Más de 30 municipios de Boyacá en alerta por el invierno: tras más de 20 horas seguidas de lluvias tuvieron que abrir una represa para evitar desbordamientos

Los habitantes de 36 municipios boyacenses se enfrentan al aislamiento, deslizamientos y colapso de vías e infraestructuras por las intensas lluvias, mientras autoridades y comunidades luchan por recibir ayuda

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El municipio permanece sin acceso
El municipio permanece sin acceso terrestre ni fluvial tras más de 20 horas de precipitaciones, con familias evacuadas, infraestructura destruida y una crisis humanitaria que supera la capacidad de respuesta local - crédito Sergio Acero / Colprensa

“Estamos completamente encerrados”, denunció Rubén Darío González, alcalde de Santa María, de Boyacá, refiriéndose al drama que afecta a esta población y decenas de localidades del sur de ese departamento.

La persistencia de lluvias en la zona, sumada a complicaciones en vías esenciales, ha generado una crisis sin precedentes recientes, con impactos sobre miles de habitantes que dependen de una infraestructura colapsada y sometida a deslizamientos continuos.

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La emergencia invernal mantiene a 36 municipios en alerta roja y ha desencadenado bloqueos, evacuaciones y severos daños tanto humanos como materiales.

La temporada de lluvias que, según el Ideam, permanecerá activa durante julio, ha resultado en la pérdida de conectividad terrestre y riesgo creciente para las familias rurales.

Las provincias de Lengupá, Oriente, Neira, Márquez y La Libertad concentran el grueso de los incidentes.


La persistencia del mal tiempo
La persistencia del mal tiempo y el colapso de carreteras han dejado a decenas de localidades en emergencia, mientras líderes locales exigen atención urgente y medidas definitivas para enfrentar el impacto climático - crédito Colprensa

El director de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo, Jaisson Carreño, describió la situación como “la época más aguda de lluvias” en la historia local.

Ya habíamos tenido afectaciones en la temporada bimodal, y ahora, en este periodo monomodal, estamos registrando emergencias de gran magnitud”, declaró Carreño a La W Radio.

El municipio de Santa María ejemplifica la gravedad del panorama: un deslizamiento de aproximadamente doscientas hectáreas ocasionó un represamiento parcial del río Lengupá, situación que conllevó la evacuación de ocho familias cuyas viviendas presentaron daños estructurales mientras otras 37 se vieron afectadas indirectamente, sumando 45 núcleos familiares perjudicados.

Es importante aclarar que el represamiento es parcial, lo que permite el flujo del río y evita, por ahora, una avenida torrencial”, explicó Carreño al medio mencionado.

El despliegue de maquinaria amarilla, según detalla el medio, tardó cinco días en acceder al sector, dato que expone la dificultad del terreno bajo estas condiciones extremas.

Las afectaciones viales representan uno de los desafíos más críticos. La Transversal del Sisga permanece cerrada entre Santa María y San Luis de Gaceno debido a las crecientes súbitas en diversos puntos del represamiento.

En la ruta Garagoa–Tibaná, los desprendimientos de rocas son constantes y la remoción se ha visto ralentizada por la lluvia persistente. En la zona del Cusiana, específicamente a la altura de Pajarito, los trabajos de mitigación por parte de Invías buscan contener los flujos de lodo que amenazan la seguridad de la vía.

Comunicado de la Gobernación de
Comunicado de la Gobernación de Boyacá por emergencias por lluvias (Crédito: Gobernación de Boyacá)

La situación se agravó cuando Santa María quedó aislada tras más de veinte horas continuas de precipitaciones.

A diferencia del año pasado, donde al menos se podía hacer transbordo por el embalse, hoy no hay paso posible”, testimonió el alcalde González, añadiendo que este año la represa de Chivor alcanzó niveles máximos y aumentó su rebose, lo que derivó en afectaciones adicionales sobre la vía nacional en Puente Muros.

El cierre de la Transversal del Sisga, especialmente en el sector Piedra Campana donde el río Lengupá se desbordó y dañó el puente, dejó a la población completamente incomunicada. Además, un represamiento en la vereda Planadas acumuló agua durante más de diez días, elevándose siete metros por encima de los niveles habituales y colapsando, al menos, un puente más en el área.

El impacto sobre la economía rural ha sido devastador. El reporte de la alcaldía indica que, al menos, cincuenta familias de la vereda Planadas han visto sus viviendas y medios de vida arrasados por inundaciones.

Los pastos quedaron destruidos, lo que dejó a unas cuatrocientas cabezas de ganado sin alimentación. González, en diálogo con La W Radio, destacó la urgencia.

“Necesitamos con urgencia alimentos para la población rural y concentrado para el ganado de engorde, porque el campesino de esta zona vive de la producción de leche y carne”.

A pesar de la llegada de seis toneladas de víveres enviadas por el Grupo Energía de Bogotá y otras 2.5 toneladas suministradas por la Gobernación de Boyacá, las necesidades superan ampliamente los recursos alcanzados hasta ahora.

El colapso de vías y puentes, sumado a la insuficiencia de recursos, evidencia la urgencia de soluciones estructurales para enfrentar emergencias climáticas que superan la capacidad local y amenazan la economía rural - crédito Última Primicia / Facebook

La colaboración interinstitucional se concreta en el llamado a empresas privadas y entidades solidarias para organizar donaciones que, por la falta de acceso, deben entregarse en puntos seguros o coordinarse para traslado aéreo cuando lo permitan las condiciones meteorológicas.

En este contexto, la Gobernación de Boyacá ha extremado la vigilancia. “Seguimos en alerta roja en algunas zonas, alerta naranja en otras, y trabajando sin pausa para garantizar atención oportuna. Esta situación exige una respuesta integral y sostenida”, finalizó el director de Gestión del Riesgo departamental, según declaraciones recogidas por La W Radio.