Así fue como un comparendo llevó a la captura de los implicados en el atentado contra Miguel Uribe Turbay

Una infracción vial permitió a la Fiscalía identificar a los responsables del ataque frustrado contra el precandidato presidencial, revelando una organización delictiva estructurada y facilitando la captura de alias el Costeño y otros implicados

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La Fiscalía capturó a alias
La Fiscalía capturó a alias el Costeño, cabecilla de la red criminal detrás del ataque frustrado al precandidato presidencial - crédito Policía Nacional

Un comparendo por infringir normas de tránsito fue la pista clave que permitió avanzar en la investigación del atentado fallido contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. Gracias a la revisión de cámaras de seguridad y al cruce de datos con las autoridades de tránsito, la Fiscalía logró identificar y capturar a varios de los responsables, entre ellos alias el Costeño, señalado como el cabecilla de la red criminal.

El ataque, que generó alarma nacional por tratarse de un intento de asesinato contra un aspirante a la Presidencia de la República, fue frustrado, pero dejó al descubierto una organización delictiva estructurada y meticulosamente coordinada.

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Desde la selección del sicario —un menor de edad— hasta la planificación del escape, los responsables diseñaron un operativo que creyeron hermético. Sin embargo, no contaban con que un comparendo por llevar las placas ocultas en uno de los vehículos usados sería la punta del hilo que desenredaría todo el entramado.

Este es el organigrama criminal
Este es el organigrama criminal detrás del atentado contra Miguel Uribe Turbay - crédito redes sociales/Policía Nacional

Con base en la información recolectada por los investigadores, uno de los vehículos involucrados en el plan de fuga fue captado por múltiples cámaras de seguridad. Se trata de un Volkswagen azul con placas NAP 202, un dato que fue confirmado posteriormente por Katerine Andrea Martínez Martínez, alias Andrea, una de las implicadas y hoy procesada por su participación en el atentado.

“Andrea” no solo confirmó el modelo y color del vehículo, también detalló quiénes lo conducían y cómo fue usado el día de los hechos. En su declaración ante la Fiscalía, relató que tuvo contacto directo con Elder José Arteaga, alias El Costeño, con el menor que ejecutó el ataque, con el conductor —de nacionalidad venezolana— del carro Spark gris y con un hombre identificado como William, presunto hermano de “El Costeño”.

“Después de los hechos tuve contacto con Elder y el hermano, a quien conozco como Juan, ya que él me dio ese nombre, pero por lo que escuché creo que se llama William”, aseguró alias Andrea en su testimonio.

Según su descripción, “el hermano de Elder mide como 1:60 de altura, es gordo, es panzón, casi no tiene cabello es un poco calvo, tiene barba poblada corta y perfilada, él tiene una cicatriz como horizontal en la cara en una mejilla, tiene labios delgados, cejas no tan pobladas, ojos color café, tiene la nariz un poco desviado el tabique siempre anda con gorra y se llama o le dicen Juan”. Información que posteriormente fue cruzada con registros y verificada mediante reconocimiento visual.

El comparendo como prueba determinante

El vehículo azul, pieza central en el intento de fuga, no solo fue visto en las cámaras sino que además había recibido varios comparendos, uno de ellos por circular con las placas tapadas, una infracción que coincide exactamente con lo observado por los investigadores al revisar los videos del día del atentado.

Este detalle fue determinante para corroborar las declaraciones de alias Andrea y ubicar con precisión tanto al vehículo como a su conductor, lo que permitió avanzar rápidamente en la individualización de los implicados.

Este hallazgo le permitió a la Fiscalía establecer una conexión directa entre el vehículo captado por las cámaras y el entorno de alias el Costeño. A partir de ahí, se trazó una línea investigativa que desembocó en varias capturas clave.

La estructura del plan

“El Costeño”, actualmente detenido, fue identificado como el principal articulador del ataque: coordinó al menor de edad que disparó, gestionó la logística del desplazamiento, y organizó los pasos de la fuga. La organización operaba con roles definidos y contaba con una red de apoyo que incluía vehículos, rutas de escape y puntos de encuentro.

Los investigadores lograron establecer que el hermano del “Costeño” también había sido multado anteriormente con el mismo vehículo, lo cual consolidó aún más su participación en el atentado. Esto permitió a las autoridades judiciales solicitar su captura y procesarlo como parte activa del complot criminal.