Turbay en compañía del expresidente César Gaviria - crédito Colprensa/Archivo

Miguel tenía apenas cinco años cuando su madre fue asesinada. Su vida estuvo marcada desde la infancia por esa pérdida, y con frecuencia evocaba a Diana Turbay como su principal inspiración para dedicarse al servicio público. En más de una ocasión expresó: “Mi madre murió en medio de un conflicto que el Estado no supo manejar. Yo quiero hacer parte de la generación que lo transforma”.

La coincidencia temporal y simbólica de ambas muertes —madre e hijo, víctimas de distintas expresiones de violencia estructural— representa para muchos colombianos una herida abierta en la historia del país. Colombia despide hoy a Miguel Uribe Turbay, pero también revive el luto que nunca cerró con la muerte de su madre, Diana Turbay.

El padre e hijo menor
El padre e hijo menor de Diana Turbay, el expresidente Julio Cesar Turbay y Miguel Uribe, en su funeral - crédito Colprensa/Archivo

Dos generaciones distintas, unidas por el servicio público, por su apellido y por la lamentable tragedia compartida de la violencia en Colombia.