Almuerzo solitario terminó en sorpresa: joven bogotana agradeció gesto anónimo que la hizo creer en el amor de película

A través de un video en TikTok se conoció que sin mensaje, nota ni cara, la figura del “héroe incógnito” quedó grabada en el agradecimiento de la usuaria

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La usuaria de TikTok, Manuasuzu, compartió su experiencia en la que el “amor de película” se hizo presente fuera de la pantalla - crédito manuasuzu/TikTok

En un mundo donde las historias de amor suelen idealizarse en la pantalla grande, la realidad a menudo nos recuerda que los grandes gestos románticos son una rareza; sin embargo, en ocasiones, la vida real supera la ficción con momentos que parecen sacados de un guion de cine.

Esto fue precisamente lo que le sucedió a la usuaria de TikTok identificada como Manuasuzu, que vivió un episodio que, aunque desconcertante por no conocer al protagonista, la dejó feliz y con la certeza de que el “amor de película” aún existe.

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Un almuerzo solitario con final inesperado

Manuasuzu relató su experiencia como una auténtica “historia de amor de película”, pues su día comenzó de forma rutinaria: “El otro día fui a almorzar a Crepes yo solita, yo sola, con mi soledad feliz de la vida viendo tiktoks”, y agregó que tenía la intención de pasar el tiempo mientras esperaba un compromiso, por lo que decidió tomar “una sopita”.

Sin embargo, su plan inicial se transformó en un “banquete”: “Yo me pedí crep, gaseosa, pan, postre, yo no sé por qué, yo estaba feliz, yo estaba all you can eat mientras veía tiktoks”.

Su jornada rutinaria en un
Su jornada rutinaria en un restaurante se tornó en una historia digna de un guion romántico - crédito manuasuzu/TikTok

Con una mezcla de humor y agradecimiento, pensó: “La vida a veces a uno lo premia después de tantas cosas que a mí me pasan en TransMilenio”, pero a pesar de su inicial intención de no gastar mucho, se complació con el almuerzo, considerándolo “un gustico de mí para mí un tiempo conmigo. Soy abundancia”.

El giro de la trama llegó cuando pidió la cuenta, dado que Manuasuzu se había percatado de que una sola mesera la había atendido, pero al solicitarla, una persona diferente se le acercó.

Poco después, la mesera que la había atendido desde su llegada se aproximó corriendo y le preguntó: “Oye, ¿qué quieres?, ¿quieres pedir algo más?”.

Manuasuzu, extrañada, respondió que solo quería la cuenta, pero fue entonces cuando la mesera le soltó la frase que la dejó atónita: “¡No!”.

La cuenta ya estaba paga

La respuesta de la mesera dejó a Manuasuzu en un estado de incredulidad: “Yo se los juro que yo dije También caerás, o sea, a mí me están haciendo una broma, la señora se está riendo de mí”, pensó, pero ante su confusión, la mesera le reveló el misterio: “Sí, es que ya el joven de la mesa uno te la pagó”.

La noticia la dejó perpleja: “¿Es real?, dije yo, ¿esto es real?”, la sorpresa fue tal que no podía creerlo, por lo que la mesera, al ver su reacción, se rio, y explicó que había pensado en preguntarle si quería algo más, pero “es que ya está pago”.

Inmediatamente, Manuasuzu quiso saber la identidad de su benefactor: “¿Y quién es?, su intención era simplemente dar las gracias y entender el porqué de tan generoso gesto.

El gesto anónimo de un
El gesto anónimo de un comensal pagó por completo la cuenta de Manuasuzu sin dejar rastro -crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Un detalle “coqueto” y un héroe incógnito

El impacto emocional fue inmenso: “Si eres tú, te quiero dar las gracias porque ese día yo no tenía tanto presupuesto para pagar el almuerzo y me arreglaste el día literalmente, yo salí feliz, dichosa de Crepes”, expresó conmovida.

La experiencia le hizo cuestionar la realidad: “Y yo digo ¿qué es esto tan romántico?, o sea, esto es tan de película, yo pensé que esas cosas no pasaban, sino que eran de romanticismos del 2001 y yo soy la muestra de que aún existen los detalles coquetos”.

Pese al misterio, el episodio
Pese al misterio, el episodio devolvió a la protagonista la fe en los pequeños detalles y en la amabilidad humana - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Sin embargo, el misterio persiste, pies a Manuasuzu no le dejaron “ningún mensaje”, dado que la persona que pagó su almuerzo “no se dejó ver porque yo pregunté qué mesa es, y me dijo: ‘Ya se fue’, incógnito, ni idea quién es, qué edad, por qué me pagó el almuerzo, no me dejaron una nota, absolutamente nada”.

A pesar de no conocer a su “héroe”, Manuasuzu concluyó su video con un mensaje de gratitud y esperanza: “Igualmente, yo estoy aquí agradecida con toda la fe en la humanidad".