Andrea Padilla, senadora animalista, expresó sus reparos con Gustavo Petro, pese a haber votado por él: “Petro debe sanar”

El 20 de junio de 2025 culminó la tercera etapa legislativa en el Congreso de la República de Colombia. Aunque durante este periodo, el Gobierno del presidente Gustavo Petro logró sacar adelante la reforma laboral, hubo serias diferencias con varias bancadas en el legislativo, lo que generó serias diferencias entre la corporación y el Ejecutivo.

Esas diferencias se ahondaron más con las declaraciones del primer mandatario de los colombianos, en la que acusó de ‘traidores’ a aquellos congresistas que, tras la aprobación de la reforma laboral, mantuvieron el cuórum para el archivo de la consulta popular 2.0, en la sesión del martes 17 de junio, por lo que fue votada con 52 votos en contra y 2 a favor.

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Frente a esta situación, algunos congresistas que venían respaldando las iniciativas del Gobierno Petro, han mostrado sus desacuerdos con las posturas adoptadas por el jefe de Estado.

Es el caso de la senadora Andrea Padilla (Alianza Verde), reconocida por su defensa de los animales que, en su columna de opinión publicada en El País América, detalló que aunque respaldó su candidatura en las elecciones del 2022, siente que, tres años después, se ha derivado un clima de hostilidad, desconfianza y señalamientos hacia quienes disienten, incluso dentro de su propio movimiento.

“Voté por Gustavo Petro embriagada de ilusión, contagiada por sus promesas de cambio, por su discurso de amor a los pobres y a la naturaleza, por su clamor de justicia social y por el pacto que suscribimos juntos, tras mi elección como senadora, para sacar a los animales de la miseria. Petro pareció entender y aceptar mis planteamientos de que no es posible lograr la paz mientras haya violencia contra los seres más indefensos, y que el estado, para ser justo, debe superar el olvido en el que ha mantenido a las criaturas más frágiles de nuestra sociedad”, expresó la congresista en el citado medio de comunicación.

A su vez, recordó que, tras ser elegida senadora, suscribió un pacto con Gustavo Petro en beneficio de los animales, siendo este un motivo para respaldar su presidencia.

“Recuerdo que rematamos la firma con un abrazo y con el corazón hecho a dos manos que signó su campaña como símbolo del amor”, añadió.

No obstante, consideró que, lo que al principio se veía un panorama satisfactorio para el país, hoy parece completamente diferente.

“Hoy, finalizada la penúltima legislatura del Congreso y con un país tomado por el miedo, el recelo y los odios, puedo afirmar, porque lo he padecido, que ese amorverborreico de Petro y de buena parte de su bancada se transformó en rabia, en desvarío, en desconfianza y en peligrosos e injustos señalamientos a quienes osamos diferir de sus actuaciones”, indicó.

La senadora sostiene que, aunque apoyó las reformas propuestas, la respuesta ante cualquier diferencia ha sido la acusación de traición y la hostilidad, incluso desde la bancada de Gobierno en el legislativo.

Incluso, comparó la situación actual de la nación con las frases utilizadas por el mandatario durante su mandato presidencial. “A veces me pregunto si tanta mención al amor, a la belleza y a la vida –palabras que Petro convirtió en consignas políticas: “el país de la belleza”, “la potencia mundial de la vida”, “la política del amor”– o si ese constante llamamiento a conciertos de la esperanza y a pactos por la paz no serán maneras de conjurar el resentimiento con el que han gobernado él y su séquito”, reflexionó.

De igual forma, Andrea Padilla relató que, en los tres años de legislatura, se tilda de traidores a quienes, pese a respaldar las reformas, expresan algún desacuerdo con las mismas

“Hay que ver la ligereza con la que nos tildan de traidores a quienes, pese a apoyar las reformas, disentimos en algo; cómo intentan hundir o apropiarse de proyectos de ley de congresistas que, por cualquier razón, incomodamos; cómo enfilan las bodegas rabiosas contra quienes no nos comportamos de manera sectaria; cómo calumnian a quienes no actuamos con obediencia y sostienen sus mentiras con actitud patológica; o cómo demonizan a los opositores, mientras, patrióticamente, invocan la democracia. Aterra. Decepciona. Entristece”, manifestó.

En su análisis, la senadora precisó: “Tanta hostilidad y tanto resquemor no son sanos para gobernar; todo lo contrario, acrecientan las resistencias a los cambios por los que millones votamos”.

Por último, la congresista de Alianza Verde hizo un llamado al mandatario nacional para encontrar un camino que pueda traer beneficios para el pueblo colombiano, al considerar que aún tiene la oportunidad de concretar su legado a través de las reformas sociales y de anteponerlo al discurso confrontativo que, en su opinión, lo ha cegado y desorientado.

“Petro y su militancia, valiosa para Colombia, deben sanar. De lo contrario, seguirán arrasando como un torbellino que, al final, se desvanecerá dejando desolación y desesperanza. Pero Petro aún tiene la oportunidad de concretar su legado ––las reformas sociales–– y anteponerlo al discurso guerrerista que lo tiene enceguecido y desorientado, por el cual sería lamentable recordarlo. Ojalá este último año él y su bancada depongan las armas y, con actitud fraterna, nos permitan ayudar”, puntualizó.