Polémica por agresión de instructor de reconocido gimnasio a un cliente en Cajicá: detalles y decisión de la empresa involucrada

Luego de que el video del altercado entre el instructor de un reconocido gimnasio y los clientes fuera divulgado en las redes sociales; amenazas y mensajes intimidatorios empezaron a llegar a los implicados en el conflicto.

Uno de los afectados habló con Infobae Colombia y relató que recibió "demasiadas amenazas diciendo que teníamos que borrar los videos” y que personas cercanas al profesor Alfredo Peluffo le advirtieron: “Eso al final se iba a convertir en un dolor de cabeza para nosotros, que nosotros no sabemos con quién nos metimos”.

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La divulgación del material audiovisual en redes tuvo que ser restringida, ante los temores crecieron entre quienes decidieron publicar la evidencia.

La agresión ocurrió el domingo 3 de agosto en un gimnasio Smart Fit del municipio de Cajicá (Cundinamarca), específicamente en la zona de Villa de Orocon. La confrontación entre Alfredo Peluffo, instructor del establecimiento, y un grupo de usuarios frecuentes de clases de rumba, escaló rápidamente de una discusión verbal a una agresión física.

El profesor fue “detenido por un colega justo cuando pretendía emplear un pesado disco de entrenamiento como elemento de agresión”. Este momento, registrado en un video, muestra también el instante en el que Peluffo empuja a uno de los clientes, lo que encendió aún más la tensión en la sala.

Uno de los usuarios afectados, entrevistado por Infobae Colombia, explicó cómo se desarrolló la situación: “Nosotros somos personas que vamos regularmente al gimnasio, vamos, pues literalmente todos los días a las clases que haya de rumba… El profesor desde el inicio de la clase, sí lo notamos un poco como extraño a comparación de los otros días”.

Durante la clase, relatan que Alfredo Peluffo lanzó “comentarios superreiterativos donde él específicamente nombró personas, trabajadores de, de Bodytech” y aseguró: “Es que este paso, por ejemplo, no se lo va a enseñar ni tal, ni tal, ni tal, ni tal persona”.

Pese a sentirse incómodos, los usuarios intentaron mantener la normalidad hasta que al final de la clase le pidieron al instructor un video para redes sociales, práctica habitual según ellos, pero recibieron una negativa y la solicitud expresa del instructor de conversar fuera del ángulo de las cámaras de seguridad.

La conversación privada adquirió un tono más grave cuando, de acuerdo con el testimonio, el profesor acusó al grupo de grabar y vender sus clases a otros gimnasios, y descalificó a profesores de la competencia como Bodytech.

“Él siempre recalcaba que él era el que le había enseñado a todos, que él llevaba más de quince años dictando clases de rumba y que todas las personas de los gimnasios de por acá, según él, habían aprendido porque él les había enseñado”, recordó el afectado, que destacó el carácter confrontativo y personal de la charla.

El ambiente se tensó aún más cuando los usuarios plantearon su desacuerdo con la actitud del profesor y decidieron manifestar su intención de cancelar la suscripción al gimnasio.

El instructor insistió en acusaciones: “Nosotros éramos unos detractores del gimnasio, que nosotros lo único que hacíamos era calificar mal el gimnasio y que él no iba a permitir que alumnos que entren a la clase de él calificaran al gimnasio menos de diez puntos”.

Cuando la conversación se extendió fuera del salón y los clientes se negaron a soportar más, Peluffo respondió con un empujón a uno de ellos e intentó tomar un disco de entrenamiento para agredirlo, acción contenida finalmente por otro entrenador, Kevin, quien intervino para frenar la agresión y luego escoltó al instructor fuera del lugar.

Posteriormente, al verse grabado, el instructor lanzó un último comentario antes de retirarse: “Si me van a echar, que me echen”, mostrando desafío ante la posibilidad de ser sancionado. Tras los hechos, la publicación del video provocó reacción en línea, donde otros usuarios afirmaron haber experimentado situaciones similares con el instructor involucrado.

El incidente también reveló otro posible factor personal, ya que uno de los afectados mencionó que tras el episodio, se enteró de un vínculo previo entre Peluffo y una profesora de Bodytech, con que ellos también coincidían en videos de baile, lo que podría haber influido en la animosidad mostrada durante el conflicto.

A través de un comunicado, la entidad informó que “tan pronto se tuvo conocimiento de los hechos, Smart Fit activó los protocolos internos establecidos y procedió a abrir una investigación sobre lo sucedido. Producto de ello se contactó de inmediato al instructor involucrado, quien fue desvinculado de sus funciones de manera definitiva".

De esta manera, “Smart Fit actuó en estricto cumplimiento del marco legal. La Compañía rechaza de manera categórica cualquier forma de violencia o comportamiento que atente contra la integridad física de afiliados y entrenadores”.