Colombia se derrite, el país pierde otro glaciar y el Nevado Santa Isabel podría desaparecer en menos de cinco años

La principal institución de monitoreo ambiental en Colombia expuso el dramático descenso de la superficie glaciar, advirtiendo sobre los riesgos para los ecosistemas y las comunidades dependientes del deshielo

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Colombia perdió 6,8% de su
Colombia perdió 6,8% de su cobertura glaciar entre 2022 y 2024, según el Ideam - crédito SGC

En las cumbres de Colombia, donde alguna vez reinó el hielo perpetuo, hoy queda apenas un vestigio. La advertencia no es nueva, pero ahora viene con cifras que estremecen, entre 2022 y 2024, el país perdió 6,8% de su cobertura glaciar. Un retroceso que equivale a 2,26 km², y que confirma que estamos viendo, en tiempo real, la extinción de nuestros últimos glaciares.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) dio a conocer los datos más recientes y lanzó una alerta sobre la inminente desaparición del Nevado Santa Isabel, ubicado en el corazón del Parque Nacional Natural Los Nevados. Su superficie se redujo en un 45% en solo dos años. Y con la pérdida total del Glaciar Conejeras en 2024, uno de los sectores más estudiados por los científicos y visitados por turistas, se cerró también un ciclo de monitoreo que había durado 18 años.

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La última nevada en el
La última nevada en el Parque Nacional Natural Los Nevados ocurrió el 23 de septiembre - crédito Parques Nacionales Naturales de Colombia

“En la actualidad, el país conserva apenas 30,83 km² de glaciares, frente a los 33,09 km² registrados en 2022”, señaló la entidad en un comunicado. Aunque el dato parece técnico, detrás de esas cifras hay ecosistemas que desaparecen, comunidades que dependen del agua de deshielo y paisajes que cambiarán para siempre.

Uno de los principales responsables del retroceso glaciar fue el fenómeno de El Niño 2023-2024. Este evento climático trajo temperaturas inusualmente altas y lluvias escasas, lo que aceleró el derretimiento de la nieve acumulada durante La Niña anterior. El impacto fue más fuerte en las zonas por debajo de los 5.000 metros de altitud, donde se registró el 75% de la pérdida total.

La Sierra Nevada de Santa Marta encabeza la lista de retrocesos, perdió 8,7% de su cobertura. Aunque sus glaciares están ubicados a las mayores altitudes del país, el calentamiento no les da tregua. Le sigue el Nevado del Tolima, con una reducción del 8,2%, y el Cocuy o Güicán, que disminuyó en 7,4%. Este último ya vio desaparecer al glaciar Campanillas Blanco, extinguido en 2024. En el Nevado del Ruiz, el retroceso fue de 6,6%, siendo el glaciar Recio el más afectado, con una pérdida de aproximadamente 280 metros. Solo el Nevado del Huila mostró una disminución menor, del 2,6%.

La Sierra Nevada de Santa
La Sierra Nevada de Santa Marta encabeza la lista de retrocesos con una pérdida del 8,7% de su cobertura - crédito Pnnc

La historia de los glaciares colombianos, sin embargo, es mucho más antigua. Durante la última glaciación, entre hace 116.000 y 10.000 años, el país estaba cubierto de hielo hasta alturas que hoy parecen imposibles. “Casi toda la cordillera Central —donde hoy se ubican ciudades como Medellín, Manizales, Pereira o Popayán— y buena parte de la Oriental —donde está Bogotá— eran sierras nevadas continuas”, explicó Jorge Luis Ceballos, ingeniero geógrafo y único glaciólogo del país a El Espectador.

Esa realidad comenzó a cambiar hace diez milenios, pero el giro radical ocurrió en los últimos 150 años. Colombia pasó de tener más de 349 km² de glaciares a conservar menos del 10% de esa extensión. La pérdida no es lineal, se aceleró en las últimas décadas, impulsada por el cambio climático global.

Hoy, las seis masas glaciares que aún sobreviven están amenazadas. De seguir las condiciones actuales, podrían desaparecer antes de que termine el siglo. En el caso del Nevado Santa Isabel, su extinción podría llegar incluso antes, en menos de cinco años.

El Nevado Santa Isabel redujo
El Nevado Santa Isabel redujo su superficie en un 45% en solo dos años y podría desaparecer en menos de cinco - crédito Nevado de Santa Isabel

Más allá de lo ambiental, la desaparición de estos glaciares pone en riesgo reservas hídricas vitales, afecta la biodiversidad de alta montaña y obliga a repensar la gestión del agua en varias regiones del país. Cada hectárea de hielo que se pierde no solo transforma el paisaje, también reduce la capacidad de Colombia para adaptarse al calentamiento global.