Así era la vida de Lorena Rodríguez, la colombiana que se sometió a la primera cirugía contra la depresión en Colombia: “Perdí la motivación”

La joven de Garagoa, Boyacá, se convirtió en la primera paciente en Colombia en recibir una cirugía de Estimulación Cerebral Profunda para tratar la depresión resistente, en el Hospital Internacional de Colombia, en Santander

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A pesar de tener una
A pesar de tener una prominente vida profesional, sus problemas de depresión la llevaron a pesar en lo peor - crédito imagen ilustrativa Infobae

El 9 de abril marcó un hito en Colombia: por primera vez, se realizó una cirugía de Estimulación Cerebral Profunda (DBS, por sus siglas en inglés) como tratamiento para la depresión resistente.

En el Hospital Internacional de Colombia (HIC), ubicado en el departamento de Santander, Lorena Rodríguez Moreno se convirtió en la primera paciente del país en someterse a este procedimiento, según detalló el propio centro.

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De acuerdo con lo narrado por la propia Rodríguez Moreno en medio de declaraciones recopiladas por Vanguardia, la intervención era la última opción luego de años enfrentando un trastorno que había transformado cada aspecto de su vida.

Desde los 17 años, la joven oriunda de Garagoa, Boyacá, sufrió episodios de depresión y ansiedad que progresivamente le robaron la energía y la capacidad de disfrutar lo cotidiano.

La cirugía es pionera en
La cirugía es pionera en el mundo, pero no es muy conocida en Colombia - créditos @mediclinicalfoto/IG y @williamcontrerasneurocx/IG

Tras recurrir sin éxito a diversos tratamientos, tanto psicológicos como psiquiátricos y alternativos, el cansancio y la desesperanza predominaron. Según relató, ni cambios de medicamentos, ni múltiples especialistas, ni terapias alternativas lograron revertir la situación.

Terapias psicológicas, cambios de médicos, terapias alternativas, y una larga lista de psiquiatras y fármacos que mi cuerpo terminaba rechazando. Pero nada funcionaba. Me sentía atrapada en un túnel sin salida”, señaló la mujer.

La recaída más severa ocurrió en diciembre de 2024 cuando Rodríguez Moreno “tocó fondo”, según describió, lo que la llevó a enfrentarse a una incapacidad total para desarrollar las acciones más simples del día a día.

Fue entonces cuando surgió la opción de acceder a una cirugía pionera en Colombia, realizada por un equipo multidisciplinario del HIC liderado por el neurocirujano William Contreras e integrado por especialistas en neurología, psiquiatría, neuropsicología, epidemiología y electrofisiología, como la doctora Paula Millán y el doctor Juan Esteban Rosales.

La operación se llevó a
La operación se llevó a cabo en el Hospital Internacional de Colombia (HIC), situado en Bucaramanga, Santander - créditos @mediclinicalfoto/IG | @williamcontrerasneurocx/IG | Hospital Internacional de Colombia - HIC /Facebook | Imagen ilustrativa Infobae

El procedimiento al que fue sometida consiste en la implantación de electrodos directamente en áreas específicas de su cerebro. Estos electrodos se conectan internamente a una batería, similar a un marcapasos, colocada en la región pectoral. Los impulsos eléctricos emitidos buscan regular la actividad cerebral alterada por la depresión.

Rodríguez Moreno relató que la cirugía, que duró cerca de seis horas, se realizó con ella despierta. Explicó que la experiencia le resultó sorprendente, como si su mente estuviera siendo reprogramada, y destacó el avance de la ciencia para ofrecer alternativas concretas ante esta enfermedad.

El proceso de preparación para la cirugía tomó cerca de dos años e incluyó evaluaciones exhaustivas por parte del equipo médico, que, según palabras de la paciente, actuó con rigor profesional y humanidad.

Nunca me vieron como un diagnóstico, sino como una persona”, señaló Rodríguez Moreno al describir el trato recibido en el hospital.

“Estuve seis horas despierta durante la cirugía. Superó toda la ficción. Sentía que mi mente estaba siendo reprogramada. Es increíble cómo la ciencia ha llegado tan lejos. Nunca imaginé que el cambio fuera posible”, añadió la joven.

A tres meses de la intervención, la paciente reportó cambios positivos en su vida cotidiana. Según sus declaraciones, ha logrado recuperar el interés por actividades simples que sentía perdidas: salir a un centro comercial, comprar un helado, maquillarse o vestirse con ilusión.

Aunque los especialistas advierten que los resultados completos del procedimiento pueden requerir hasta dos años para manifestarse plenamente, para Rodríguez Moreno cada avance representa un motivo de celebración. Manifestó sentirse capaz de retomar proyectos personales, desde estudiar y trabajar hasta abrirse al amor, experiencias que tiempo atrás parecían inalcanzables.

“Volví a querer salir a un centro comercial, a comerme un helado. Volví a maquillarme, a vestirme con ilusión. Es como si me hubieran dado una segunda oportunidad. Es volver a nacer”, señaló Rodríguez.

Rodríguez Moreno destacó la importancia de hablar sobre los trastornos mentales y buscar ayuda profesional. Para ella, el acompañamiento psicológico es tan esencial como el de cualquier médico de cabecera, ya que la salud mental puede incapacitar tanto como una dolencia física.

En su testimonio, expresó su agradecimiento tanto a los profesionales que la acompañaron en el proceso como a la posibilidad de divulgar su experiencia, con el fin de que otras personas no se sientan solas ni duden en pedir ayuda.

Hoy, la joven camina con un dispositivo en su cuerpo, pero con un renovado sentido de esperanza. En sus palabras, el mensaje es claro: “Hay una salida, y merecen encontrarla. Dios conduce a los científicos en este proceso”, mensaje que refuerza la relevancia de la innovación médica en el abordaje de enfermedades de salud mental y el valor del apoyo humano y profesional para quienes enfrentan el mismo desafío.