Banco de la República definirá si mantiene o reduce las tasas de interés en medio de presión fiscal

La inminente decisión se produce en un contexto de presiones fiscales crecientes y señales de alerta internacional que ponen a prueba la resiliencia institucional del país

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Analistas y sector financiero esperan
Analistas y sector financiero esperan que la autoridad monetaria mantenga la tasa en 9.25%, en un contexto de inflación a la baja pero con deterioro fiscal y advertencias sobre la sostenibilidad económica - crédito Colprensa

En el contexto de crecientes dificultades fiscales y tras la reciente rebaja en la calificación crediticia de Colombia por parte de Moody’s, la mirada de los analistas y el sector financiero nacional se centra en la reunión del viernes 27 de junio, cuando la junta directiva del Banco de la República definirá si mantiene o modifica la tasa de interés actual, ubicada en 9,25%.

La decisión cobra especial relevancia ante el incremento del déficit fiscal, la suspensión de la regla fiscal y el delicado equilibrio entre combatir la inflación y salvaguardar la confianza de los mercados internacionales.

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La coyuntura económica está marcada por dos fuerzas opuestas. Por un lado, la inflación muestra una trayectoria descendente, con un registro anual al cierre de mayo del 5,05% y una variación mensual de 0,32%.

Estas cifras representan el comportamiento más favorable de la inflación en lo que va del año, según evaluación de Bancolombia.

Por otro lado, el país enfrenta un deterioro significativo de sus cuentas fiscales, manifestado en un déficit que podría alcanzar el 7,1% del PIB y una deuda que escalaría hasta el 63% del producto interno bruto.

En este ambiente financiero tenso, Moody’s y Standard & Poor’s redujo la calificación crediticia de Colombia, citando el debilitamiento fiscal y su efecto sobre el riesgo país.

En las minutas de la junta directiva del Banco de la República correspondientes a marzo, varios miembros enfatizaron que la incertidumbre fiscal y el aumento del déficit del Gobierno restringen las posibilidades de ajuste en la política monetaria.

El deterioro de las cuentas
El deterioro de las cuentas públicas y la reciente rebaja de la nota soberana condicionan la política monetaria, exigiendo respuestas que equilibren la estabilidad de precios y la confianza de los mercados globales - crédito Colprensa

Estos directivos argumentaron, en diálogo con Semana, que señales claras de disciplina fiscal por parte del Gobierno permitirían recuperar la confianza en los mercados y, eventualmente, facilitarían una reducción de las tasas de interés.

En la reunión siguiente, celebrada en abril del 2025, la junta del Emisor insistió en la necesidad de que el Ejecutivo transmita un compromiso visible con el ajuste, para contener el riesgo país y aliviar tanto el costo de la deuda pública como las presiones sobre la inversión privada.

Sin embargo, el reciente Marco Fiscal de Mediano Plazo, presentado por el Ministerio de Hacienda, activó nuevas alertas al anunciar mayores niveles de deuda y gasto público, sin incluir propuestas que perfilen ajustes en el gasto.

Este planteamiento podría limitar la capacidad del Banco Central para flexibilizar su postura monetaria, a pesar de la baja consistente de la inflación.

Una variable que beneficia temporalmente el entorno inflacionario es la debilidad del dólar, atribuida, en esta ocasión, principalmente a factores internacionales. Esto reduce la presión importada sobre los precios internos, aunque persiste la incertidumbre sobre la sostenibilidad de este fenómeno.

La suspensión de la regla
La suspensión de la regla fiscal y la presión sobre la deuda pública sitúan al país ante decisiones críticas, cuyo alcance podría definir el acceso a financiamiento y la percepción internacional de su solidez económica - crédito Banco de la República / Banco Central de Colombia

En cuanto a las expectativas del mercado, según los resultados de la última encuesta de Anif sobre la tasa de intervención, existe un consenso mayoritario entre los analistas financieros de que la junta directiva del Banco optará por dejar inalterada la tasa de interés en 9,25%.

El 78,9% de los encuestados espera esta decisión, mientras que el 21,1% considera factible un recorte de 25 puntos básicos. Entre las instituciones consultadas figuran comisionistas de bolsa, bancos nacionales e internacionales, grupos académicos, gremios y un banco de desarrollo territorial.

El estudio de Anif también detalló las percepciones sobre eventuales disensos en la votación interna de la junta del emisor.

La mayoría prevé que tres miembros expresarán votos discordantes si se mantiene la tasa, identificando principalmente a Germán Ávila, Laura Moisá y César Giraldo como los posibles opositores.

En el supuesto de una reducción, los más mencionados como disidentes serían Mauricio Villamizar, Bibiana Taboada y Leonardo Villar.

Adicionalmente, Bancolombia reiteró en un informe sobre el tema que espera estabilidad en la tasa de interés en la reunión de junio, enfatizando que esta decisión corresponde a la necesidad de actuar con cautela debido tanto a riesgos económicos domésticos como internacionales.

La decisión de la junta
La decisión de la junta directiva llega en un momento de máxima tensión económica. El deterioro de las cuentas públicas y la calificación crediticia ponen a prueba la confianza de los mercados internacionales - crédito Colprensa

El informe destacó que, pese a la desaceleración reciente de la inflación, factores como la persistente indexación de precios, la volatilidad comercial global y la ausencia de efectos estadísticos favorables seguirán condicionando el comportamiento de los precios, excediendo la meta de inflación del banco (4%).

El panorama fiscal sigue pesando en la toma de decisiones de la junta, especialmente a raíz de la activación de la cláusula de escape de la regla fiscal que permitió suspenderla hasta 2027 y la creciente presión para aumentar el financiamiento estatal el próximo año.

El riesgo de una rebaja adicional en la calificación soberana y la fragilidad fiscal proyectada para 2026 también impactan la evaluación de los directivos.