Perro antiexplosivos salva a pelotón y campesinos en ataque del ELN en Antioquia, perdió una pata

La instalación de artefactos en caminos transitados por civiles y militares evidencia la amenaza constante que enfrentan las poblaciones rurales y la Fuerza Pública en Colombia debido a la violencia de grupos armados

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El perro belga malinois resultó
El perro belga malinois resultó gravemente herido al cumplir su misión de detectar explosivos, acción que permitió salvar la vida de decenas de soldados y habitantes rurales en una zona afectada por el conflicto armado - crédito Ejército Nacional

El soldado profesional Carlos Eduardo Beleño González no puede olvidar el momento en que su compañero más leal, un perro belga malinois de cinco años llamado Sansón, arriesgó todo por salvar a su pelotón.

Los grupos armados no miden el impacto de su intención de afectar a la tropa”, afirmó el guía de Sansón, mientras sostenía la mirada, aún marcada por el dolor.

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La frase, pronunciada tras la explosión que cambió la vida de ambos, resume la crudeza de un conflicto en el que los artefactos explosivos improvisados no distinguen entre soldados, campesinos o animales.

La mañana del jueves 10 de julio, hacia las 10:00 a. m., una fuerte detonación sacudió la vereda La Raya, en jurisdicción del municipio de Yondó, departamento de Antioquia.

Un pelotón del Ejército Nacional realizaba operaciones de reconocimiento y control territorial cuando una nube negra cubrió el área, señalando el peligro latente que representa la presencia de explosivos en la región.

La historia del perro antiexplosivos
La historia del perro antiexplosivos que salvó vidas en Yondó revela la crudeza de la violencia y la urgencia de proteger a quienes enfrentan riesgos en zonas rurales afectadas por el conflicto - crédito Ejército Nacional

El artefacto había sido instalado por integrantes del Frente Édgar Amílkar Grimaldo Barón, perteneciente al Grupo Armado Organizado (GAO) ELN, en un punto de alto tránsito comunitario.

En medio del caos, el soldado Beleño González buscaba desesperadamente a Sansón, su binomio canino y compañero inseparable en las labores de detección de explosivos.

El perro, entrenado como parte del protocolo del grupo Exde, había activado el artefacto mientras cumplía con su misión. Arrastrándose entre la maleza, con una de sus patas destrozada, Sansón respondió al llamado de su guía.

Su acción, resultado de meses de entrenamiento y de un instinto protector inquebrantable, salvó la vida de los 36 soldados presentes, así como la de decenas de campesinos que transitan diariamente ese sendero para movilizar su ganado.

La instalación del explosivo en un camino frecuentado por la comunidad constituye una violación flagrante del derecho internacional humanitario.

La instalación de artefactos por
La instalación de artefactos por el GAO ELN en Antioquia expone a civiles y militares, evidenciando la necesidad de fortalecer la protección y el respeto al derecho internacional humanitario - crédito Ejército Nacional

La utilización indiscriminada de artefactos explosivos improvisados no solo pone en riesgo a la Fuerza Pública, sino que amenaza a cualquier ser vivo que transite por el área. “El artefacto habría sido instalado por integrantes del Frente Édgar Amílkar Grimaldo Barón, del GAO ELN, en un punto de alto tránsito comunitario”, detalló el medio colombiano, subrayando la gravedad de la situación.

La elección del lugar no fue casual: se trata de un sendero utilizado tanto por militares como por campesinos, lo que multiplica el potencial de daño y demuestra la falta de consideración por las consecuencias de estos actos.

Sansón, que había sido entrenado desde los tres años de vida por el propio Beleño González, cumplió con su deber hasta el último momento.

La explosión que le destrozó la pata marcó el final de su carrera como canino antiexplosivos, pero no el de su legado. Actualmente, el perro se recupera en una clínica veterinaria especializada, acompañado por su guía, que no se ha separado de él durante el proceso de rehabilitación. El vínculo entre ambos, forjado durante más de 18 meses de servicio conjunto, es un testimonio de la lealtad y el sacrificio que caracterizan a los binomios caninos del Ejército Nacional.

El caso del can del
El caso del can del Ejército Nacional simboliza la entrega silenciosa de quienes arriesgan todo, mientras la violencia de los grupos armados sigue condicionando la vida en regiones rurales - crédito Ejército Nacional

La historia de Sansón ha trascendido el ámbito militar para convertirse en símbolo del heroísmo silencioso con el que los miembros de la Fuerza Pública enfrentan los riesgos del conflicto armado en Colombia. “Esta acción salvó la vida de los 36 soldados, así como la de decenas de campesinos que transitan diariamente ese mismo sendero para movilizar su ganado”, relató el soldado Beleño González.

La recuperación de Sansón en la clínica veterinaria es seguida de cerca por sus compañeros de pelotón y por la comunidad local.