Los cuerpos de dos desaparecidos hace 20 años fueron encontrados a 4.000 metros de altura en el Parque Nacional los Nevados

Restos de Julián y Maicol (identidades dadas por protección) fueron localizados por la Ubpd en una zona remota del Parque Los Nevados, gracias a la colaboración de la comunidad y testimonios de exintegrantes de grupos armados

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El equipo forense, acompañado por
El equipo forense, acompañado por habitantes locales, logró ubicar los cuerpos de dos hombres desaparecidos en los años 90, marcando un avance en la búsqueda de personas en la Cordillera Central - crédito Parques Nacionales Naturales de Colombia

Muy cerca de un árbol prominente, que durante años recibió discretos ramos de flores de una mujer anónima, el equipo forense de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (Ubpd) logró recuperar los restos de Julián y Maicol en una zona rural de Anzoátegui, en inmediaciones del Parque Nacional Natural Los Nevados.

Este hallazgo, realizado a 4.000 metros de altura y bajo condiciones climáticas extremas, marca un avance en el Plan Regional de Búsqueda Cordillera Central, que abarca un universo de 1.609 personas desaparecidas.

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Según medios regionales como El Nuevo Día y El Irreverente, la noticia representa un paso fundamental para cerrar ciclos de dolor y ofrecer una despedida digna a las familias de las víctimas del conflicto armado colombiano.

La operación, liderada por la Ubpd Tolima, se desarrolló en un entorno donde la geografía y el clima imponen retos formidables.

El equipo forense, acompañado por habitantes de la zona, partió desde Ibagué y atravesó caminos angostos y empinados, bajo lluvias constantes y temperaturas cercanas a los cero grados.

Tras cinco días de travesía
Tras cinco días de travesía bajo condiciones extremas, la unión de saberes científicos y conocimientos ancestrales permitió encontrar los restos de dos víctimas del conflicto armado colombiano en Anzoátegui - crédito Ubpd

La travesía incluyó desplazamientos a lomo de mula y largas caminatas, siguiendo las indicaciones de la comunidad y los testimonios de exintegrantes de estructuras armadas no estatales.

“En el recorrido, que incluyó atravesar varias veredas, enfrentamos diversos desafíos como galopar por angostos y empinados caminos, así como luchar en contra de las bajas temperaturas y la constante lluvia, lo que puso a prueba no solo nuestro estado físico, también nuestra capacidad para resolver situaciones complejas con determinación”, relató un investigador de la Ubpd citado por El Nuevo Día.

La colaboración de la comunidad resultó decisiva. Los habitantes, conocedores del territorio y marcados por años de violencia, aportaron información de manera anónima y acompañaron al equipo durante toda la jornada.

Su participación no solo facilitó la localización de los cuerpos, sino que también permitió reconstruir la historia de vida de las víctimas.

Esta recuperación, que corresponde a desapariciones registradas a finales de la década de los 90, fue posible gracias a la colaboración de la comunidad. Los habitantes de esta zona de Anzoátegui, como profundos conocedores del territorio, fueron clave para guiar a los equipos de búsqueda hasta los cuerpos de dos hombres llamados Julián y Maicol”, explicó Jeferson Jesid Díaz, investigador de la Ubpd Tolima, en declaraciones recogidas por El Nuevo Día.

Equipos forenses y habitantes locales
Equipos forenses y habitantes locales lograron ubicar los restos de dos hombres desaparecidos en los años 90, superando condiciones extremas y aportando claves para la reparación de familias afectadas por el conflicto armado colombiano - crédito Ubpd

Julián, de 16 años, fue apartado de su familia en Planadas, sur del Tolima, por un grupo armado en febrero de 2002.

Maicol, de 24 años, originario del Eje Cafetero, se encontraba viviendo en Anzoátegui cuando desapareció en mayo de 2003. Ambos, por razones distintas, terminaron en una zona utilizada por actores armados no estatales como campamento e inhumación.

Sus restos fueron localizados cerca de un árbol prominente, un lugar que no pasaba desapercibido para los residentes. Según relataron a la Ubpd, durante años una mujer visitaba el sitio en silencio y dejaba flores, en un acto de memoria que persistió a pesar del paso del tiempo.

La investigación adelantada por la Ubpd Tolima reveló que en la zona existían dos campamentos de un actor armado y un predio adaptado como área de inhumaciones, lo que explica la presencia de los cuerpos en ese lugar.

Sobre las identidades de los desaparecidos, ahora encontrados, se ha logrado especular gracias a tres testimonios de habitantes de la zona. “Fueron ellos con sus aportes quienes nos permitieron crear una hipótesis de identidad de esa segunda persona proveniente de Planadas y del potencial lugar de interés forense”, reveló el investigador Díaz.

La acción humanitaria desarrollada por la Ubpd no solo permitió la recuperación de los cuerpos, sino que también abrió la puerta a un proceso de reparación simbólica para la comunidad y las familias de las víctimas.

La participación de residentes fue
La participación de residentes fue decisiva para guiar a la Ubpd en la recuperación de restos humanos, abriendo nuevas posibilidades de verdad y justicia para quienes buscan a sus seres queridos en la Cordillera Central - crédito Ubpd

Ahora, la tarea pendiente es localizar a los familiares de Julián y Maicol para que puedan darles una despedida digna, de acuerdo con sus creencias y costumbres. Este paso es esencial para cerrar largos ciclos de espera y ofrecer un poco de paz en medio de tantas historias de dolor.

La recuperación de los cuerpos marca el inicio de una nueva etapa en la búsqueda de verdad y justicia para las más de 1.600 personas desaparecidas en la región de la Cordillera Central. La labor de la Ubpd se inscribe en un contexto más amplio de búsqueda de desaparecidos en Colombia, un país donde el conflicto armado ha dejado miles de familias sumidas en la incertidumbre y el sufrimiento.

La intervención en Anzoátegui demuestra que la colaboración entre la comunidad y las instituciones puede rendir frutos, incluso en las condiciones más adversas. “Lo más importante es que la comunidad entienda que la Ubpd no busca culpables, sino aliviar el sufrimiento de quienes esperan saber la verdad. Toda la información que se recibe es confidencial y no puede ser usada en procesos judiciales”, destacó Sol Alonso Parra

La experiencia de la Ubpd en Anzoátegui también resalta la importancia de combinar el conocimiento científico con los saberes locales.

Para quienes tengan información sobre Julián, Maicol o cualquier persona desaparecida en la zona del Tolima o del Eje Cafetero, la Ubpd ha habilitado el número 316 281 5606 como canal de contacto.