María Fernanda Cabal arremetió contra Benedetti, que habría fungido como embajador siendo adicto: “La Kakistocracia en su esplendor”

Las más recientes afirmaciones del ministro del Interior, Armando Benedetti, durante una visita a Barranquilla (Atlántico), han causado polémica en las redes sociales. Y todo porque el hombre de confianza del presidente de la República, Gustavo Petro, reconoció que estuvo bajo la influencia de sustancias psicoactivas, pero que desde hace al menos 10 meses se encuentra en proceso de rehabilitación, sin consumir drogas ni tomar alcohol.

El funcionario del Gobierno nacional se expresó durante el evento Grandes Por Elección, organizado para promover la participación de los jóvenes en los Consejos Municipales y Locales de Juventud 2025. En este acto, que se efectuó en el estadio Édgar Rentería de la capital del Atlántico, los asistentes fueron testigos del testimonio del político, que de hecho se autocalificó como un “milagro de Dios”, en una lucha que está librando con este tipo de demonios.

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“Toda persona es digna de tener una segunda oportunidad. Dios existe. Yo soy un milagro de Dios. Yo en septiembre del año pasado (2024) no valía cero, ni nadie daba un peso por mí, ni en política, ni en la casa, ni en la calle. Y no solamente fue que me acogí a Dios, me liberé de muchos males viejos, ejemplo, la droga, la violencia. Pero lo que les quiero dejar bien claro es que Dios existe, apéguense, concéntrense", expresó el ministro de la política.

Es más, al escuchar un relato de uno de los presentes, que también está en recuperación, fue más allá. “Con las drogas, yo soy una persona rehabilitada”, remarcó Benedetti. “Cuando nuestro amigo hablaba de 27 días, yo le llevo una pequeña ventaja que son 10 meses. Pero él y yo sabemos que es solo por hoy. Ese es el día que tenemos que luchar”, acotó el político atlanticense, que es uno de los funcionarios más cuestionados por sus constantes escándalos.

Y continuó en su reflexión preguntándose cuánto tiempo están en soledad las personas consigo mismas. “Cero minutos. Todo el tiempo estamos corriendo, jugando, trabajando y nunca nos quedamos solos con nosotros mismos. Aprendan eso. Hablen con él, no es que necesitemos mucho tiempo, simno que desgastamos mucho tiempo, y por eso quería darles esa enseñanza, porque les insisto: yo soy un milagro de Dios”, agregó Benedetti en su aparición pública.

Frente a esta especie de confesión, la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal, que hace parte de las filas del Centro Democrático y que en sus redes sociales no dudó en señalar al excongresista por sus palabras. Sobre todo porque en su concepto sería una clara confesión de que ejerció cargos públicos cuando era consumidor asiduo de sustancias alucinógenas y alcohólicas que podrían afectar su desempeño como miembro del Estado.

“¿Entonces fue embajador de Petro en Caracas, ante la FAO y jefe de gabinete en condiciones de adicción? Muy difícil con el más alto nivel del Estado enajenado por el vicio. La Kakistocracia en su esplendor", afirmó Cabal en su perfil de X, en relación con la manera en que, siendo el titular del Gobierno de Colombia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, y el régimen de Nicolás Maduro, Benedetti estaba apegado a las drogas.

Es decir, con este término, Kakistocracia, Cabal calificó al actual Gobierno como un sistema en la que las personas más incompetentes, inmorales o sin escrúpulos son las que tienen el poder en sus manos. Una palabra que según su etimología procede de las griegas “kakistos” (peor) y “kratos” (gobierno), con lo que se resume como el “gobierno de los peores”; aplicada en este caso a Benedetti, que es la ‘voz de la consciencia’ del presidente Petro.

Cabe destacar que Benedetti estuvo como embajador de Colombia en Venezuela entre el 11 de agosto de 2022 y el 19 de julio de 2023, cuando se despidió de la sede diplomática; mientras que en la FAO entre el 8 de febrero de 2024 y 25 de noviembre de 2024; por lo que, a juzgar por lo dicho por el ministro, consumía drogas y alcohol siendo diplomático. Esto antes de asumir como jefe de despacho del Ejecutivo y, posteriormente, como jefe de la cartera del Interior.

En ese contexto, también es preciso decir el escándalo que lo sacude, tras lo sucedido el 30 de junio de 2024 con su esposa, Adelina Guerrero Covo: que habría sido víctima de maltrato por parte de Benedetti, durante una visita a Madrid (España), de acuerdo con reportes oficiales de una riña en una de las habitaciones de un prestigioso hotel. Aunque posteriormente la mujer negó los hechos, por este caso cursaba una investigación en la Cancillería contra el ministro.