Juliana Guerrero no solo usó el avión de la Policía: habría llegado a Aguachica en helicóptero para su ‘misión secreta’

La coordinadora de gabinete del Ministerio del Interior habría asistido a una reunión de la Universidad Popular del Cesar, al parecer, para afinar detalles en miras de las elecciones de 2026

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El uso de un avión
El uso de un avión y un helicóptero de la Policía para un misterioso viaje de las hermanas Juliana y Verónica Guerrero habría servido, en realidad, para gestionar cambios clave en el poder de la Universidad Popular del Cesar - crédito redes sociales

El nombre de Juliana Guerrero Jiménez no deja de causar polémica nacional, después de que figurara como una de las pasajeras de los vuelos misteriosos en un avión de la Policía el 19 y 20 de junio de 2025.

Aunque el presidente Gustavo Petro y el ministro del Interior, Armando Benedetti, han sostenido que la funcionaria se desplazó a la ciudad de Valledupar para cumplir con una misión secreta del Gobierno nacional, en la mañana del domingo 20 de julio se conocieron nuevos detalles del viaje que, por cierto, involucra otra aeronave de la institución policía.

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Según una reciente investigación publicada por la revista Cambio, existe un documento institucional de la Universidad Popular del Cesar (UPC) en el que se mostraría que Guerrero Jiménez y su hermana, Verónica Guerrero, estuvieron durante siete horas en el municipio de Aguachica, cesar, el 20 de junio, participando en una reunión clave del Consejo Superior de la universidad.

Para llegar a ese lugar, la joven de 22 años no solo hizo uso del avión de la Policía, sino que necesitó de un helicóptero Bell 212 con matrícula PNC-0495, el que también desplazaron amigos y miembros de su red de influencia, entre ellos René Segundo Hernández, director de Consulta Previa del Ministerio del Interior, y José Carlos Pérez Yancy, representante de los egresados en el Consejo Superior de la UPC.

Las hermanas aparecieron en las
Las hermanas aparecieron en las redes sociales de la Universidad Popular del Cesar el 20 de junio de 2025, mismo día del misterioso viaje en el avión de la Policía - crédito Instagram

Según la investigación, el motivo real del viaje sería las gestiones políticas y personales para preparar una reforma a los estatutos de la universidad que habría facilitado la reelección inmediata del rector Rober Romero, interés que responde al valor estratégico y presupuestal de la UPC en la política regional.

La reserva oficial sobre la misión fue justificada por el ministro Benedetti en términos de seguridad y orden público. Sin embargo, según la reconstrucción de Cambio, las pruebas indican que el interés de las Guerrero no se centraba en asuntos de paz o seguridad, sino en participar directamente en la maniobra de reforma universitaria en Aguachica.

El traslado, aprobado por la cúpula del Gobierno, incluyó primero la llegada en avión a Valledupar el 19 de junio en la aeronave de matrícula PNC-0242 y el uso del helicóptero la mañana siguiente hasta el Batallón Andrés María Rosillo.

La agenda oculta de las hermanas se evidenció cuando, durante la sesión del 20 de junio, ambas gestionaron cambios en los estatutos para eliminar la restricción a la reelección inmediata del rector vigente desde 2004. Documentos y testimonios recabados por el medio mostrarían que la presencia de Verónica Guerrero no tenía justificación oficial, pues ella no figura como directiva ni representante del Gobierno en el Consejo Superior de la UPC, pero asistió y participó activamente en las discusiones.

Pese a no contar con
Pese a no contar con un título universitario, Juliana Guerrero fue delegada por altos funcionarios para representar al Gobierno - crédito @AABenedetti/X

El proceso de reforma comenzó el 11 de abril, cuando, poco después de la entrada de Juliana Guerrero en el Consejo, se planteó formalmente la modificación de estatutos. Las sesiones siguientes estuvieron atravesadas por la polémica y eludir el debate: el 22 de mayo, Juliana y Pérez Yancy abandonaron la reunión antes de discutir la reforma, argumentando una supuesta orden presidencial. No obstante, algunos consejeros, escépticos, buscaron sin éxito una confirmación directa de Gustavo Petro, recordando que el presidente ya había intervenido para frenar intentos parecidos en otras universidades públicas.

Como la estrategia perdió impulso y los votos necesarios no estaban asegurados, la iniciativa de reforma se postergó en las sesiones del 31 de mayo y 5 de junio, a las cuales Juliana Guerrero no asistió presencialmente. Por tal razón, el viaje del 20 de junio pretendía, según fuentes consultadas por Cambio, afianzar los esfuerzos para forjar una mayoría favorable a la reforma.

La relevancia política de la Universidad Popular del Cesar reside en sus 170.890 millones de pesos de presupuesto anual, controlados tradicionalmente por casas políticas locales y considerados tan valiosos en la región como un gobierno departamental. Una fuente local citada lo resume: “Es como tener una pequeña Gobernación”.

Según la información conocida por el diario nacional, en la comitiva del viaje a Aguachica además estuvieron René Segundo Hernández, hombre clave en la campaña de Petro en 2022 y exdecano de la UPC; y José Carlos Pérez Yancy, con vínculos con la casa Gnecco, grupo político y empresarial influyente en el Cesar.

Un desplazamiento oficial justificado como
Un desplazamiento oficial justificado como misión secreta de orden público terminó siendo una maniobra política: Juliana Guerrero y su hermana viajaron en aeronaves del Estado, al parecer, para buscar el control de una universidad - crédito @infopresidencia/X

Respecto al rector Romero, su trayectoria viene del Partido Liberal Colombiano, pero su actual cercanía con el grupo conservador conocido como ‘Equipo Azul’ se refleja en la alianza con el representante Ape Cuello. Romero, Cuello y el senador Lobo participaron juntos en ceremonias y eventos recientes de la universidad, según consignó Cambio.

Dada la resistencia a la reforma, las fuentes sugieren que el grupo de las Guerrero y sus aliados impulsa ahora a René Hernández como opción para reemplazar a Romero, evitando así la limitación estatutaria.

El análisis de los vuelos, realizado por la revista, determinó que solo el costo de combustible de esas aeronaves ascendió a 126 millones de pesos. Las actas demuestran que la presencia física de Juliana Guerrero no era indispensable, pues ella ya había participado virtualmente en otras sesiones del Consejo Superior. Además, la universidad habitualmente cubre los gastos de transporte y viáticos cuando las sesiones se realizan fuera de Valledupar, lo que hace aún más inexplicable el uso discrecional de recursos oficiales proporcionados por la Policía Nacional.

En entrevista con Cambio, el ministro Armando Benedetti defendió inicialmente la legalidad del viaje, afirmando que se trataba de un convenio interinstitucional con la Policía y que él mismo autorizó el desplazamiento por tratarse de una misión secreta.

Al ser confrontado con la evidencia de dos vuelos y la revelación del verdadero objetivo, Benedetti reconoció desconocer el motivo real e indicó: “No joda, ella me había dicho que el viaje era para una misión encomendada y secreta para un asunto de seguridad nacional. Juliana nunca me informó que ese traslado era para asistir a una reunión en una universidad. No sé si habrá hecho las dos cosas, pero tendré que averiguar”. El ministro aseguró, además, que Juliana Guerrero no está habilitada para solicitar helicópteros y aviones a discreción.