Julián Trujillo habló de ‘La casa de los famosos’ y el origen de los choques con los otros participantes: “A mí me dio muy duro”

Julián Trujillo atraviesa uno de los momentos más activos y personales de su carrera. Tras terminar su participación en La casa de los famosos Colombia y alcanzar la gran final siendo superado únicamente por Karen Sevillano en la votación, el actor fue convocado para sumarse al elenco de la nueva versión de La hija del mariachi, donde interpreta al capitán Gregorio, un personaje marcado por el rigor y la soledad.

A la par, estuvo trabajando con María Cecilia Botero en la obra teatral Café sobre la mesa, que mezcla humor y drama, y se convirtió en padre de Lucía, fruto de su relación con Susana Rojas, que afrontó delicados problemas de salud que la mantuvieron en incubadora durante cerca de dos meses, producto de un nacimiento prematuro.

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En diálogo con Infobae Colombia, Trujillo contó su experiencia en La hija del mariachi, los rasgos que comparte con el capitán Gregorio (la soledad en particular), el modo en que esta afectó su experiencia en La casa de los famosos y sus proyectos.

Infobae: ¿Cómo llegó esta oportunidad de tener un papel en la nueva versión de La hija del mariachi?

Julián Trujillo: Siento que las oportunidades se van dando con la vida en sí, porque yo salí de La casa de los famosos y digamos que mi paso fue muy positivo tanto con el público que ve el canal como con la gente que trabaja en RCN. Entonces, apenas salí, ya me tenían un espacio ahí en la producción de La hija del mariachi.

Me llamaron y me preguntaron que si presentaba casting e inicialmente me tenían propuesto para hacer el Coloso, pero después decidieron verme en otro personaje. Presenté casting para el Mil Amores, que lo está interpretando Tuto Patiño, y luego terminé haciendo casting para Gregorio.

Yo digo que de pronto me vieron muy serio, porque Gregorio es serio. Es un personaje que desde la escritura está diseñado con esa forma de ser. Y me llamaron a hacer el casting. Fue muy bacano, porque yo siempre había deseado ser un policía, de ese tipo de policías que es implacable. Muy agradecido con la oportunidad, porque todo personaje es complejo, todo personaje es exigente, y este de verdad que lo es.

En la primera versión de La hija del Mariachi, el capitán Gregorio que interpretó Alberto Valdiri era una persona huraña, y aunque en este remake eso no cambia mucho, en este caso el papel lo interpreta un actor más carismático. ¿Cómo se equilibra esa necesidad de ceñirse al personaje y el atractivo en la pantalla?

Si te soy sincero, trato de no pensar mucho en el tema de tener enganche en la pantalla. Porque si yo me pongo a pensar en eso y digo “Ay Dios mío, ¿Será que lo estoy haciendo bien? ¿Será que lo estoy haciendo mal? ¿Será que la gente le va a gustar o no?“.

Yo más bien lo que hago, o lo que intento, es entregarme 100% al personaje, y generar una especie de empatía con el personaje. Si yo como actor tengo empatía con mi personaje, muy probablemente eso se va a transmitir al público.

Y sí, efectivamente el personaje inicialmente lo hizo Alberto Valdiri, un actorazo que en paz descanse. Y esa fue una de las cosas que yo dije “uy, ¡que honor!“. Era un personaje muy serio, muy rígido también en la primera versión, aunque tenía momentos en donde tenía una que otra salidita rara, que esto no lo tiene este Gregorio.

¿Cuál es la diferencia fundamental entre ambos Gregorios?

Tiene momentos muy tiernos. Intenté hacer que este Gregorio tuviera dos momentos: su momento profesional en el comando, y su momento personal, su vida privada. A veces está esa sensación de que uno en el trabajo muestra una máscara de fortaleza, de ser líder, de mandar, de dar órdenes, de ser duro o implacable. Pero, la realidad es que Gregorio es muy dulce. Es un tipo muy bueno que puede llegar a ser muy tierno. Y es una ternura que siento que tengo yo con mis personajes.

¿Cuál es el aspecto con el que más se siente identificado con el capitán?

