El precio de la ruda se disparó por la fiebre futbolera en Medellín y la fe de los hinchas sigue intacta

La creencia en el poder de la ruda ha transformado el ambiente en el estadio Atanasio Girardot, donde los hinchas del Deportivo Independiente Medellín encontraron en esta planta un símbolo de buena fortuna desde que un grupo de seguidores, conocidos como la banda de la ruda, comenzó a llevarla a la tribuna oriental.

La historia de la ruda y su vínculo con el Deportivo Independiente Medellín se remonta a una serie de partidos en los que el equipo parecía estar a punto de alcanzar sus objetivos, pero siempre quedaba a un paso de lograrlo. Juan Sebastián Laverde, uno de los fundadores de la cuenta @Labandadelaruda, relató a Telemedellín que la idea surgió tras observar un ambiente de pesimismo entre los aficionados.

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“El origen de todo fue porque nosotros veníamos yendo al estadio muy seguido, viendo los partidos del Medellín y siempre nos dábamos cuenta que algo sucedía, que nos quedaba faltando una pisquita siempre para poder continuar con eso que siempre habíamos anhelado y se notaba un pesimismo colectivo, entonces queríamos buscar algo muy regional para poder ayudar al Medellín, que las cosas se dieran y que la gente tuviera nuevamente fe”, explicó Laverde.

La búsqueda de un elemento que representara la identidad local y que, al mismo tiempo, sirviera como amuleto, llevó a este grupo de amigos a elegir la ruda, que es conocida en la cultura popular por sus supuestas propiedades para alejar la mala suerte y las energías negativas, por lo que se convirtió en el centro de una nueva cábala para los seguidores del equipo. Juan Sebastián y Juan José González, los representantes de la banda de la ruda, comenzaron a llevar ramas de la planta a la tribuna oriental, donde rápidamente captaron la atención de otros hinchas.

“Fue contra el Pereira donde Chaverra hizo un golazo de tiro libre y dijimos como no, no podemos dejar de traerla”, recordó Juan Sebastián. Desde ese momento, la presencia de la ruda en el estadio se volvió una tradición inquebrantable para este grupo de seguidores.

A su vez, Juan José dijo al medio local: “Por X o Y razón seguimos invictos, todo ha sido victorias y empates desde que llevamos la ruda, pero también cambia la mentalidad de los hinchas, tú le das a alguien la ruda y ya se le siente que se le baja la energía negativa”. Esta percepción y optimismo se extendió rápidamente entre los asistentes al estadio, que comenzaron a buscar su propia rama de ruda para acompañar al equipo.

El hecho no solo impactó el ánimo de los hinchas, sino que tuvo consecuencias inesperadas en el mercado local, pues la creciente demanda de la planta provocó un aumento significativo en su precio: “La ruda la comenzamos comprando en $5.000 y ayer mismo a $15.000 la compré”, relató Juan José.

Desde las primeras horas del domingo 29 de junio, tanto la banda de la ruda como los demás hinchas del Deportivo Independiente Medellín llegaron con una ramita de ruda para alentar a su equipo.

La historia de la ruda y el Deportivo Independiente Medellín ilustra cómo las creencias populares pueden influir en el comportamiento colectivo, pues más allá de sus supuestas propiedades esotéricas, se ha convertido en un símbolo de esperanza y unidad para una hinchada que, durante mucho tiempo, sintió que la suerte le era esquiva.

El relato de Juan Sebastián Laverde y Juan José González revela la importancia de los símbolos en la cultura futbolística y cómo estos pueden modificar la percepción de la realidad, pues los hinchas reinventaron sus tradiciones y encontraron nuevas formas de apoyar a su equipo.

La banda de la ruda tiene la fe de que esta tradición popular pueda revitalizar el espíritu del equipo y llevarse la séptima estrella, pues no ganan una final de la Liga BeltPlay desde el primer semestre de 2016.