La banda criminal La Inmaculada montó escuelas clandestinas donde entrenan con fusiles a menores como sicarios

En barrios marginados y zonas rurales del municipio, niños y adolescentes son reclutados por bandas como La Inmaculada para ser adoctrinados, armados y obligados a consumir drogas sintéticas

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Sicarios de "La Inmaculada" estaráin
Sicarios de "La Inmaculada" estaráin captando menores de edad para sus 'escuelas' de sicariato - crédito Policía Metropolitana de Cali

En Tuluá, Valle del Cauca, las autoridades han detectado un alarmante fenómeno: bandas criminales están reclutando y entrenando a menores de edad para convertirlos en sicarios.

Según informó el diario El Tiempo, organizaciones como La Inmaculada están captan a niños y adolescentes de sectores marginados, aprovechando su situación de vulnerabilidad para integrarlos a actividades delictivas.

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Este patrón de reclutamiento se ha extendido a otras zonas del departamento, como Cali, Cartago y Jamundí, consolidando una estrategia violenta que amenaza a las comunidades más empobrecidas.

De acuerdo con el medio mencionado, los menores son principalmente captados en barrios de bajos recursos, como Brisas del Valle y San Francisco.

Alcalde de Tuluá habló sobre
Alcalde de Tuluá habló sobre la ofensiva que se planifica contra la estructura criminal - crédito Colprensa

A estos jóvenes se les ofrecen pagos mensuales entre tres y cinco millones de pesos, que pueden superar los quince o veinte millones si realizan tareas de mayor riesgo.

Inicialmente son usados para el microtráfico como “campaneros” o expendedores, pero con el tiempo reciben entrenamiento en el uso de armas de fuego —desde pistolas hasta miniuzis— en zonas rurales apartadas, con métodos que imitan los de escuelas de seguridad privada.

Además del adoctrinamiento, el consumo de sustancias como la cocaína rosa (2CB o tusi) es utilizado como método de control. Esta droga, altamente adictiva, permite a las bandas mantener sometidos a los menores mientras los convierten en ejecutores de crímenes.

Los efectos de esta práctica son devastadores. Solo entre el 1 y el 27 de abril de este año se registraron 16 homicidios en Tuluá, varios de ellos relacionados con “La Inmaculada”.

Uno de los casos más impactantes fue el del concejal Eliécid Ávila, asesinado el 31 de diciembre de 2023, presuntamente por alias Chinga Miguel, un menor entrenado por esta banda y que había escapado de un centro de resocialización en Bogotá.

El joven estaría involucrado en
El joven estaría involucrado en al menos tres asesinatos en Tuluá - crédito Policía Valle

“La Inmaculada” no es la única banda que tiene estas ‘escuelas de sicarios’

La situación no es exclusiva de Tuluá. En Cali, por ejemplo, se han identificado más de 75 bandas criminales, muchas de ellas vinculadas al uso de menores para actividades ilícitas.

Los disidentes del frente Jaime Martínez de las Farc también han sido señalados por reclutar jóvenes a través de redes sociales.

En Jamundí, se han reportado más de 60 menores desaparecidos en los últimos nueve años, según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal.

La violencia también se manifiesta con extrema crueldad. El Tiempo reportó el caso de Andrés Felipe Hernández García, un joven desaparecido en Aguaclara cuyo cuerpo fue hallado desmembrado entre el barrio Quintas de San Felipe y el río Tuluá.

Se presume que fue una retaliación por parte de La Inmaculada. Otro crimen similar fue el de Cristian Camilo Grajales Henao, de 25 años, cuyo cuerpo decapitado fue encontrado también en el río Tuluá.

El problema se extiende hacia el norte del Valle, donde bandas como Los Rastrojos y Los Flacos también utilizan menores. En municipios como Bolívar, Riofrío y Trujillo, adolescentes son empleados para transportar drogas o cometer asesinatos, según el medio citado.

Operativo en Páez, Cauca, neutraliza
Operativo en Páez, Cauca, neutraliza a alias "Cholinga", líder insurgente de las disidencias de las FARC - crédito redes sociales

En junio del 2025, un menor vinculado a Los Rastrojos participó en un ataque contra un equipo juvenil de fútbol en Trujillo, dejando dos heridos. Los Flacos, por su parte, han sido relacionados con la desaparición y asesinato de menores en Cartago.

En 2023, los cuerpos de Nasly Daniela Santiago y Nicolás Aristizábal, ambos de 17 años, fueron hallados en una laguna cerca de la finca El Rincón, utilizada por esta banda para desaparecer víctimas.

Estas organizaciones heredan prácticas de estructuras criminales como el cartel del norte del Valle y las antiguas autodefensas.

El uso de menores, el sicariato y el narcotráfico forman parte de su estrategia para mantener el control territorial en el Valle del Cauca y expandirse hacia Risaralda y Quindío.