⁠Por hoyo soplador en San Andrés, turista se quedó sin celular: el divertido video fue compartido como advertencia

El método que utilizó para cuidar de su dispositivo móvil le habría jugado una mala pasada en uno de los atractivos turísticos de la isla

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El método que utilizó para
El método que utilizó para cuidar de su dispositivo móvil le habría jugado una mala pasada en uno de los atractivos turísticos de la isla - crédito @ruidiaz_ddhh / X

Ni llevando su celular amarrado al cuello, un hombre evitó que se perdiera en San Andrés. Y no se trata de un descuido ni de un caso de robo, sino de un incidente que, hasta conocer el video, era difícil de prevenir.

Ocurrió en la temporada de vacaciones de mitad de año del 2025, cuando una familia de cuatro decidió incluir una visita al hoyo soplador en la punta sur de la isla, para ver en acción este fenómeno de la naturaleza.

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La fuerza del géiser le arrancó el dispositivo del cuello - crédito @ruidiaz_ddhh / X

A pesar de la fuerza con la que el géiser marino llega a soplar y que, en ocasiones, el viento es acompañado por un chorro de agua, los turistas decidieron pararse sobre él para tomarse una foto.

Mientras posaban, el hoyo sopló y, aunque no se mojaron, la fuerza del viento le arrancó al padre el estuche con el que “protegía” su celular, cargándolo del cuello.

Un momento que, aunque hubiera sido difícil de olvidar, quedó registrado en video para que logren reírse en un futuro y sirva de advertencia a otros turistas.

Autoridades en San Andrés advierten sobre peligrosa práctica con mantarrayas y tiburones

Durante una reciente operación en Cayo Acuario, las autoridades ambientales del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina detectaron una conducta que afecta la integridad de la Reserva de Biosfera Seaflower, que es famosa por su atractivo natural y alta afluencia turística.

Tres personas fueron descubiertas alimentando a animales marinos como tiburones y mantarrayas para atraerlos hacia los visitantes. Según informó la Fuerza Naval del Caribe, esta práctica, prohibida desde 2022 por la resolución 611 de Coralina, genera riesgos para el delicado equilibrio ecológico de la región.

Durante una operación de patrullaje y control en el marco del dispositivo denominado Plan Acorazado, autoridades requirieron a los implicados mientras suministraban alimentos a la fauna marina. El Plan Acorazado responde a un protocolo de seguridad establecido para la temporada alta de turismo y cuenta con la participación de diferentes instituciones estatales, que trabajan de manera conjunta para preservar la seguridad y protección ambiental en zonas de alto valor ecosistémico.

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El cebado pone en riesgo la fauna marina - crédito X

La Fuerza Naval del Caribe explicó que el denominado “cebado” de especies marinas, a través del uso de señuelos alimenticios, constituye una amenaza directa para el entorno insular y sus habitantes. Especialistas señalaron que alimentar deliberadamente a estos animales puede alterar su conducta y hábitos, generando que asocien la presencia humana con el suministro de comida, lo que a su vez podría incrementar riesgos de incidentes con bañistas y modificar comportamientos vitales como la caza, la reproducción o la migración.

Ante el hallazgo, la autoridad marítima realizó un pronunciamiento público advirtiendo: “Esta práctica ilegal pone en riesgo el ecosistema y la seguridad de los visitantes. Alterar su comportamiento natural afecta la biodiversidad y el equilibrio del ecosistema”.

La prohibición busca evitar cambios en los procesos básicos del ecosistema, ya que, la manipulación del comportamiento animal puede generar modificaciones en la cadena alimentaria y provocar consecuencias a largo plazo, tanto para los organismos como para el turismo sostenible.

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El cebado pone en riesgo la fauna marina - crédito Wikicommons / Michael H.J.C

Según la Fuerza Naval del Caribe, los responsables fueron entregados a las entidades ambientales, que iniciaron los procesos administrativos sancionatorios que podrían resultar en multas económicas, procesos judiciales por delitos ecológicos y restricciones para ejercer actividades turísticas o marítimas.

La institución reiteró su mensaje a respetar las normas destinadas a la conservación, dirigiéndose tanto a operadores turísticos como a viajeros y residentes de la isla y remarcaron que la protección de las especies y los ecosistemas insulares es una tarea que involucra a toda la comunidad, particularmente en áreas protegidas y durante períodos de incremento turístico.