Dueña de la marca Trendy revolucionó las redes al mostrarse a favor de la reforma laboral

La reciente aprobación de la reforma laboral en el país, impulsada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro y avalada por el Congreso el 20 de junio, ha generado un intenso debate nacional, especialmente tras el respaldo público de la empresaria Camila Orrego, fundadora de Trendy, que celebró abiertamente los cambios legislativos y defendió la dignidad laboral de sus empleados.

Desde su cuenta de Instagram, la empresaria paisa expresó su satisfacción por la aprobación de la reforma laboral, afirmando: “Si les soy honesta me alegra mucho la reforma laboral. Yo siempre estaré para trabajar más, para hacer país, para generar más y más empleos, para pagar cada vez mejor, para hacer oficinas, tiendas o espacios donde la gente esté feliz”.

Este mensaje, que rápidamente se viralizó, fue compartido por el presidente Gustavo Petro en su cuenta oficial, lo que amplificó su alcance y generó una ola de comentarios tanto a favor como en contra.

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La reforma laboral, conciliada por senadores como Samy Merheg (Partido Conservador) y Abraham Jiménez (Cambio Radical), junto con los representantes María Fernanda Carrascal (Pacto Histórico) y Juan Camilo Londoño (Alianza Verde), mantiene el núcleo de lo aprobado inicialmente en el Senado: de 81 artículos propuestos, 70 sobrevivieron y más de 60 conservan el espíritu original.

Entre los puntos más polémicos aprobados se encuentran el inicio de la jornada nocturna a las 7:00 p. m. y el recargo dominical y festivo del 100%, que se implementará de forma gradual hasta 2027. Estas disposiciones han generado resistencias en sectores empresariales tradicionales como restaurantes, comercios e industrias, que advierten sobre el impacto económico de los nuevos recargos y horarios.

En este contexto, el respaldo público de Camila Orrego resultó aún más llamativo. En sus palabras: “Nosotros los empresarios no hacemos favores de “dar trabajo”, nosotros tenemos empresa GRACIAS a nuestros empleados (obvio también a nuestros clientes) pero NO es un favor”.

Orrego destacó que en su empresa nadie trabaja por prestación de servicios y que a nadie se le “hace trampa con las quincenas”. Solo los aprendices del Sena reciben el salario mínimo, mientras que el resto de los empleados cuentan con remuneraciones competitivas: “Siempre estaré orgullosa de decir que en mi empresa nadie gana el mínimo, (...) nadie trabaja por prestación de servicios”.

Además, enfatizó que su motivación como empresaria no radica en recortar costos laborales, sino en vender más para poder pagar más, contratar más y atraer a mejores personas: “He fallado y seguiré fallando en este camino, pero JAMÁS pensaré eso como algo malo sino de: como vendo más para pagar más, como vendo más para contratar más y a mejores personas (sic)”.

La empresaria también reconoció que su empresa no es perfecta y que se encuentra en un proceso de escuchar más a sus vendedores para convertirlos en líderes empáticos y comprometidos: “No es una empresa perfecta e incluso estoy en procesos de escuchar más a mis vendedores para poder tener líderes que sean buenas personas y que no sea una empresa más donde la gente “sobreviva” sino que TRABAJE y llegue a su casa feliz de hacer felices a nuestras clientes (sic)“.

Orrego sueña con tener un edificio corporativo donde sus trabajadores puedan disfrutar de rutas, almuerzos, snacks y espacios dignos, reflejando su compromiso con el bienestar laboral: “Mi sueño es mi edificio corporativo donde les pueda tener rutas, almuerzos, snacks, todo todo lo que yo siempre he querido (...) Es lo justo, es lo mínimo que podemos hacer desde nuestra parte. Incluso yo tengo mucho que mejorar en eso pero siempre firme por mis muchachones”.

La reacción en redes sociales no se hizo esperar. Mientras decenas de usuarios celebraron la postura de Orrego y agradecieron el trato que se da a los empleados de Trendy, otros la cuestionaron por considerar que su caso no representa la realidad de la mayoría de empresarios en Colombia.

La reforma ha sido objeto de fuertes críticas por parte de gremios empresariales. El gremio de los comerciantes Fenalco advirtió que con la reforma los costos laborales podrían incrementarse entre un 18% y un 34%, dependiendo de la actividad económica y el tamaño de la empresa.

Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, afirmó: “No es justo que estos negocios terminen pagando los costos de decisiones tomadas bajo presión política. La reforma penaliza precisamente a quienes más empleo generan”.

El mayor impacto recaería sobre comercios como tiendas, panaderías, cafeterías de barrio y negocios que operan en horarios extendidos o fines de semana, así como en sectores como la gastronomía, el turismo, la vigilancia y el transporte.

Desde Asobares, gremio de bares y discotecas, se solicitó un régimen especial para los recargos nocturnos, petición que no fue atendida. Camilo Ospina, presidente de Asobares, explicó que la nómina de un pequeño negocio podría incrementarse entre un 17% y un 25%, pasando de 25 millones de pesos a 32,2 millones de pesos. Además, advirtió que con cada hora que se reduzca la jornada nocturna se perderían 11.500 empleos formales.

El sector de la vigilancia y la seguridad privada, representado por Fedeseguridad, también pidió excepciones en los recargos, proponiendo que el recargo del 100% se aplicara solo en los dominicales o descansos y no en los festivos, y que el aumento fuera gradual.

Nicolás Botero, presidente de Fedeseguridad, alertó: “Los cambios en la jornada y los recargos pueden hacer inviables muchos contratos, reducir la demanda de servicios legales de vigilancia y terminar en despidos masivos, afectando a miles de familias, además de la seguridad ciudadana”.