Este municipio de Cundinamarca está nominado por la ONU como uno de los más bellos del mundo

El municipio, que se encuentra a una altitud promedio de 2.595 metros sobre el nivel del mar y disfruta de una temperatura anual cercana a los 14 °C, fue fundado formalmente en el 1600 d.C.

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Situado a 45 kilómetros al
Situado a 45 kilómetros al noreste de Bogotá, en la provincia de Almeidas, Sesquilé combina un legado histórico de profundo arraigo indígena con paisajes que reúnen páramos, montañas y cuerpos de agua de gran valor ambiental - crédito Wikipedia

El municipio de Sesquilé, ubicado en el departamento de Cundinamarca, ha sido incluido entre los candidatos destacados para la edición 2025 de los Best Tourism Villages, un reconocimiento que otorga ONU Turismo a comunidades rurales de todo el mundo que se destacan por su riqueza cultural, natural y su compromiso con prácticas de turismo sostenible.

Situado a 45 kilómetros al noreste de Bogotá, en la provincia de Almeidas, Sesquilé combina un legado histórico de profundo arraigo indígena con paisajes que reúnen páramos, montañas y cuerpos de agua de gran valor ambiental. El municipio, que se encuentra a una altitud promedio de 2.595 metros sobre el nivel del mar y disfruta de una temperatura anual cercana a los 14 °C, fue fundado formalmente en el año 1600.

Sin embargo, su historia se remonta a la época precolombina, cuando formaba parte de la Confederación Muisca como uno de los once poblados del clan de Guatavita.

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Un nombre con historia y significado profundo

Con una cumbre principal de
Con una cumbre principal de 3.200 metros de altitud, el cerro ofrece vistas amplias de la sabana de Bogotá, el embalse de Tominé y otros ecosistemas circundantes - crédito Wikipedia

El nombre “Sesquilé” proviene del idioma muisca y se interpreta como “Boquerón de la arroyada” o “Agua Caliente”, denominación que evidencia la relación de este territorio con los recursos hídricos y su herencia cultural. Durante la época prehispánica, la comunidad explotaba recursos minerales como carbón y sal, actividad que se mantuvo durante la colonización española y continuó en los periodos republicanos hasta la construcción del Embalse de Tominé, uno de los principales reservorios de agua de la región.

Uno de los sitios más emblemáticos de Sesquilé es la Laguna de Guatavita, famosa por su vínculo con la leyenda de El Dorado. Este cuerpo de agua sagrado fue escenario de ceremonias rituales de los muiscas para la investidura de sus líderes, quienes se cubrían de oro y depositaban ofrendas en sus aguas. Hoy la laguna, rodeada por un ecosistema de bosques nativos y páramos, forma parte de una reserva protegida y recibe a visitantes que realizan recorridos guiados para conocer la historia y el entorno natural.

Laguna de Guatavita en Sesquilé
Laguna de Guatavita en Sesquilé - crédito Colprensa

Además de este símbolo ancestral, Sesquilé cuenta con otros espacios de gran atractivo para turistas nacionales y extranjeros. Entre ellos se destaca el Cerro de las Tres Viejas, una formación montañosa que, según la tradición muisca, resguarda la energía femenina del territorio.

Con una cumbre principal de 3.200 metros de altitud, el cerro ofrece vistas amplias de la sabana de Bogotá, el embalse de Tominé y otros ecosistemas circundantes. La ruta de ascenso se distribuye en varias etapas que permiten a los caminantes conocer su biodiversidad, donde habitan especies como zorros, lechuzas, colibríes y águilas.

El Embalse de Tominé, por su parte, desempeña un papel clave en la regulación hídrica y energética de la región. Con una extensión de 18 kilómetros de largo, una profundidad promedio de 50 metros y capacidad para cerca de 690 millones de metros cúbicos de agua, abastece parte del consumo de Bogotá y sirve como escenario para actividades de ecoturismo y deportes náuticos. La zona dispone de marinas, clubes deportivos y espacios para paseos en velero, kayak, esquí acuático y excursiones hacia su isla central.

Vista de la zona general
Vista de la zona general de Sesquilé - crédito Wikipedia

A esta oferta natural se suma la arquitectura colonial de la Capilla de Los Dolores, que preserva elementos decorativos originales, y la presencia de iniciativas locales como el mercado campesino mensual y festivales musicales que fortalecen la identidad cultural. El municipio también promueve su vocación artesanal y mantiene una estrategia de protección ambiental que le ha valido el reconocimiento como “Municipio Verde”.

Con su inclusión en la lista de nominados a los Best Tourism Villages de ONU Turismo, Sesquilé consolida su proyección internacional como un destino que integra conservación, historia y actividades sostenibles, reforzando la apuesta de Colombia por visibilizar sus comunidades rurales como motores de desarrollo responsable y guardianes de tradiciones ancestrales.