Economía en alerta: el país consume más de lo que produce y depende de un solo sector para crecer

Los últimos datos del Dane muestran un avance sostenido basado en el sector terciario, mientras la industria, la construcción y la agricultura presentan cifras alarmantes que lastran el desarrollo

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Hacienda proyecta un déficit fiscal
Hacienda proyecta un déficit fiscal del 7,1%, lo que impulsa reformas tributarias y recortes presupuestarios para enfrentar la situación - crédito Canva

La economía colombiana sigue en movimiento, pero su paso es desigual. Los datos de abril de 2025 muestran que el país crece, sí, pero lo hace impulsado casi exclusivamente por los servicios, mientras sectores clave como la industria, el agro y la construcción siguen sin levantar cabeza.

El informe del Dane sobre el Índice de Seguimiento a la Economía (ISE) reveló que el crecimiento interanual fue de 2,51%, con un aumento mensual de 1,57% frente a marzo. En cifras acumuladas, entre enero y abril la economía creció 2,33%, un avance frente al 1,72% registrado en el mismo periodo del año pasado.

La construcción no logra reactivarse
La construcción no logra reactivarse tras la pandemia, afectando la inversión y el empleo en áreas clave del desarrollo nacional - crédito Colprensa

Aunque las cifras generales son positivas, el panorama es mucho más complejo cuando se observa con lupa. Las actividades terciarias, que agrupan comercio, servicios financieros, telecomunicaciones, entretenimiento, entre otros, fueron prácticamente las únicas que impulsaron el crecimiento.

En medio de la desaceleración de los sectores productivos, las actividades terciarias crecieron 2,6% anual y se consolidaron como el soporte principal del avance económico. Dentro de este grupo, destacan:

  • Comercio, transporte, alojamiento y comida: +4,9%
  • Información y comunicaciones: +2,7%
  • Servicios financieros y de seguros: +2,7%
  • Actividades inmobiliarias: +1,7%
  • Administración pública, salud, educación y cultura: +2,1%

Incluso el comercio minorista, uno de los grandes protagonistas de esta recuperación, reportó un notable 11,4% de crecimiento en ventas reales. Sin embargo, no todo es color de rosa, el empleo en ese sector cayó 1% frente a abril de 2024, lo que deja dudas sobre la sostenibilidad del impulso.

El contraste más fuerte aparece en las actividades secundarias, es decir, la industria y la construcción. Este grupo mostró una caída de -3,9% anual. La industria, en particular, sigue en terreno negativo por segundo año consecutivo, arrastrando consigo el empleo formal y debilitando la capacidad productiva del país.

Los datos del Índice de Producción Industrial son claros:

  • Explotación de minas y canteras: -13,7%
  • Industria manufacturera: -3,3%
  • Captación, tratamiento y distribución de agua: -2,1%
Las cifras económicas de abril
Las cifras económicas de abril evidencian un crecimiento desigual en Colombia, con los servicios liderando y la industria cesando su recuperación - crédito Luisa González/REUTERS

La construcción, por su parte, apenas creció 1,43 % frente a marzo, pero sigue con cifras negativas en términos anuales. El sector no logra recuperar el dinamismo perdido tras la pandemia, y su lenta recuperación afecta el empleo, la inversión y el crecimiento regional.

Las actividades primarias, que incluyen agricultura, minería y pesca, también mostraron cifras negativas, con un retroceso de -1,7% anual. La caída se explica sobre todo por el mal desempeño de la minería, golpeada especialmente en carbón y petróleo.

En el agro, hay una mezcla de comportamientos. Mientras algunos productos agroindustriales mantienen cifras estables, otros sufrieron por factores climáticos, altos costos de insumos y menor inversión pública.

La radiografía económica del país muestra un crecimiento dependiente de un solo músculo. El problema no es solo estructural, la terciarización de la economía colombiana viene de tiempo atrás, sino también coyuntural. El país produce menos y consume más, una frase que resume el desequilibrio actual.

Este desbalance genera riesgos, al no tener un aparato productivo sólido, el país queda más expuesto a crisis externas, al encarecimiento de importaciones o a la volatilidad del tipo de cambio.

El contexto fiscal tampoco es favorable. Hacienda proyecta un déficit del 7,1% para este año, lo que obligó al Gobierno a activar la cláusula de escape fiscal y proponer una nueva reforma tributaria por 19 billones de pesos. En paralelo, ya se habla de recortes en inversión pública para ajustar las cuentas del Estado.

La minería, un sector clave,
La minería, un sector clave, enfrenta retrocesos significativos que afectan la estabilidad económica y las exportaciones en Colombia - crédito Fernando Vergara/AP

Mientras tanto, el dólar se mantiene alrededor de los $4.085, una cifra que, si bien alivia el pago de deuda externa, encarece las importaciones y pone presión sobre la balanza comercial. Si la producción nacional no despega, esa ecuación puede terminar en números rojos.

Colombia avanza, pero lo hace con una economía que no logra diversificarse. Los servicios, aunque necesarios, no pueden ser el único sustento del crecimiento. La industria, la agricultura y la construcción siguen siendo claves para generar empleo de calidad, fortalecer la inversión interna y aumentar la productividad.

Por ahora, los datos de abril ofrecen un respiro, pero no una solución de fondo. El país necesita más que consumo para consolidar una recuperación real. Y si no se corrige el rumbo, el crecimiento podría convertirse en una ilusión frágil que se desinfle ante el primer temblor económico.