Petro y César Gaviria protagonizaron un apretón de manos en medio de las críticas por la firma del ‘decretazo’ de la consulta popular

El 11 de junio de 2025, el presidente de la República, Gustavo Petro, firmó el decreto para convocar la consulta popular, luego de que en días previos había mostrado una faceta conciliadora para llegar a acuerdos con los partidos de oposición y poder aprobar en el Senado un articulado que recogiera las posturas del espectro político nacional.

Con respecto a la medida, el expresidente y líder del Partido Liberal César Gavira criticó duramente al jefe de Estado, ya que considera que el mecanismo de participación ciudadana que el Gobierno quiere realizar el 7 de agosto es “manifiestamente violatorio del artículo 104 de la Constitución”.

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A su vez, el exmandatario sostuvo que “el Presidente y los ministros que lo firmaron atropellan al Senado y se arrogan facultades de la administración de justicia”.

A pesar de las duras críticas, los dos líderes políticos tuvieron un encuentro fugaz en la posesión de Lina Escobar como nueva magistrada de la Corte Constitucional. En el evento estrecharon manos ante la mirada de los invitados.

Al acto de posesión asistieron otros funcionarios como el procurador General de la Nación, Gregorio Eljach y el registrador Nacional, Hernán Penagos, con los que el gobernante de los colombianos también tuvo cierta cercanía pese a la oposición de los altos funcionarios a la consulta.

En la ceremonia, el presidente de la Corte Constitucional, magistrado Jorge Enrique Ibáñez Najar, envió un mensaje a Petro sobre la importancia de preservar la independencia judicial como condición esencial para la democracia en Colombia.

“El país ha depositado su confianza y su anhelo de justicia en usted, como en todos los que integramos esta Corte”, expresó Ibáñez en su discurso. Pero más allá del saludo protocolario, la intervención del presidente de la Corte fue una defensa articulada de los principios constitucionales y un llamado a blindar a la justicia de cualquier forma de interferencia política, mediática o violenta.

“La independencia judicial es esencial para el Estado de derecho, pero también es profundamente vulnerable a los ataques: si la sociedad a la que sirven los jueces no se empeña en resguardarla, esa independencia puede hacerse añicos”, advirtió Ibáñez, citando a la jueza estadounidense Ruth Bader Ginsburg.

De igual manera, recordó el papel que cumple la institución que preside al verlo como la “voz serena de la razón” en medio de posibles turbulencias políticas.

“Por eso debemos defender celosamente la autonomía de nuestra Rama Judicial y con ella, la autonomía de la Corte Constitucional”, destacó el magistrado.

Y agregó: “La posesión ante el propio órgano judicial afianza su autogobierno, protege la autonomía institucional y salvaguarda la imparcialidad de quienes estamos llamados a ejercer control judicial de constitucionalidad”.

Sin mencionar de manera directa el debate nacional sobre una posible consulta popular anunciada recientemente por el Gobierno nacional y firmada vía decreto por Gustavo Petro, el presidente de la Corte fue claro al subrayar que todo poder público tiene límites y debe ejercerse conforme al mandato de la Constitución.

“No se debe olvidar que la soberanía es popular, en la cual descansa el poder constituyente del cual emana el poder público que se ejerce en los términos que la Constitución establece”, afirmó.

Ibáñez se dirigió a la nueva magistrada recalcando: “La independencia que usted personifica hoy, magistrada Escobar, es el cimiento de la confianza ciudadana en el poder de la Constitución. Que su temple y su rectitud sean un homenaje permanente (…) a los magistrados que han pasado por las altas cortes, incluyendo a los inmolados en este Palacio de Justicia, y que cayeron defendiendo un ideal grande: el ideal de una democracia libre y justa, donde el Derecho no se doblega”.