Habló padre de niña de dos años abusada y asesinada en Medellín: “No se lo deseo a nadie”

Medellín atraviesa momentos de profundo dolor e indignación tras la muerte de Amaia, una niña de apenas 2 años, cuyo fallecimiento expuso un presunto caso de maltrato infantil y abuso sexual que ha estremecido a la comunidad y puesto en alerta a las autoridades locales.

Los hechos que rodean la tragedia comenzaron cuando la menor fue llevada a la Unidad Intermedia de San Javier, en el occidente de la capital antioqueña.

Según se ha establecido, el padrastro de la menor fue quien la trasladó al centro asistencial, argumentando que la niña había sufrido una caída mientras estaba bajo su cuidado, junto a su hermano mayor, un niño de 5 años.

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Sin embargo, los profesionales de la salud que atendieron a Amaia advirtieron señales preocupantes.

Aunque el padrastro informó que se trataba de un accidente doméstico, el personal médico determinó que la menor presentaba múltiples hematomas en distintas partes del cuerpo, por lo que su fallecimiento no fue certificado como muerte natural.

Esta circunstancia activó de inmediato los protocolos judiciales para esclarecer las causas de su deceso.

De acuerdo con la versión entregada por Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, en declaraciones a medios de comunicación, se confirmó que la menor no solo presentaba signos de violencia física sino también indicios de abuso sexual, información que agravó aún más la consternación ciudadana.

Gutiérrez calificó el caso como un homicidio y pidió la captura de los responsables, a quienes calificó como un peligro para la niñez de la ciudad.

En medio de este contexto, Alexáder Montoya Jaramillo, padre biológico de Amaia, relató su experiencia al medio local Telemedellín.

Según narró, fue informado de la situación mientras se encontraba bajo custodia policial, un procedimiento que, explicó, tenía como fin su protección y la recolección de información sobre el caso.

Montoya expresó su desconcierto ante la noticia y manifestó la inmensa tristeza que le embarga, al tiempo que reclamó justicia para su hija y solicitó a las autoridades la pronta captura del padrastro, a quien responsabiliza de lo sucedido.

“Un policía me dijo que lo acompañara, me arrestaron; yo no sabía por qué, estaba confundido, y ya en el CAI me dijeron que no estaba detenido, que era un procedimiento de protección y me iban a hacer una investigación de lo que había pasado”, contó Alexánder en el medio de comunicación.

Tras conocerse los hechos, el hermano mayor de Amaia fue puesto bajo custodia de la Comisaría de Familia de Permanencia, con el objetivo de garantizar su protección mientras avanzan las investigaciones.

El niño se encontraba también al cuidado del padrastro en el momento en que ocurrieron los hechos. Montoya pidió la captura del padrastro.

“Que se haga una captura lo más pronto posible, porque personas así como él no pueden estar en la calle; si la niña fue víctima, puede ser víctima otro niño”, agregó Montoya, quien se mostró emocionalmente afectado: “un vacío, un desaire que no se lo deseo a nadie, eso es muy duro”.

El drama familiar tiene como telón de fondo el barrio El Corazón, una zona ubicada en los límites entre la comuna 13 y el corregimiento de Altavista, desde donde fue trasladada la menor hasta el centro médico.

Mientras las autoridades adelantan las pesquisas para esclarecer la muerte de Amaia y determinar responsabilidades, la comunidad de Medellín acompañó a la familia en el último adiós. Decenas de personas se congregaron en el cementerio Campos de Paz, al sur de la ciudad, para despedir a la pequeña en medio de un emotivo acto en el que los globos blancos se elevaron como símbolo de un clamor colectivo por la justicia y la protección de los niños.

La Fiscalía, la Policía Metropolitana y la administración municipal trabajan de forma conjunta para dar con el paradero del presunto responsable y esclarecer cada detalle de este caso que ha generado conmoción y reaviva la discusión sobre la necesidad de reforzar la prevención del maltrato infantil y los mecanismos de denuncia y acompañamiento a las familias vulnerables en la ciudad.