Vía Bogotá-Girardot: así luce el corredor que reducirá el tiempo de viaje a dos horas

La transformación de la arteria estratégica optimiza la movilidad con nuevos carriles y variantes, reduciendo la congestión y fortaleciendo el transporte comercial en el suroccidente del país

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La ampliación de tres a
La ampliación de tres a dos carriles en la vía Bogotá-Girardot mejoró la movilidad y redujo tiempos de viaje a dos horas - crédito Vía Sumapaz

La modernización de la vía Bogotá-Girardot promete transformar la conectividad y el desarrollo económico en Colombia. Esta importante obra de infraestructura redujo significativamente los tiempos de viaje entre las dos ciudades, pasando de siete a tan solo dos horas. Además, la ampliación de la carretera de dos a tres carriles busca mejorar la movilidad, fomentar el turismo y potenciar el crecimiento económico en la región.

La vía Bogotá-Girardot, una de las principales arterias de conexión entre la capital colombiana y el suroccidente del país, fue objeto de una ambiciosa modernización que incluye la construcción de nuevos puentes y variantes. Las mejoras no solo alivian el tráfico, también optimizan la seguridad vial y la experiencia de los usuarios. La obra responde a la creciente demanda de transporte en esta ruta, que es clave para el comercio y el turismo.

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Entre los aspectos destacados de esta modernización se encuentra la incorporación de variantes estratégicas que desvían el tráfico pesado de las zonas urbanas, reduciendo la congestión y los tiempos de desplazamiento. Además, los nuevos puentes construidos en la vía no solo facilitan la movilidad, sino que también representan un avance en términos de ingeniería y diseño, adaptándose a las necesidades actuales de transporte.

Nuevos puentes y variantes estratégicas
Nuevos puentes y variantes estratégicas construidos para aliviar el tráfico pesado en la renovada carretera Bogotá-Girardot - crédito ANI

El impacto económico de esta obra es significativo. La reducción en los tiempos de viaje no solo beneficia a los transportadores y viajeros frecuentes, también impulsa el turismo en destinos cercanos como Melgar, Girardot y otros municipios del Tolima y Cundinamarca. La mejora en la conectividad facilita el acceso a estos lugares, promoviendo el desarrollo de la industria hotelera, gastronómica y de servicios en general.

Por otro lado, la modernización también tiene implicaciones en el ámbito ambiental. La reducción de los tiempos de viaje y la descongestión vehicular contribuyen a disminuir las emisiones de gases contaminantes, un aspecto relevante en el contexto de los esfuerzos globales por mitigar el cambio climático. Según el análisis realizado por el medio Portafolio, las mejoras posicionan a la vía Bogotá-Girardot como un ejemplo de infraestructura sostenible en el país.

La obra, que forma parte de un plan más amplio de modernización de la infraestructura vial en Colombia, reflejó el compromiso del gobierno y del sector privado por mejorar la competitividad y la calidad de vida de los ciudadanos. Ese tipo de proyectos son esenciales para conectar regiones, dinamizar la economía y fortalecer el tejido social del país.

El impacto económico de la
El impacto económico de la vía Bogotá-Girardot se refleja en el aumento del turismo en destinos clave del Tolima y Cundinamarca - crédito ANI

Por otra parte, la región de Fusagasugá y Silvania, históricamente afectada por deslizamientos, igualmente experimentó una significativa mejora en la seguridad vial gracias a la estabilización de 140 kilómetros de taludes. Dicho esfuerzo generó resultados concretos: desde diciembre de 2016, los índices de siniestralidad se redujeron en un 63 %, y entre 2023 y 2024, los accidentes disminuyeron un 10%.

El proyecto no solo se enfocó en la infraestructura vial, igualmente en la implementación de tecnología avanzada para garantizar una operación más eficiente y segura. En Fusagasugá, se estableció un Centro de Control de Operaciones (CCO) que gestiona en tiempo real hasta 35.000 incidentes anuales. Este centro cuenta con un sistema de monitoreo compuesto por 129 cámaras, 111 postes SOS, 35 paneles de mensajería variable, estaciones meteorológicas, puntos de control de altura y básculas para el control de carga. Las herramientas permiten una supervisión constante y mejoran la capacidad de respuesta ante emergencias.

Las estaciones de peaje en Chinauta y Chusacá también fueron modernizadas y ampliadas, ahora con 10 carriles por sentido y opciones de pago electrónico que agilizan el tránsito. Adicional, se construyó más de 15 puentes vehiculares y más de 30 peatonales, lo que incrementó la seguridad tanto para los conductores como para las comunidades cercanas.

Reducción del 63% en los
Reducción del 63% en los índices de siniestralidad desde 2016 gracias a mejoras de seguridad vial en la vía Bogotá-Girardot - crédito Concesión Vía Sumapaz

En términos de servicios para los usuarios, se habilitó dos nuevas áreas de descanso en puntos estratégicos como Nilo y Fusagasugá. Estas áreas ofrecen servicios integrales que incluyen enfermería, telefonía gratuita, baños, zonas de alimentación, parqueaderos y espacios seguros para que los viajeros puedan hacer una pausa durante su trayecto. Las instalaciones buscan mejorar la experiencia de los usuarios y garantizar su bienestar durante los desplazamientos.

El compromiso con la sostenibilidad también fue eje central del proyecto. Para las inspecciones y el soporte logístico, se utilizan vehículos eléctricos, lo que contribuye a la reducción de emisiones contaminantes. Asimismo, la incorporación de paneles de mensajería variable y sistemas automatizados ha optimizado las operaciones diarias del corredor, reforzando el enfoque ambiental del proyecto.