Gregorio es implacable en lo que hace, lo cual significa que es muy pasional. Se apasiona mucho con lo que hace, con su trabajo. Es algo que a mí también me pasa mucho en la actuación. Soy muy apasionado con lo que hago y entonces mi vida empieza a girar alrededor de lo que estoy haciendo. Te estoy hablando de que si ahorita estoy interpretando a un policía, estoy averiguando todo lo que es ese universo. Cómo funcionan, cómo hablan, qué se dicen, que no se dicen, cómo se tratan, cuáles son los rangos, cuáles son las comunicaciones que tienen ellos, cómo se hace un operativo de búsqueda y captura... yo me meto mucho en todos esos universos.

Y Gregorio es igual. Él y Guadalupe, que es el otro personaje que hace Sofía Lama. Son estos dos policías detrás de Emiliano Sánchez Gallardo, casi obsesionados. Ella más que él. Son de estos policías que quieren hacer las cosas lo mejor posible, que todavía creen en la justicia y en el debido proceso.

Soy implacable como Gregorio, soy apasionado como Gregorio, soy malgeniado como Gregorio. Ahorita no lo hemos visto tan malgeniado, pero es porque no se le ha escapado Sánchez Gallardo. No ha estado en tantos operativos. Pero cuando las cosas salen mal, Gregorio se frustra, Se frustra mucho.

También hay una cosa que es fundamental, y es que yo digo que para tener el personaje claro, debo tener la capacidad de definirlo en una palabra. A Gregorio, si tú le quitas todas las capas de que es el policía, en el fondo es una persona muy solitaria, muy solitaria. Lo vamos a ver que él tiene una causa de por qué es solitario, y a veces un poco también desconfiado.

Algo que suele pasar con los que se dedican a cualquier rama del arte, es que suelen estar muy influidos por su entorno, especialmente la familia. Sus padres son abogados. En su caso particular, ¿Cómo se puede cultivar esa inquietud por algo artístico en un contexto que no necesariamente le incentivaría a seguir ese camino?

Es muy interesante. Hay muchos pelados hoy en día que dicen “bueno, pero es que mis papás hacen esto y yo debo seguir también eso que hacen”. Y no siempre es así. Mis papás, sí, son abogados, y para ser abogado a veces hay que ser muy rígido en muchas cosas, no lo vamos a negar.

Pero, a pesar de que estaban en ese universo, siempre apostaron a que yo jugara mucho. Desde que yo tengo memoria, siempre estuve rodeado de juegos de mesa, y yo fui este pelado que si se podía, yo decía “quiero cursos de canto”, me metían hasta a hacer cerámica, a pintar o lo que fuese. Y todo eso es muy importante porque eso desarrolla la creatividad.

Le apostaron a que yo desarrollara mi creatividad desde el juego, y cuando tú tienes mucha creatividad, el juego se te desarrolla mucho la imaginación, y la imaginación es soñar. También estaba la conexión y el amor que me inculcaron por el cine, porque esa es una de las pasiones de mis papás. Entonces, cuando tú juntás creatividad, imaginación, juego y cine, pues es muy probable que te salga un actor.

O un artista, en general

Exacto. Entonces, yo creo que ellos no es que mis papás lo hayan pensado directamente. Simplemente se juntó una pasión de ellos, que es el cine, se juntó el juego, que era algo que ellos consideraban que era muy importante para mi crecimiento y mi desarrollo, y se convirtió en una imaginación en donde conecté con cosas muy bonitas y terminé haciendo lo que hago hoy en día.

Hace un rato hablaba de la soledad y se identificaba con ese rasgo de personalidad. ¿Cómo fue lidiar con ella en un entorno como el de La casa de los famosos, tan acostumbrada a ese contacto con otros y a interacciones constantes, muchas veces dictadas por una producción?

Durísimo, porque se supone que en la casa todo el mundo tiene que estar en sociedad, de alguna manera. Está el que habla más, el que comparte más, el que tiene la personalidad más divertida... Y yo normalmente tiendo a ser muy calmado, y hasta muy callado y muy analítico con todas las cosas.

Entonces yo tuve un choque, y fue de los choques más duros, porque hubo participantes del otro bando que me decían “pero Juli, ¿por qué no hablas?, ¿por qué no compartes? ¿por qué no estás ahí?. Yo decía “es que yo soy así”.

Te voy a ser muy sincero. A veces, me gusta ser el centro de atención y puedo ser lo más extrovertido posible, pero hay momentos en donde me encanta ser introvertido y no estar en ese ámbito de estar hablando todo el tiempo y de estar generando polémicas.

A mí me dio muy duro, y me significó varias peleas, me significó que compañeros hablaran de mí diciendo que yo era raro, que era diferente, que algo me escondía o que yo era maquiavélico, que yo era malo.

