Barbería en TransMilenio: se creyeron estilistas y se cortaron el pelo frente a otros usuarios, todo quedó en video

Miles de usuarios han vuelto tendencia en redes sociales la aparición del “peluquero de TransMilenio”, luego de que un pasajero registrara en video la llamativa escena, un hombre, relajado y con maleta en mano, se ocupó de peinar meticulosamente a otro joven sentado en la ruta J23, en pleno recorrido por Bogotá.

El material audiovisual, captado mientras el autobús iba con pasajeros, despertó el asombro, la risa y la crítica de los usuarios al ver cómo el espacio público en el sistema de transporte masivo se convierte en un escenario para las situaciones más inesperadas.

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El video, que acumula numerosas reproducciones y comentarios en TikTok, provocó debates en torno al comportamiento dentro de TransMilenio, el límite entre lo peculiar y lo inapropiado, y las normas de convivencia ciudadana. Varios internautas bromearon sobre lo ocurrido, mientras otros apuntaron que, aunque la escena no representa un riesgo para la seguridad física de los pasajeros, sí desafía los códigos de utilización de un medio de transporte tan saturado y fundamental para la ciudad.

Los comentarios retratan la dualidad de opiniones respecto a la vida en espacios compartidos: “La nueva barbería móvil”, se lee en tono jocoso, junto a observaciones sobre la creatividad y el desparpajo característicos de la cotidianidad bogotana.

Esta historia, que rápidamente se posicionó entre los videos virales de las diferentes plataformas digitales, es solo una de las tantas situaciones insólitas que la comunidad inmortalizó en internet desde distintos puntos de la ciudad. El sistema TransMilenio, clave para el desplazamiento de millones de ciudadanos, suele funcionar también como retrato del carácter y el humor urbano, lo que da lugar a episodios donde la sorpresa y la inventiva se mezclan en igual proporción.

A lo largo de los años, se documentaron hechos que parten desde lo excéntrico hasta lo imprudente.

• El joven que se desplazó sobre el techo de un articulado: las imágenes de esta temeraria hazaña circularon ampliamente, acompañadas de la frase del protagonista, que calificó su experiencia como “demasiado premium”. La administración de TransMilenio condenó de inmediato este acto, en el que recordó el grave peligro que supone para la vida del usuario y el funcionamiento del servicio.
• El ingreso de una mujer ataviada solo con una toalla a una de las estaciones: la usuaria sorprendió a testigos del momento, que no dudaron en debatir sobre los motivos personales o protestas detrás de su decisión. Las explicaciones nunca quedaron claras, pero el evento intensificó las discusiones acerca del uso y los límites del espacio público, y de la exposición voluntaria en la era digital.
• Una mesa con mantel y vino durante el trayecto: un grupo de personas convirtieron el vagón en una especie de restaurante efímero donde compartieron alimentos y bebidas durante el viaje. La escena generó comentarios sobre la creatividad colectiva y la necesidad de resignificar el tiempo de viaje en la ciudad.
• Cocinar dentro de los buses: uno de los registros más comentados muestra a un hombre que, munido de una sartén y un encendedor, trató de preparar huevos en pleno movimiento. La situación asombró a los presentes y desencadenó opiniones encontradas sobre la tolerancia y los límites en el uso compartido del espacio, así como sobre el cumplimiento de las normas establecidas para el transporte público.

Finalmente, una de las escenas que ganó popularidad en redes y que no es específicamente de humor, mostró a un grupo de pasajeros que, ante una avería mecánica, se organizó para empujar colectivamente el bus varado, por lo que consiguieron avanzar y llegar a una estación cercana. La colaboración, filmada y divulgada en video, fue celebrada por la comunidad como reflejo de la capacidad de los bogotanos para unirse ante la adversidad cotidiana.