El dólar vuelve a subir en Colombia y deja atrás dos días de calma: esta fue la cotización del 27 de junio

De acuerdo con la plataforma Set-FX, se negociaron más de USD1.187 millones en 1.571 transacciones

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La decisión de la Fed
La decisión de la Fed de mantener las tasas estables fortaleció al peso colombiano, pero los riesgos geopolíticos complican el panorama - crédito iStock

El precio del dólar estadounidense en Colombia cerró la jornada del 27 de junio en un promedio de $4.070,44. Esto significó una subida de $27,57 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicó en $4.042,87.

La divisa norteamericana tuvo un precio de apertura de $4.088,88, tocó un máximo de $4.102,00 y un mínimo de $4.051,39. Además, durante el día, de acuerdo con la plataforma Set-FX, se negociaron más de USD1.187 millones en 1.571 transacciones.

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La Reserva Federal subrayó riesgos
La Reserva Federal subrayó riesgos inflacionarios y geopolíticos que influenciaron al tipo de cambio internacional, resaltando la prudencia de Colombia - crédito Kim Hong-Ji/REUTERS

En la última semana, el dólar estadounidense marca un descenso 0,1%; pero en el último año aún acumula un ascenso del 1,65%.

Con relación a fechas previas, con este valor frenó la racha negativa que marcaba en las dos jornadas anteriores. La volatilidad referente a la última semana es claramente inferior a la cifra lograda para el último año (14,34%), así que podemos decir que está pasando por un periodo de mayor estabilidad en fechas recientes.

Comportamiento del mercado

En los últimos meses, el mercado cambiario en Colombia está marcado por una sorprendente combinación de estabilidad y volatilidad potencial. Si bien el peso colombiano muestra señales de fortaleza frente al dólar, esta aparente tranquilidad esconde una serie de tensiones estructurales y coyunturales que podrían modificar sustancialmente el panorama en el corto y mediano plazo.

El comportamiento del dólar en Colombia está siendo más errático de lo habitual, particularmente desde el segundo trimestre de 2025. La divisa estadounidense cedió terreno frente a varias monedas emergentes, y el peso colombiano no es la excepción. Esta tendencia se explica, en buena medida, por la reciente decisión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos de mantener sus tasas de interés estables, contrariando las expectativas de una subida que hubiera encarecido el dólar globalmente.

Al mantener el rango objetivo de las tasas entre 5,25% y 5,50%, la Fed envió una señal de cautela al mercado. La interpretación inmediata es que, aunque la economía estadounidense sigue mostrando signos de fortaleza, existen riesgos lo suficientemente importantes —como el repunte de la inflación en ciertos rubros o las tensiones geopolíticas— como para evitar movimientos bruscos en política monetaria.

La consecuencia directa es un debilitamiento del dólar a nivel global. El índice DXY, que mide el desempeño del billete verde frente a una canasta de monedas fuertes, cayó por debajo de los 99 puntos, nivel que no se veía desde mediados de 2023. Esta caída benefició a monedas como el real brasileño, el peso mexicano y, por supuesto, el peso colombiano.

Las mejoras económicas en Colombia,
Las mejoras económicas en Colombia, como la moderación de la inflación y la política monetaria, sustentan la confianza inversora - crédito REUTERS

El fortalecimiento del peso colombiano en este contexto no es un fenómeno aislado. En efecto, Colombia vive una serie de mejoras macroeconómicas que ayudaron a sostener la confianza de los inversores extranjeros. La inflación vino moderándose, el Banco de la República manejó con relativa prudencia la política monetaria, y aunque existen dudas sobre la ejecución fiscal, el país sigue cumpliendo con sus obligaciones.

No obstante, esta resiliencia no debe ser interpretada como invulnerabilidad. El peso colombiano es una moneda altamente sensible a los precios del petróleo y al apetito global por riesgo, dos variables que pueden cambiar súbitamente. Y, aunque el precio del crudo se mantiene relativamente estable, el entorno internacional sigue expuesto a amenazas considerables.

Uno de los factores más volátiles en este momento es la situación en Medio Oriente. El conflicto entre Irán e Israel, con episodios de hostilidades en el estrecho de Ormuz —por donde pasa más del 20% del petróleo global— revivió temores sobre interrupciones en la oferta energética. Sin embargo, el precio del petróleo no reaccionó con la fuerza que muchos anticipaban.

Esta paradoja obedece a varios motivos. Por un lado, el mercado internalizó una sobreoferta estructural provocada por la producción estadounidense y de otros actores no Opep. Por otro, los temores de recesión en economías clave como la zona euro y China moderaron las expectativas de demanda. Pero basta un evento disruptivo, un ataque directo a infraestructura petrolera o un cierre temporal del estrecho de Ormuz, para que el precio del Brent se dispare, y con ello, también lo haga el tipo de cambio en Colombia, hacia la baja por efecto del ingreso de divisas petroleras.

El fuerte vínculo del peso
El fuerte vínculo del peso colombiano con los precios del petróleo continúa siendo una fuente de volatilidad ante posibles crisis internacionales - crédito Luisa González/REUTERS

Más allá de la Fed, otros factores de la política estadounidense también pesan sobre el dólar. La incertidumbre frente a las elecciones de 2026, el posible retorno de una agenda proteccionista encabezada por Donald Trump, y la implementación de aranceles más agresivos contra China o incluso América Latina, podrían redibujar el mapa del comercio global.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial advierten sobre los efectos de estos cambios estructurales, un encarecimiento del dólar que dañe a los países emergentes, una caída de la inversión extranjera directa en sectores vulnerables, y una menor demanda de exportaciones. Todo esto golpearía directamente al peso colombiano, especialmente si se combina con una reducción en la liquidez internacional.