Cielo Rusinque lanzó mensaje para los que “la tratan de fea”: “No estoy para gustarles”

En las redes sociales, figuras políticas suelen ser objeto de críticas y comentarios por parte de usuarios y opositores. Estas plataformas se han convertido en espacios donde los debates y las expresiones tanto de apoyo como de rechazo hacia la gestión pública se hacen visibles y alcanzan amplia difusión.

En ese sentido, Cielo Rusinque, superintendente de Industria y Comercio del Gobierno de Gustavo Petro, realizó una publicación en sus redes sociales en la que respondió a las críticas de sus contradictores. Y es que según ella hay usuarios que la tratan de “fea”. A lo que ella respondió: “No estoy para gustarles”.

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La funcionaria utilizó sus redes sociales para referirse a los comentarios que frecuentemente recibe sobre su apariencia física. Señaló que, en su mayoría, estos mensajes provienen de sectores opositores y destacó que su labor no está orientada a recibir aprobación personal, sino a desempeñar su cargo.

En su publicación, Rusinque enfatizó su autopercepción positiva y afirmó que los juicios externos no afectan su autoestima. Invitó a sus detractores a opinar lo que deseen, reiterando su confianza y aprecio personal.

“A las y los que me viven tratando de fea, que casi siempre son de la oposición, les digo: primero, no estoy para gustarles; segundo, que culpa tengo de que la ceguera política tampoco les dé para apreciar mi belleza… aquí una fotico de la semana pasada…digan lo que quieran que yo igual me quiero y me considero bella”, comentó en su publicación de X la funcionaria del Gobierno de Gustavo Petro.

La anterior no fue la única publicación de Cielo Rusinque sobre este tema. En otro mensaje, la funcionaria respondió a un usuario que la comparó con una niña que aparece en una fotografía junto al presidente Gustavo Petro. Rusinque expresó que ese tipo de comentarios reflejan más a quienes los hacen que a quienes van dirigidos.

Por medio de esta respuesta, la superintendente señaló que no toma esos comentarios como una ofensa personal. Añadió que no conoce a la menor, pero manifestó sentirse orgullosa de que la comparen con ella, especialmente si se trata de cualidades como “la ternura”.

 “Con toda sinceridad, si creen que me ofenden con este tipo de comentarios que solo hablan de la miseria humana de quien los expresa, sepan que no los recibo en lo personal como una ofensa. No conozco a la niña de la foto pero me enorgullece que me digan que en algo me parezco a ella, ojalá sea sobre todo en la ternura”, dijo la superintendente de Industria y Comercio por medio de su mensaje.

Por otro lado, a principios de mes, Cielo Rusinque, quien dirige la Superintendencia de Industria y Comercio, intervino en la discusión sobre el supuesto intento de golpe de Estado en el que estaría implicado el exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, junto con ciertos políticos estadounidenses.

Leyva dialogó con la revista Semana, donde negó haber participado en algún complot que buscara interrumpir el gobierno de Gustavo Petro. No obstante, manifestó su desacuerdo con la administración presidencial y afirmó compartir la postura de quienes sostienen que el actual presidente debe dejar el cargo.

Tras revisar las declaraciones de Leyva, la funcionaria instó a la ciudadanía a no escuchar sus argumentos. “No pierdan el tiempo viendo la entrevista esa. Es vergonzoso ver a un señor que hasta hace poco nos representaba en un cargo tan importante, imbuido de petulancia, hablando disparates”, escribió en su cuenta de X.

Según el análisis de Cielo Rusinque sobre las declaraciones de Álvaro Leyva, el exministro planteó que tendría legitimidad para respaldar una acción destinada a remover al presidente de su función principal en Colombia. Rusinque calificó esa postura como una muestra de insolencia.

Además, cuestionó que se argumentara que el presidente está expuesto a riesgos como problemas de salud o muerte por múltiples motivos, y que existen disposiciones constitucionales para afrontar esas eventualidades. Según esta perspectiva, la ausencia del mandatario no siempre implicaría la puesta en marcha de acciones ilegales o conspirativas.