Perrito callejero perdió la movilidad en sus patas por intolerancia: alguien le disparó porque pasó frente a su casa

Hay repudio en Bucaramanga después de que se conociera un nuevo caso de maltrato animal ocurrido en el barrio Villa Carmelo, en el norte de la capital Santandereana.

Según se conoció, el perrito llamado Dylan fue herido con un perdigón que afectó su columna vertebral. Según residentes de la zona, el ataque habría sido perpetrado con un rifle neumático por un vecino del bloque C, conocido en el área por sus comportamientos conflictivos, incluyendo amenazas hacia otros vecinos y sus mascotas.

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Cámaras de seguridad registraron el momento del ataque, y el material será presentado a las autoridades para que se investigue y procese conforme a la Ley Ángel de protección animal.

Nayive Mejía, una vecina del sector, compartió que el presunto atacante ha generado tensiones en la comunidad previamente y que este incidente es una grave muestra de conducta peligrosa.

“Lo que sabemos es que es un señor problemático que ha amenazado a más vecinos y a sus mascotas con agredirlos con machetes”, comentó la residente en declaraciones recogidas por Vanguardia.

Tras el ataque, Dylan fue sometido a dos cirugías en una clínica veterinaria privada, pero desafortunadamente, el proyectil aún permanece alojado en sus vértebras, impidiéndole caminar.

Ante la posibilidad de una tercera intervención, la familia adoptiva de Dylan enfrenta dificultades económicas para costear el tratamiento. Para facilitar el apoyo de la comunidad, han abierto una cuenta en Nequi (3156314744), donde se pueden realizar donaciones para cubrir los gastos médicos.

La comunidad, por medio de Zary, un influencer local que ha denunciado públicamente el caso, busca sensibilizar sobre el maltrato animal y presionar por el inicio de acciones legales contra el responsable.

Las autoridades han sido notificadas, y se espera que las evidencias recolectadas impulsen una rápida investigación que asegure justicia para Dylan.

La Ley Ángel contempla la creación de un registro nacional de personas condenadas por delitos contra los animales, que estará bajo la responsabilidad de la Fiscalía y la Policía Nacional.

Esta medida, junto con la inhabilidad para ejercer profesiones u oficios relacionados con animales y la prohibición de tenencia de animales por hasta el doble de la pena principal, forma parte de la nueva normativa aprobada por unanimidad en el Congreso de Colombia para combatir las formas más graves de violencia animal.

La Ley Ángel introduce un endurecimiento de las sanciones penales y económicas para aquellos a los que se les compruebe actos de crueldad animal. Las penas privativas de la libertad para quienes maten con dolo a un animal, lo lesionen gravemente o lo sometan a abuso sexual superarán los tres años de prisión, lo que implica que estos delitos dejarán de ser excarcelables.

Además, las multas económicas aumentarán considerablemente: en casos de lesiones graves, las sanciones pasarán de cinco salarios mínimos mensuales a un rango de 15 a 30 salarios mínimos, y cuando el acto resulte en la muerte del animal, la multa oscilará entre 30 y 60 salarios mínimos.

Incluso, la ley incorpora nuevos agravantes para los delitos contra los animales, como la violencia vicaria, que consiste en utilizar a un animal para causar daño emocional a otra persona, la difusión de pornografía o escenas de violencia animal, y la agresión a animales en el contexto de actividades económicas.

También se sancionará la mutilación y otras conductas que atenten contra la integridad de los animales. “La Ley Ángel aprobada por unanimidad en Cámara de Representantes y Senado se convierte sin duda en la herramienta legal más importante en Colombia para luchar contra las peores formas de violencia que padecen los animales en nuestro país”, expresó la senadora Andrea Padilla, una de las principales impulsoras de la iniciativa.