Hermana de sacerdote Carlos Jaimes envió mensaje tras su desaparición en Viotá, Cundinamarca: “Pedimos su pronta liberación”

Las circunstancias alrededor del paradero de Carlos Saúl Jaimes Guerrero han sumido en la incertidumbre a la comunidad de Viotá (Cundinamarca), a más de setenta horas desde que se le vio por última vez.

La aparente normalidad en el recorrido que emprendió el sacerdote antes de desaparecer contrasta con el desconcierto generado tras el hallazgo de su vehículo encendido y abandonado a un costado de una vía rural.

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De acuerdo con la información proporcionada por el Departamento de Policía de Cundinamarca, Jaimes Guerrero, de 30 años y miembro de la Provincia Nuestra Señora de Gracia de Colombia de la Orden de San Agustín, se encontraba al frente de la Hacienda Casacoima, un predio religioso en Viotá.

El martes 17 de junio, el sacerdote salió en una camioneta desde este lugar, presuntamente con dirección a una quebrada en la vereda La Unión, donde, según versiones recogidas por las autoridades, habría pactado un encuentro.

El suceso se tornó aún más enigmático cuando el mismo día, habitantes de la zona y uniformados localizaron la camioneta sobre una vía secundaria. El Departamento de Policía de Cundinamarca precisó que el vehículo, cuyas placas terminan en 560, se encontraba sin seguro, con el motor en marcha y sin señales de violencia.

En el entorno inmediato no se hallaron indicios que aportaran mayor claridad sobre la posible ruta que habría seguido Jaimes Guerrero tras dejar el vehículo o sobre la presencia de terceros en los hechos.

La súplica desesperada de la madre del sacerdote Jaimes Guerrero se ha convertido en el rostro humano de la angustia que atraviesa la familia del religioso.

En un video difundido por Noticias Caracol, la mujer rogó a las autoridades que intensificaran la búsqueda de su hijo, manifestando: “Les pido que por favor nos hagan llegar noticias de él. Estoy desesperada, no sé nada de él y que se comuniquen con la familia… Por favor, por favor, necesitamos que lo devuelvan sano y salvo”.

En redes sociales se ha difundido otro video en el que una hermana de Jaimes Guerrero dirige un mensaje directo a lo que tienen al sacerdote: “Este llamado es a la misericordia, para las personas que tienen en este momento retenido a mi hermano. Él solamente es un servidor de Dios. Es una persona muy querida, muy amada por toda su familia, por toda su comunidad, de este municipio de Lavateque. Nosotros, como familia, como comunidad, estamos muy preocupados, sin tener noticias, sin saber nada de él. Pedimos su pronta liberación, que regrese sano y salvo a la comunidad, sano y salvo a su familia. Por favor, libérenlo ya”, solicitó la mujer.

Las labores de búsqueda se han intensificado desde entonces. Un conjunto de unidades especializadas, incluyendo personal del Modelo de Servicio de Policía Orientado a las Personas y los Territorios, investigadores de Policía Judicial, inteligencia y del Gaula, participa en las pesquisas.

“Una vez la Policía Nacional tuvo conocimiento del hecho, se dispuso un equipo conformado por uniformados del Modelo de Servicio de Policía Orientado a las Personas y los Territorios, investigadores de Policía Judicial, Personal de inteligencia y del Gaula”, detalló el departamento policial mediante un comunicado.

Las diligencias avanzan en paralelo a la preocupación y al desconcierto en los sectores vinculados a la comunidad religiosa. La distancia recorrida por el sacerdote desde la hacienda hasta el lugar donde se encontró la camioneta se estima entre 25 y 35 minutos en automóvil.

Ese lapso de tiempo se presenta como el margen en que sucedió la desaparición, sin que, hasta el momento, ninguna evidencia concreta permita establecer si Jaimes Guerrero arribó a la cita prevista, de acuerdo a la reconstrucción dada por las autoridades.

Ante la gravedad de los hechos, la Alcaldía de Viotá emitió una declaración en la que confirmó que tanto el Ejército Nacional como la Policía Nacional fueron notificados de inmediato. La reacción incluyó la convocatoria a una reunión extraordinaria del Consejo de Gestión del Riesgo Municipal al mediodía del miércoles siguiente, activándose el Puesto de Mando Unificado para coordinar las tareas de rastreo en campo.

Pese a que no existen pruebas que apunten de manera concluyente a un secuestro con fines extorsivos promovido por crimen organizado, la hipótesis permanece entre las líneas de investigación contempladas. Las fuentes oficiales recalcaron que, hasta este momento, la información recogida resultó insuficiente para establecer un móvil firme que permita entender la desaparición del sacerdote y tampoco se han registrado solicitudes de recompensa o demandas de dinero ante la familia ni la comunidad agustiniana.