Colombia ya no es un país joven, el cambio demográfico podría afectar el bolsillo y la salud

La demografía nacional está cambiando drásticamente. Un informe analiza los grandes ajustes en sistemas pensional, económico y social

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La disminución de nacimientos y
La disminución de nacimientos y el aumento de la longevidad marcan una nueva realidad demográfica en Colombia - crédito Pixabay

La Colombia que envejece no es una imagen del futuro, sino una realidad que ya se insinúa en las cifras, en las calles y en la forma en que se mueven los recursos del Estado. Así lo plantea un informe de Bancolombia, que alerta sobre los efectos que la transición demográfica ya empieza a tener en la economía nacional, con implicaciones que trascienden lo fiscal y tocan las fibras del modelo de desarrollo vigente.

El documento, titulado Cambio demográfico: desafíos y oportunidades para Colombia, advierte que el país enfrenta una transformación profunda en su estructura poblacional. Cada vez nacen menos niños, las personas viven más años y las mujeres son más reticentes a tener hijos. Este giro demográfico, confirmado por el Dane en sus proyecciones, está reconfigurando el peso de cada grupo etario en la sociedad.

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Uno de cada cuatro colombianos
Uno de cada cuatro colombianos será adulto mayor en 25 años, generando retos para el sistema pensional - crédito Carlos Ortega/EFE

Hoy, uno de cada siete colombianos tiene más de 60 años. En apenas 25 años, esa proporción se duplicará, uno de cada cuatro habitantes será un adulto mayor. La consecuencia directa es una base laboral más estrecha, lo que se traduce en una menor capacidad para sostener los sistemas pensional y de salud, así como una presión creciente sobre el gasto público.

“Este giro no solo altera la composición demográfica, sino también las bases sobre las que se construye el crecimiento económico, la sostenibilidad fiscal y el diseño del gasto público”, advierte la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia. En efecto, un país diseñado para una mayoría joven comienza a enfrentar la paradoja de tener que reinventarse ante su propia madurez poblacional.

La transición ya se refleja en fenómenos concretos. Por ejemplo, se reduce la demanda por servicios infantiles mientras aumenta la necesidad de infraestructura médica, personal de cuidado, viviendas adaptadas y mecanismos financieros más robustos para atender la vejez. Esta nueva configuración poblacional exige un rediseño en múltiples sectores, desde el sistema de pensiones y la política de vivienda, hasta la educación superior y la empleabilidad.

Las necesidades de infraestructura médica
Las necesidades de infraestructura médica y personal de cuidado aumentan con un país que envejece rápidamente - crédito Pixabay

Uno de los puntos más sensibles del informe es el análisis del ciclo de vida económico. Según el estudio, los ingresos laborales por persona solo superan al consumo entre los 29 y los 52 años. Es decir, tanto los niños como los adultos mayores dependen de transferencias, bien sea de sus familias, del Estado o de seguros privados. Mientras tanto, el consumo permanece relativamente estable a lo largo de la vida. Este desequilibrio estructural pone en evidencia la urgencia de pensar en esquemas de ingreso más diversificados y sostenibles.

El informe también señaló que este panorama no debe leerse solo desde la preocupación. El cambio poblacional trae consigo oportunidades si el país logra anticiparse con políticas públicas inteligentes. El informe destacó áreas de alto potencial como los servicios de cuidado, el turismo para adultos mayores, la educación continua, los seguros patrimoniales, la vivienda especializada y los productos financieros adaptados a una vida más larga y cambiante.

“Lo que está en juego no es solo la sostenibilidad fiscal, sino la capacidad de construir una economía más resiliente, más justa y mejor preparada para una Colombia que envejece”, señaló el informe. La advertencia es clara, se requiere una reconfiguración de prioridades, donde el envejecimiento deje de verse como una carga y empiece a asumirse como una oportunidad productiva.

El envejecimiento poblacional transforma el
El envejecimiento poblacional transforma el consumo y los ingresos laborales, afectando la estabilidad económica - crédito Endocrine Society/Cortesía

Finalmente, concluye con un llamado a la acción: “La transición demográfica no es una proyección futura. Es una realidad que ya está transformando la economía, la sociedad y las finanzas del país. Más allá del envejecimiento poblacional como fenómeno estadístico, lo que está en curso es un cambio estructural en la forma como se organizan las relaciones entre generaciones, se asignan los recursos y se configuran las oportunidades”.