Hay un tema y es que al principio yo andaba con gafas oscuras, como tapado. Pero entonces la gente decía “es que este man es raro porque es que este mantiene gafas y este man está escondiendo algo”. Yo tengo los ojos verdes, y las personas que tienen los ojos verdes sufrimos mucho ante la luz. De hecho, yo aquí tengo un aro de luz y ahorita ya tengo los ojos rojos. ¡Imagínate en la casa!

De pronto no se ve por tiro de cámara, pero la casa arriba todo era luz, tenían puras luces. Entonces, meter las luces 24/7, hermano, me tenían los ojos reventados. Me puse las gafas y empezaron a decir que yo me creía no sé qué.

La moraleja con todo esto, es que la gente debe conocer un poquito más a la persona antes de hablar, porque muchas de las cosas que uno se imagina que pasan en la vida o que están pasando, no están pasando en realidad. Y por eso tuve muchos inconvenientes, por esa forma de ser. Y no me arrepiento. Soy lo que soy y me encanta ser lo que soy. Me encanta. Y está muy bien.

¿Y esa soledad cómo se presenta y se aborda en el plano familiar, particularmente con la llegada de su hija? ¿Siente que ha variado en algo?

No, yo creo que sigo igual. Soy un hombre de muy pocos amigos y soy un hombre de gustos simples. Para mí la felicidad puede estar viéndome una película y ya. Y tiendo a ser muy independiente en muchas cosas. O sea, si yo estoy viendo una película acá en mi casa, con mi familia, estoy con Susana, estoy con Lucía, y se quedan dormidas, yo sigo viendo la peli tranquilo y no pasa nada. Disfruto mi soledad, disfruto mis espacios. Tampoco tengo la necesidad de estar ahí, alrededor de mucha gente y hablando muchas cosas. Cuando quiero hablar, hablo y me tomo la palabra y me vuelvo el más hablador del mundo. Y me encanta.

¿Qué nos puede contar de su experiencia como padre?

Mi hija es de las cosas más maravillosas que me ha pasado en la vida. Lucía está creciendo. Ya está en un momento donde está reconociendo todo, se está riendo, ya reconoce a mamá, reconoce a papá. La ropita ya le está empezando a quedar pequeña, entonces toca comprar más ropita porque está creciendo muy rápido.

Estamos viviendo un momento muy bonito, y creo que sí te cambia mucho la vida y la perspectiva de muchas cosas que antes pensabas del nacimiento, desde antes del nacimiento y ahora. La vida es otra, encuentras cosas muy bonitas con tus hijos. Descubres, no el amor verdadero, sino un amor mucho más profundo. Pero también descubres miedos más profundos. Con las dos cosas se viven.

Y las dos cosas las han vivido con ella, claramente

Sí, obviamente. Lucía estuvo 53 días en cuidados intensivos. No fue fácil, pero lo que tengo que decir respecto a eso es que Dios nos dio mucha tranquilidad y mucha fortaleza. De alguna manera sí, sufrimos y nos dolió, pero no fue algo que nos marcara significativo en la vida. Ya pasó, y estamos bien.

Bueno, eso es lo importante. Sí, bueno, Juli, para ir cerrando esto, bueno, ya está emitiéndose la hija del mariachi. ¿Qué proyectos vienen ahora que sigue para en su carrera?

Hay muchos proyectos que se están construyendo ahorita. No tiendo a hablar mucho de lo que se viene, es como un postulado en mi vida. Pero sé que se vienen cosas, ya te vas a ir enterando de cosas.

Hay algo que sí quiero retomar mucho y es la escritura de guion, porque me gusta y porque sé que hay posibilidades de proyectos ahí. En cuanto a televisión, cine y teatro, hay posibilidades también de las tres. Lo que se viene es trabajo, y eso es una bendición. Hay que esperar, porque siempre lo más importante en el trabajo del actor es la paciencia.

¿Algunas de estas cosas las vamos a ver en lo que queda de 2025 o habrá que esperar hasta el próximo año?

La escritura de guion la voy a arrancar cuando termine La hija del mariachi. Eso es demorado, porque empieza en 2025, y es un proyecto que puede ir hasta el 2026 o 2027, o hasta un poco más. Si me preguntas por un personaje, yo creo que quizá lo que más se aproxima ahorita en este momento es teatro.