Colombianos pagan $2.500 más por galón de gasolina para financiar la estabilización del diésel

El mecanismo de estabilidad de combustibles regula costos, pero tiene limitaciones. Las variables externas aún desafían el equilibrio de este sistema

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Los consumidores de gasolina en
Los consumidores de gasolina en Colombia financian el subsidio del diésel mediante un sobreprecio de $2.500 por galón, según expertos del sector - crédito Colprensa

Mientras muchos conductores se preguntan por qué el precio de la gasolina sigue siendo alto, hay una explicación que va más allá del mercado internacional. Hoy, cada galón de gasolina en Colombia cuesta aproximadamente $2.500 más que su valor de referencia global. Esa diferencia no es casual ni se queda en las arcas del Estado, se está utilizando para cubrir los subsidios al precio del diésel, una medida que busca mantener controlado el costo de este combustible clave para el transporte de carga y pasajeros.

El mecanismo detrás de este ajuste cruzado es el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc). Creado con la intención de suavizar el impacto de las fluctuaciones internacionales en los precios locales del diésel, el Fepc opera como una especie de balanza. En la práctica, hoy está siendo sostenido por quienes consumen gasolina.

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El Fondo de Estabilización de
El Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles regula los costos internos, pero depende de factores externos para mantenerse sin déficit - crédito iStock

Sergio Cabrales, profesor de la Universidad de los Andes y especialista en temas energéticos, explicó que este sobreprecio en la gasolina ayuda a cubrir el subsidio al diésel y, además, contribuye a que el déficit del fondo desaparezca. “La gasolina está financiando parcialmente dicho subsidio”, señaló al diario La República. Para Cabrales, esta dinámica es posible gracias a varios factores externos que jugaron a favor del país.

Por un lado, los precios internacionales de los combustibles crecieron con fuerza. En el Golfo de México, una de las referencias utilizadas para fijar precios en Colombia, el galón de gasolina se cotiza por debajo de los USD2, mientras que el diésel ronda los USD2,30 por galón. A eso se suma la apreciación del peso colombiano, con una tasa de cambio que ha descendido hasta los $4.000 por dólar, lo que hace que los precios internacionales se traduzcan en valores aún más bajos en pesos.

Como resultado, el precio internacional de la gasolina se ubica hoy en torno a los $13.750 por galón, una cifra considerablemente menor al precio interno que pagan los colombianos. Pero, a diferencia de lo que cabría esperar, esa caída en el mercado internacional no se reflejó con la misma intensidad en los precios locales. Según Cabrales, esto se debe a que el Gobierno está aprovechando esa diferencia para mantener el equilibrio fiscal del Fepc.

El subsidio al diésel, en
El subsidio al diésel, en descenso desde meses anteriores, contribuye a mantener controlado el transporte de carga y pasajeros en Colombia - crédito Shutterstock

Actualmente, el subsidio al diésel ronda los $1.650 por galón, una cifra menor a la registrada en meses anteriores. Este descenso también está ligado a la caída del precio internacional del diésel y a la fortaleza reciente del peso. Al sumar ingresos y gastos, el fondo logra compensar lo que entrega en subsidios con lo que recauda por el sobreprecio en la gasolina, lo que, en palabras del experto, mantiene al Fepc sin déficit.

Otro punto clave que facilita esta estrategia es que la demanda por gasolina y diésel en Colombia es relativamente equilibrada, lo que permite una distribución eficiente de los recursos. En términos sencillos, lo que se recauda de más por gasolina alcanza, por ahora, para subsidiar lo que se paga de menos por el diésel, sin necesidad de hacer ajustes fiscales de emergencia ni recurrir a mayores endeudamientos públicos.

La sostenibilidad del Fondo de
La sostenibilidad del Fondo de Estabilización depende de la estabilidad global de precios y de una política fiscal adecuada a corto plazo - crédito Colprensa

Este sistema, sin embargo, no está exento de tensiones. Si los precios internacionales vuelven a subir o si el tipo de cambio se deteriora, el equilibrio actual podría verse afectado. Y aunque el Fepc no registra hoy números rojos, su sostenibilidad depende de muchas variables que escapan al control del Gobierno y que podrían volverse críticas en un escenario económico adverso. Por ahora, los usuarios de gasolina continúan asumiendo un costo mayor, mientras que los del diésel reciben un alivio. Una fórmula que equilibra la balanza, al menos por ahora.