El sexto capturado por el atentado contra Miguel Uribe Turbay señaló un bar de Engativá como el lugar donde se repartió el botín tras el atentado

El bar conocido como El Muelle, ubicado en un segundo piso de la avenida Villas, en Engativá, se convirtió en uno de los escenarios clave tras el atentado contra el senador y precandidato Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio.

Este establecimiento, popularmente llamado el “burdel del paisa”, fue el lugar donde alias el Costeño y sus cómplices celebraron y repartieron parte del botín obtenido tras el ataque, según El Tiempo.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel

Según el testimonio de Cristian González Ardila, uno de los capturados en el caso, El Muelle funcionaba como un punto de encuentro para la banda criminal que perpetró el atentado.

Tras la operación en el parque el Golfito, en Modelia, González Ardila recibió órdenes para dirigirse de inmediato a ese bar, donde alias el Costeño, alias el Viejo y otros integrantes de la red se encontraban reunidos.

La atmósfera en El Muelle fue descrita como tensa y violenta, marcada por amenazas explícitas para garantizar el silencio de los implicados.

“Cabrón, usted no sabe nada, hijo de perra, si llega a pasar algo le acabamos hasta con el perro de su casa”, advirtió uno de los criminales en presencia de González Ardila. A pesar de la intimidación, este aseguró haber permanecido en silencio.

Además de ser escenario de estas reuniones, El Muelle fue el lugar donde se distribuyeron parte del dinero obtenido tras el atentado.

En una ocasión, “Chipi” o “el Costeño”, uno de los cómplices, sacó un fajo de billetes para dar dinero a González Ardila, quien contó cómo recibió finalmente una suma simbólica tras la burla inicial.

Investigadores de la Fiscalía y agentes de la Dijín han centrado sus pesquisas en este bar, recabando videos de las cámaras de seguridad para reconstruir los movimientos de alias el Costeño y sus aliados.

El vínculo estrecho entre el propietario del local y el Costeño ha sido confirmado por fuentes cercanas a la investigación, lo que ha convertido a “El Muelle” en un objetivo clave para desmantelar la red criminal.

Este establecimiento, apenas a una cuadra de la casa donde fue capturado alias el Costeño, funcionaba además como sede de fiestas electrónicas patrocinadas por el mismo alias, reforzando la imagen de un centro operativo para la banda.

Con el avance de la investigación, El Muelle”se perfila como un eslabón fundamental para descubrir el entramado detrás del atentado y la red de complicidades que protegía a los responsables.

Las autoridades también han realizado allanamientos en viviendas vinculadas a los integrantes de la banda, incluyendo la casa de Cristian González Ardila, donde se incautaron elementos materiales probatorios que podrían ayudar a identificar a otros cómplices y esclarecer la logística detrás del atentado.

La investigación sigue abierta, con especial interés en determinar la identidad de una mujer no identificada que habría estado presente en las reuniones en El Muelle y que podría tener un papel relevante en la cadena de mando o en la ejecución del ataque.

El capturado describió el caos posterior al tiroteo donde resultó herido Uribe Turbay, incluyendo gritos y disparos, y relató cómo recibió instrucciones para sacar al menor implicado, a quien vio por videollamada.

González identificó a “el Costeño” y “el Viejo” como los principales coordinadores del atentado, responsables de planear la operación que incluyó la colocación de una maleta sobre una camioneta blindada en una caravana de vehículos.

Además, relató que “el Costeño” le mostró al menor por videollamada y le ordenó sacarlo tras el ataque.

González admitió que le ofrecieron 10 millones de pesos por su participación, pero aseguró no haber sabido que la víctima era un senador; de haberlo sabido, habría exigido el doble.

Fue detenido tras entregarse voluntariamente durante un allanamiento en el sur de Bogotá. La Fiscalía le imputó homicidio agravado en grado de tentativa y porte ilegal de armas.

Hasta ahora, González no ha aceptado cargos y podría buscar un acuerdo con las autoridades para reducir su condena.

Mientras tanto, el análisis de las grabaciones de seguridad y las entrevistas con testigos continúan siendo herramientas claves para desmontar esta estructura criminal.