Ni los presos se salvan: desarticulan red criminal que extorsionaba reclusos a cambio de protección dentro del penal

El grupo delincuencial, conocido como Apolo, exigía pagos a otros internos a cambio de permitirles el acceso a derechos básicos como comer, dormir, usar el baño, caminar en el patio y recibir visitas

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Los delincuentes fueron capturados en diligencias judiciales en Pereira y Tuluá - Policía Pereira

Un importante golpe contra la extorsión en la cárcel de Pereira se reportó el martes 29 de julio de 2025.

Se trata de la desarticulación de una presunta red criminal que operaba dentro de la cárcel de varones La 40, en Pereira (Risaralda). Las víctimas, en este caso, eran los propios reclusos, que vivían una odisea si no cumplían con las exigencias económicas del grupo ilegal.

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De acuerdo con la investigación adelantada por la Fiscalía General de la Nación, el grupo conocido como Apolo exigía pagos a otros internos a cambio de permitirles el acceso a derechos básicos como comer, dormir, usar el baño, caminar en el patio y recibir visitas.

Los capturados cuentan con amplio
Los capturados cuentan con amplio historial criminal - crédito - crédito Policía Pereira

Las extorsiones iban dirigidas principalmente a reclusos recién llegados o sin respaldo, quienes eran obligados a consignar montos entre $200.000 y $3.000.000 a través de plataformas digitales y empresas de giros.

Aquellos que se negaban a pagar eran sometidos a amenazas, agresiones físicas y otros tratos crueles, detalló el ente judicial.

El grupo criminal se estaba haciendo una millonada mediante esta práctica, pues se estima que recaudó cerca de $290 millones.

La investigación incluyó un análisis de bases de datos y seguimiento a redes criminales, permitiendo la identificación de los responsables de estas extorsiones dentro del penal: Bonny Ruiz Mosquera, Héctor Fabio Gómez Cortés, José Luis Vélez Oviedo, Jeison Alexander Posso Mosquera, Julián David Restrepo Gil y Julián David Arias Ceballos como los presuntos cabecillas. La Fiscalía señaló que actuaban en complicidad con otros internos y personas fuera de la cárcel encargadas de recibir el dinero.

“Se logra articular una operación en la que se capturan seis delincuentes que se dedicaban a la extorsión dentro de la cárcel de Pereira, estaban dedicando a extorsionar reclusos. Es un trabajo articulado con el Inpec, con el Gaula militar, con el Gaula de la Policía, con la Fiscalía y se logra poner a disposición de la justicia a estos delincuentes que estaban afectando la tranquilidad de las personas también que están allí detenidas”, dijo el coronel Miguel Camelo, comandante de la Policía Metropolitana de Pereira.

La víctimas normalmente eran presos
La víctimas normalmente eran presos recién ingresados al penal - crédito Colprensa

Cinco de los capturados tienen antecedentes judiciales por delitos como porte ilegal de armas, hurto calificado, narcotráfico, extorsión, lesiones personales, homicidio, receptación, fuga de presos y porte de estupefacientes.

Las capturas se realizaron en los barrios Jorge Eliécer Gaitán y el barrio Perla del Sur de Cuba, en Pereira; y en Tuluá (Valle del Cauca), en operativos ejecutados por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), el Gaula Militar y el Gaula de la Policía de Risaralda. Tres de los acusados ya estaban recluidos y fueron notificados de los nuevos cargos dentro del penal.

La Fiscalía Quinta especializada del Gaula imputó a los señalados los delitos de extorsión agravada, concierto para delinquir y enriquecimiento ilícito de particulares.

El juez Cuarto Penal de Garantías de Pereira ordenó medida de aseguramiento en centro carcelario para los detenidos. Otros miembros de la red, ya privados de la libertad, también enfrentan cargos por estos hechos.

Por último, las autoridades hicieron un llamado para que las víctimas de este tipo de delitos denuncien inmediatamente, permitiendo la acción oportuna de la Policía.

Las autoridades informaron que se
Las autoridades informaron que se exigían a sus víctimas cobros entre $200.000 y $3.000.000 - crédito Colprensa

Cabe señalar que las extorsiones originadas desde las cárceles constituyen una modalidad delictiva con un alcance significativo. Redes dentro de estos establecimientos logran movilizar aproximadamente $2.000 millones al año y emiten hasta 250 llamadas diarias desde un solo celular. El funcionamiento de estas actividades requiere la colaboración de internos y funcionarios penitenciarios, que permiten el ingreso clandestino de teléfonos y tarjetas SIM. Lo paradójico del caso es que las víctimas resultaron siendo los propios reclusos.