Martín Santos criticó a Álvaro Uribe por ser “muy suave con Petro”: “Sabe que lo necesita para mantenerse vigente”

A través de su cuenta de X, Martín Santos, hijo mayor del expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018), lanzó una pulla hacia el también expresidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010).

Para ello recurrió a un pantallazo de un artículo publicado por Semana el 7 de agosto de 2013 titulado “Los 89 trinos que Uribe lanzó contra Santos”.

El cuestionamiento de Santos tiene que ver con que, según él, hay una diferencia abismal en el tono crítico que tuvo Uribe con Juan Manuel Santos al que tiene con el presidente Gustavo Petro, especialmente teniendo en cuenta las críticas que le llovieron a Petro el 20 de julio de 2025 en la instalación del Congreso de la República.

De ahí que se haya atrevido a decir que esto es porque Uribe necesita políticamente de Petro para mantenerse vigente, y viceversa.

“¿Dónde están los 89 trinos de Álvaro Uribe Vélez de ayer? Muy suave con Gustavo Petro porque sabe que lo necesita para mantenerse vigente. Ambos se necesitan", escribió.

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Tras la instalación del nuevo periodo legislativo en el Congreso de la República, el expresidente Álvaro Uribe Vélez se pronunció sobre la coyuntura política del país y la situación que, según él, enfrenta Colombia bajo el actual Gobierno Nacional. El video fue publicado en el canal de YouTube del expresidente.

Uribe hizo énfasis en la necesidad de consolidar lo que definió como un “gobierno de transición” capaz de revertir, según su visión, el deterioro institucional, económico y social que estaría dejando la administración del presidente Gustavo Petro. El exmandatario resaltó la intervención de figuras de oposición como Paloma Valencia, Lidia Carrillo, Lina Garrido y Carvalho durante la jornada de apertura del Congreso, y advirtió que persisten amenazas contra la seguridad y la estabilidad democrática.

De acuerdo con Uribe, la gestión del Ejecutivo habría desilusionado a amplios sectores de la población, especialmente a quienes tenían expectativas de cambio social. Entre sus argumentos, el exjefe de Estado afirmó que la criminalidad y los atentados contra opositores, como el reciente ataque contra Miguel Uribe, se suman a una creciente violencia que afecta a miembros de la Fuerza Pública, mientras que las políticas de seguridad —según dijo— habrían perdido efectividad.

“Este gobierno también quebró la ilusión. Traicionó la utopía. La única esperanza que le deja a los pobres es que los ricos también sean pobres. La inseguridad generalizada quebró la tranquilidad que se vivía en muchos sitios de Colombia”, dijo el político antioqueño.

Otro de los puntos críticos planteados es el manejo de los sistemas de salud y pensiones. Uribe cuestionó la intención oficialista de reformar o absorber los fondos de ahorro de los trabajadores, advirtiendo sobre posibles riesgos para la sostenibilidad de estos recursos. Recordó que la Ley 100, impulsada en su momento para modernizar la atención médica, permitió avances que, a su juicio, se estarían debilitando por decisiones gubernamentales que encarecen los costos para los usuarios.

“Quebraron la vivienda social la dejaron en anuncios y en reclamos insultantes y cambios de ministros sin éxito por los esquemas ideológicos de su jefe mayor. Arruinaron el respaldo del electorado y culpan de su fracaso al pasado del país. La única o principal forma de compensación que ofrecen a sus votantes es asignarles cargos burocráticos insostenibles que tarde o temprano deberán ser eliminados por falta de recursos para mantenerlos. El discurso dialéctico que atrajo electores sumidos en la vieja desesperanza, se tornó soso para devolverle la convocatoria perdida. El único recurso es el insulto”, agregó.

Uribe insistió en la necesidad de recomponer la relación entre Estado y sociedad mediante la recuperación de la confianza. Planteó como prioridades el fortalecimiento de la seguridad, la lucha contra el narcotráfico y la protección de la Amazonía frente a la expansión de los cultivos ilícitos y la deforestación. Según cifras que citó, el país habría pasado de exportar cerca de 150 toneladas de cocaína en 2010 a más de 1.800 toneladas en el último año, pese a los decomisos.

“Necesitamos un gobierno que produzca el milagro de aliviar el sistema de salud, reconstruyendo lo tanto en los actores públicos como en los privados, todos vinculados por la solidaridad. Un gobierno que garantice a las fundaciones y al sector privado Las condiciones fiscales y de estabilidad a largo plazo necesarias para que puedan volver a tener confianza en Colombia. Que se privilegie a aquellos actores de la salud con certificados de excelencia. Las pensiones de los colombianos requieren que el sistema único pensional de pilares sea administrado con la solvencia y rentabilidad que ha demostrado el sector privado”, concluyó el líder del Centro Democrático.