En video quedó el inusual avistamiento de una pareja de jaguares en zona boscosa de Santander: se estarían reproduciendo

Este hecho renueva las esperanzas de expertos y comunidades locales, que ven en la presencia de estos felinos un indicador clave de la salud ambiental en una de las regiones más fragmentadas del país, según reportó la Fundación Cuidar la Tierra

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Los animales fueron captados el
Los animales fueron captados el 24 de junio por una de las cámaras trampa instalada en zona boscosa - crédito red social X

Hay alegría entre los grupos ambientalistas, después de que conocieran las imágenes del avistamiento de una pareja de jaguares en la ribera del río Carare, dentro del municipio de Puerto Parra, en el Magdalena Medio santandereano.

Aunque el hallazgo se dio el 24 de junio, apenas en la mañana del lunes 30 se dio a conocer el material audiovisual, lo que ha generado una ola de esperanza entre las organizaciones y comunidades dedicadas a la protección de la fauna silvestre.

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El video fue captado por cámaras trampa en terrenos donde opera una empresa palmera, una situación que cobró especial relevancia, debido a la expansión productiva que amenaza con desplazar e, incluso, acabar con los entornos naturales de especies como la del jaguar.

De acuerdo con Jhon Mario Flórez Salazar, director de la Fundación Cuidar la Tierra, es altamente inusual observar a dos jaguares juntos, dado que estos felinos suelen vivir en soledad.

Este fue el sorprendente avistamiento de pareja de jaguares en Santander - crédito @ColombiaOscura_/X

Solo durante la época reproductiva se agrupan por cortos períodos de entre cinco y siete días, en los que la pareja establece un proceso de cortejo y apareamiento, lo que puede dar como resultado el nacimiento de hasta cuatro crías.

El directivo señala que el comportamiento observado corresponde justamente a una fase de reproducción. “Cuando hay una hembra y un macho juntos es porque están en ese proceso de cortejo que los lleva al apareamiento”, señaló Flórez en declaraciones recogidas por Vanguardia.

Según narró el experto, por naturaleza, la hembra se mantiene acompañada únicamente durante el cuidado de los cachorros, mientras que ambos adultos suelen recorrer por separado grandes áreas. El proceso de cortejo entre los jaguares se reconoce por indicios como marcas de orina y rasguños en la vegetación, señales que facilitan el encuentro para la reproducción.

La región del Magdalena Medio se distingue por una alta fragmentación de sus ecosistemas, consecuencia del avance de la ganadería, los monocultivos de palma africana y el desarrollo de infraestructura vial y petrolera.

Alertan que el jaguar ha
Alertan que el jaguar ha perdido un 39 % de su hábitat en Colombia - crédito Luis Noriega/EFE

Según explicó Flórez Salazar para el medio citado, la vida silvestre ha quedado confinada a pequeños remanentes de bosque, especialmente cerca de microcuencas o en los límites de parcelas agrícolas. No obstante, estos fragmentos aún funcionan como corredores por donde transitan especies clave, incluidos los jaguares.

La importancia de este reciente avistamiento radica en confirmar la existencia de reproducción en la zona, lo que indica que, pese a las presiones humanas y ambientales, la población de felinos logra sostenerse.

“Este avistamiento es importante en el sentido de que si hay reproducción estamos manteniendo las poblaciones de los felinos y porque a pesar de todos los retos, las amenazas, todas las dificultades que tienen estos animales para sobrevivir en medio de este paisaje productivo la especie sigue luchando por mantenerse y es muy importante que la comunidad entienda que la presencia de los jaguares garantiza nuestra propia subsistencia”, afirmó el director de la fundación.

La función ecológica que cumple el jaguar va más allá de la protección de otras especies. El felino ocupa el rango de superdepredador, posicionándose en la cúspide de la cadena trófica. Su presencia regula las poblaciones de animales herbívoros, cuya actividad, si no se controla, puede conocer efectos negativos sobre la vegetación ribereña y, en última instancia, sobre las cuencas hídricas.

“Decimos que el jaguar es la piel del agua, porque su presencia garantiza cuencas saludables. Controla poblaciones de herbívoros que, sin depredadores, destruyen la vegetación ribereña. Sin esa vegetación, el río se erosiona, se llena de sedimentos y termina perdiéndose. Por eso también decimos que, si no hay jaguares, no hay cuenca de agua, no hay agua, no hay finca, ni hay una producción”, enfatizó el experto al medio regional.