Los hermanos Mucutuy, los niños sobrevivientes al accidente aéreo de Guaviare, vuelven a su casa después de dos años bajo protección del Icbf

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar destacó la articulación interinstitucional y el apoyo de las comunidades indígenas en el acompañamiento del caso

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Durante este tiempo, el foco
Durante este tiempo, el foco fue fortalecer sus vínculos afectivos y garantizar condiciones seguras para su retorno al entorno familiar - crédito Icbf

Después de dos años bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), los cuatro hermanos indígenas que sobrevivieron 40 días perdidos en la selva del Guaviare regresaron finalmente a su entorno familiar. El caso, que conmovió al país y generó atención internacional en 2023, marcó un nuevo capítulo con el cierre del proceso de protección y el inicio de una nueva etapa para Lesly, Soleiny, Tien y Cristin.

En un comunicado emitido el miércoles 18 de junio, el Icbf confirmó que los niños fueron reintegrados a su familia, tras un proceso de acompañamiento psicosocial, nutricional y pedagógico que respetó sus raíces culturales y priorizó su bienestar integral. “Desde aquel momento que conmovió al país, el Bienestar Familiar puso en marcha todas sus capacidades humanas y técnicas (…) para garantizar su recuperación física, emocional y espiritual”, señaló la entidad.

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Después de dos años bajo
Después de dos años bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), los cuatro hermanos indígenas que sobrevivieron 40 días perdidos en la selva del Guaviare regresaron finalmente a su entorno familiar - crédito Icbf

El instituto explicó que el trabajo se llevó a cabo con la participación de psicólogos, trabajadores sociales, pedagogos y nutricionistas, en coordinación con la comunidad indígena y la familia de los menores. Durante este tiempo, el foco fue fortalecer sus vínculos afectivos y garantizar condiciones seguras para su retorno al entorno familiar.

El Icbf destacó también la articulación interinstitucional y el apoyo de las comunidades indígenas en el acompañamiento del caso, al tiempo que insistió en que este proceso no representa un final, sino el comienzo de una nueva etapa centrada en el fortalecimiento familiar.

El retorno de los niños ocurre tras una serie de evaluaciones técnicas que determinaron que existen condiciones para su reintegración, sin que se conozcan públicamente detalles sobre su lugar de residencia ni sobre los lineamientos del seguimiento que continuará en el ámbito territorial.

El caso de los hermanos, miembros del pueblo uitoto, se convirtió en uno de los episodios más simbólicos sobre la resiliencia infantil en Colombia, luego de que sobrevivieran solos en la selva tras el accidente de una avioneta en el que fallecieron tres adultos, incluida su madre.

Los hermanos uitoto fueron reencontrados
Los hermanos uitoto fueron reencontrados tras una búsqueda que movilizó a Colombia y demostró su resistencia infantil - crédito Icbf

Desde el Icbf reiteraron el compromiso de seguir acompañando a los menores en su proceso de desarrollo. “Hoy, su regreso a casa representa mucho más que un cierre: es el inicio de una nueva etapa en la que la familia vuelve a ser el centro”, concluyó la entidad.

Así sobrevivieron en la selva

En medio del espesor de la selva del Guaviare, cuatro hermanos de la comunidad uitoto enfrentaron una de las pruebas más extremas de supervivencia conocidas en Colombia. Lesly, Soleiny, Tien y Cristin Mucutuy, de 13, 9, 4 y 1 año respectivamente, sobrevivieron 40 días tras el accidente de la avioneta en la que viajaban junto a su madre y otros dos adultos. Ellos murieron. Los niños, no.

Según el informe de la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes (Diacc), el motor de la aeronave presentó fallas asociadas a posibles problemas en el combustible, lo que habría provocado la caída el 1 de mayo de 2023. Aun con heridas visibles, Lesly decidió abandonar el lugar del siniestro dos días después, guiando a sus hermanos hacia el río Apaporis en busca de agua y alimentos.

Durante ese trayecto, improvisaron refugios con hojas y ramas, recolectaron semillas y atraparon pequeños peces. La comida escaseó, pero el conocimiento ancestral transmitido por su comunidad les dio las herramientas necesarias para distinguir lo que era comestible y cómo protegerse del entorno. Cristin, la menor, enfermó con síntomas gripales, pero sus hermanos mayores lograron mantenerla con vida.

El rescate de los niños
El rescate de los niños uitoto reflejó la importancia de los conocimientos ancestrales para superar entornos hostiles - crédito Icbf

A pesar de que escuchaban las aeronaves militares y el perifoneo de las brigadas de rescate, no podían determinar con claridad la dirección desde la que provenían los sonidos. La densidad de la vegetación impedía todo contacto visual. Además, según relató Lesly, algunas noches escuchaba voces en la oscuridad, pero prefería mantenerse alejada, en su cultura se enseña que algunos depredadores imitan sonidos humanos para atraer a sus presas.

La resistencia física y emocional de los hermanos fue clave. Pero también lo fue la memoria, Lesly recordó enseñanzas prácticas de su madre y abuelos para sobrevivir en la selva. El 9 de junio, 40 días después, el Ejército Nacional los encontró. Fue el final de una búsqueda titánica y el inicio de una historia que aún conmueve por su fuerza, su simbolismo y su profundidad humana.