Así fue como se fundó Santa Marta: la ciudad más antigua de Colombia cumple 500 años este martes 29 de julio

A su llegada, los colonos españoles determinaron que era un lugar propicio para el desarrollo de un centro urbano, luego de que Rodrigo de Bastidas la fundara

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A su llegada, los colonos
A su llegada, los colonos españoles determinaron que era un lugar propicio para el desarrollo de un centro urbano - crédito Alcaldía de Santa Marta

Se cumplen 500 años de la fundación de Santa Marta, la primera ciudad de Suramérica, que, durante años, generó una disputa por su control entre los colonos españoles y los piratas más feroces de Francia, Inglaterra y Holanda.

De acuerdo con la Alcaldía, la “Perla de América” fue fundada el 29 de julio de “1525 por el mismo sevillano que la descubrió en 1502, cuando a su paso recorrió también casi toda la costa Atlántica colombiana. Era don Rodrigo de Bastidas, el mismo que le dio el nombre al río grande de la Magdalena y al golfo dulce del Darién”.

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Tras su primera vez en la bahía de Bastidas supo que era un lugar propicio para el desarrollo de un centro urbano. De ahí que regresara, pasadas dos décadas, para fundar la ciudad, cerca de la desembocadura del río Manzanares.

Los taironas trabajaron en obras
Los taironas trabajaron en obras de la ingeniería, como Ciudad Perdida, antes de la llegada de los primeros españoles - crédito Freepik

Pero, incluso, décadas antes, los taironas diseñaron obras de ingeniería en la zona, como Pueblito, o Ciudad Perdida. Lo que habla sobre un marcado interés por la zona que, en 1543 enfrentaría a los colonos españoles con piratas europeos.

Entonces, la ciudad entro en un periodo de decadencia, que poco o nada tenía que ver con los tiempos en los que de Bastidas fue el primer gobernador y promovía una relación cordial con los tairona.

Según los historiadores de la Alcaldía, “el robo, las torturas, el sufrimiento, la intranquilidad alejaron a muchos pobladores y los obligó a emigrar a lugares más seguros, como Cartagena, Mompox y Ocaña. La ciudad quedó casi despoblada y de la urbe primigenia no quedaron vestigios porque fue quemada más de veinte veces, hasta 1692″.

La Sierra Nevada de Santa
La Sierra Nevada de Santa Marta es hogar de cuatro pueblos indígenas que consideran sagradas sus cumbres más altas - crédito @colombia_hist / X

Con la caída de Santa Marta, Cartagena floreció. Y, con los años, se convirtió en el mayor puerto de la costa caribe. Un título que le fue arrebatado de las manos a la “Perla de América”, en donde dejaron de llegar los grandes navíos de España.

Sin embargo, no toda su historia estaría marcada por el conflicto. Desde sus inicios era impulsada por los nativos y por cerca de 300 españoles, entre ellos marineros, labradores y religiosos, que se pusieron manos a la obra para darle forma a la ciudad.

Con la caída de la
Con la caída de la ciudad por la incursión de piratas, Cartagena fue floreciendo - crédito Gobernación de Magdalena

Contra todo pronóstico, Santa Marta “creció durante sus tres primeros siglos, pues en 1725 tenía las siguientes calles que se fueron formando, a partir de la Plaza Mayor, en el sitio que hoy ocupa el edificio del Banco de la República: Calle de la Marina o de la Cruz (hoy No. 12), Calle de la Iglesia Mayor o de San Francisco (hoy No. 13), Calle del Cuartel o de la Cárcel (No. 14), Calle de la Acequia (No. 15), Calle Santo Domingo (No. 16), Calle de la Veracruz, Calle Real o Calle Grande (No. 17). Otras fueron la Calle de Mamatoco (nombre asignado a la prolongación hacia el Este de la Calle de San Francisco) y la Calle de Madrid en dirección al Camino Viejo de Gaira (hoy Avenida Bavaria). A partir de 1820, se fue formando el sector Oeste de esta calle, con el nombre de Calle del Pozo (No. 18)”.

Y, “en cuanto a las carreras actuales, existían tres hasta finales del siglo XVIII y apenas se perfilaba la Carrera Cuarta o Callejón Real. La Carrera Segunda actual tomaba el nombre del brazo del río que recorría antiguamente su rumbo; por lo tanto se llamaba Calle del Río hasta la Calle Grande. Luego, tomaba el nombre de Callejón del Seminario, debido al edificio que aún se levanta en ese lugar. Más adelante se conocía como Callejón del Cuartel, pues pasaba por el viejo Comando de Infantería construido allí en 1792 por don Antonio Marchante, el mismo que construyó la Catedral actual”.