
Jerson Murillo Franco, un ciudadano colombiano que reside en Estados Unidos desde 2019, denunció las condiciones a las que fue sometido tras ser detenido durante seis días en el centro conocido como Alligator Alcatraz, en el estado de Florida.
Murillo aseguró estar en pleno proceso de regularización migratoria, y fue arrestado por las autoridades locales en la ciudad de Davenport bajo el cargo de conducir sin licencia.
La detención, según relató el colombiano en entrevista con Univision Noticias, interrumpió un trámite que había iniciado junto a su pareja, una ciudadana estadounidense que presentó una petición familiar para que pudiera obtener la residencia legal en el país.
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Durante su reclusión, Murillo recalcó el hacinamiento y las condiciones adversas a las que fueron sometidos él y otros detenidos.
“Hay 32 personas en cada jaula”, afirmó el connacional al describir el espacio reducido donde debían permanecer.

Según su testimonio, las celdas estaban ocupadas por varios hombres y esto dificultaba el descanso, causando una atmósfera de constante tensión.
Murillo contó además que la escasez de espacio también afectaba a quienes trataban de mantener comunicación con familiares, dado que existían límites para hacer llamadas debido a la cantidad de personas en el lugar.
A la problemática del hacinamiento se sumó la falta de acceso suficiente a alimentos, uno de los puntos que Murillo calificó como más graves.
“Cada detenido padece de hambre porque la ración de comida es insuficiente para abastecer a todos”, explicó en su denuncia el ciudadano colombiano.
Frente a esta realidad, muchos de los internos optaban por guardar pequeñas cantidades de comida para rendir los alimentos a lo largo del día, debido a que la cantidad servida en cada comida resultaba insuficiente para calmar el hambre de los ocupantes del centro.

De acuerdo con la narración de Murillo, esta situación provocaba discusiones entre los detenidos y afectaba la salud y el bienestar emocional de quienes permanecían privados de la libertad.
El ataque que denunció un colombiano detenido en Alligator Alcatraz: inaugurada por el presidente Donald Trump
Murillo relató también que su estadía en Alligator Alcatraz se vio marcada por un episodio de violencia física.
Todo se habría dado, en palabras del colombiano, durante una requisa. En ese momento aseguró haber recibido insultos de uno de los agentes del centro.
Tras responder verbalmente ante los agravios, fue llevado a “un pasillo apartado, donde cuatro autoridades lo agredieron sin compasión alguna”, añadió Murilo.
“Esto es inhumano y esto no debería ser así. Esto no es el debido proceso para con nosotros. Nosotros no somos bandidos. Contribuimos a este país, pagamos impuestos, contribuimos y movemos la economía de este país”, recoge su testimonio.
El connacional aseveró que esta represalia fue motivada exclusivamente por haber contestado al trato hostil de los custodios. Además, sostuvo que la agresión lo dejó con secuelas físicas y afectó su estado emocional.
Según Murillo, el ambiente en el centro de detención se caracterizaba por la falta de higiene y la precariedad en los recursos para los internos. Los detenidos, agregó, tenían acceso limitado a productos básicos y escasas posibilidades de contacto con servicios de salud. Estas condiciones, sumadas a la incertidumbre sobre el futuro de su proceso migratorio, incrementan el nivel de ansiedad y estrés entre los reclusos.

Las denuncias por el trato que reciben los reclusas en Alligator Alcatraz
El caso de Murillo no es aislado. Organizaciones de derechos humanos han advertido sobre supuestas irregularidades en el trato a migrantes en centros de detención como Alligator Alcatraz.
En sus publicaciones se ha señalado que, tanto el hacinamiento como la insuficiencia de alimento y los presuntos episodios de abuso físico, son parte de patrones reportados desde hace tiempo en centros migratorios ubicados en Florida y otros estados de EE. UU..
Las denuncias buscan mayor supervisión y responsabilidad sobre los funcionarios encargados de la custodia de migrantes en proceso administrativo.
Hasta el momento, las autoridades responsables de la administración y vigilancia del centro no han emitido comentarios específicos sobre el caso de Murillo ni sobre otras denuncias recientes.
Por su parte, el migrante colombiano se encuentra a la espera de que se resuelva su situación legal y pueda continuar el proceso para regularizar su estatus migratorio, interrumpido por su detención.
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