Hijos de Rodrigo Lara Bonilla, Luis Carlos Galán y Carlos Pizarro, recordaron el asesinato de sus padres tras el atentado contra Miguel Uribe

En diálogo con Eva Rey, los tres políticos mencionaron cómo el atentado contra el precandidato presidencial los hizo retroceder en el tiempo

Guardar

El atentado contra Miguel Uribe Turbay, registrado el 7 de junio en Bogotá, ha provocado que varios políticos afirmen que Colombia está retrocediendo a la violencia que se registró en los 80 y 90, en la que narcos ordenaron el asesinato de políticos, uniformados y perpetraron una oleada de masacres a nivel nacional.

Entre los hechos registrados en esa época, se han recordado principalmente tres asesinatos que marcaron la historia del país, los de Rodrigo Lara Bonilla, Luis Carlos Galán y Carlos Pizarro.

Ahora puede seguirnos en Facebooky en nuestro WhatsApp Channel.

Buscando exponer un mensaje de unión y terminar con la polarización que se registra en el país, hijos de los tres políticos asesinados (María José Pizarro, Rodrigo Lara y Juan Manuel Galán) se unieron para hablar con la periodista Eva Rey.

Los tres políticos fueron víctimas
Los tres políticos fueron víctimas de la violencia registrado en Colombia en los 80 y 90 - crédito Colprensa

Uno de los puntos de la conversación fue cómo el atentado a Miguel Uribe Turbay provocó que los tres entrevistados retrocedieran más de 30 años y recordaran el momento en el que se enteraron de que sus padres habían sido asesinados.

“Estaba arreglando mi casa, normal, fue como regresar a ese momento, a esa sensación de quién va a ser el siguiente, toda la tarde. Fue ver cómo hubiera querido que actuara el gobierno con nosotras, lo que vivimos es que absolutamente nadie nos llamó, nuestra vida siguió como si no hubiera pasado nada y la verdad era que nos habían roto la vida”, respondió María José Pizarro, que tenía 12 años cuando fue asesinado su padre, Carlos Pizarro.

La congresista indicó que tras reflexionar sobre la situación que se había registrado, decidió llamar a políticos cercanos a Miguel Uribe Turbay y ofrecer cualquier tipo de ayuda por parte de ella y su equipo.

“El primer gesto fue llamar a los colegas más cercanos del Centro Democrático, preguntar cómo estaba él y ponernos a disposición, en qué podíamos ayudar”, puntualizó.

La senadora reveló que llamó
La senadora reveló que llamó a políticos del Centro Democrático tras el atentado - crédito Colprensa

Por su parte, Juan Manuel Galán, segundo hijo de Luis Carlos Galán Sarmiento, expuso que estaba en el exterior cuando se enteró de la noticia y que permaneció varias horas sin creer que se tratara de algo real.

“Yo estaba siete horas adelante, estaba afuera del país, me cogió a las 12 de la noche más o menos. Primero era en shock, en incredulidad, estaba desconcertado, que esto no podía estar pasando, otra vez la misma historia de la campaña de los 90″.

Galán indicó que el atentado lo hizo no solo volver al asesinato de su padre, sino a la época vivida en el país desde que se registró el asesinato de Rodrigo Lara Bonilla en 1984.

Galán y Lara llegaron a
Galán y Lara llegaron a ser candidatos a la presidencia y vicepresidencia en las elecciones de 1982 - crédito Colprensa

Precisamente, Rodrigo Lara, uno de los hijos del que fue ministro de Justicia, dejó de lado hablar del político que fue víctima, si no que priorizó la vida del hijo menor de Uribe Turbay.

“Yo estaba haciendo ejercicio y tan pronto pude leer la noticia del atentado y pude ver las primeras imágenes, sentí una muy profunda tristeza, porque en últimas no deje de pensar en el hijo de Miguel, que tiene cuatro años”.

Lara reflexionó al recordar que el hijo del precandidato presidencial es de la edad que tenía Miguel Uribe Turbay cuando Pablo Escobar y el cartel de Medellín secuestró y asesinó a la madre del senador, Diana Turbay.

El niño tiene la edad que tenía Miguel cuando asesinaron a su mamá, sentí una muy profunda tristeza”, indicó Rodrigo Lara.

Cabe recordar que los casos mencionados se registraron entre 1984 y 1990, época en la que el Estado colombiano protagonizó una guerra contra Pablo Escobar y el resto del cartel de Medellín, que tenían como objetivo que el país prohibiera la extradición a través de una oleada de violencia que se mantuvo hasta 1993.