
La Secretaría Distrital de Salud de Bogotá y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) establecieron un convenio de cooperación internacional con el objetivo de desarrollar una nueva política pública sobre sustancias psicoactivas.
Este proyecto busca reemplazar el marco normativo vigente desde 2011 por uno actualizado, que responda a los desafíos actuales y tenga una proyección de 10 años. Según informó la dependencia, la iniciativa será intersectorial, participativa y estará orientada a promover la salud pública y la convivencia ciudadana.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
El proceso de formulación de esta política se estructurará en cuatro fases, siguiendo los lineamientos del Conpes D.C. La primera etapa, denominada de preparación y alistamiento, se centrará en la organización de equipos técnicos, así como en el diseño de metodologías e instrumentos que permitan garantizar la participación ciudadana.

Posteriormente, en la segunda fase, se llevará a cabo una consulta participativa que involucrará a aproximadamente 11.000 personas mediante encuestas, mesas de trabajo, entrevistas, foros comunitarios y grupos focales. Este proceso tiene como propósito identificar los problemas públicos relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas, los puntos críticos y las posibles soluciones.
La tercera fase estará enfocada en la formulación técnica de la política, definiendo aspectos clave como el marco conceptual, los ejes estratégicos, el plan de acción, los mecanismos de gobernanza y los sistemas de evaluación y participación. Finalmente, la cuarta etapa consistirá en la aprobación y socialización de la política pública, asegurando su difusión y comprensión en todos los niveles.
La Secretaría Distrital de Salud liderará este proceso en coordinación con el Consejo Distrital de Estupefacientes y otros sectores clave como Seguridad, Integración Social, Gobierno, Planeación y Educación. Además, se garantizará la participación activa de la ciudadanía mediante metodologías tanto presenciales como virtuales, convocando a la sociedad civil, la academia, las instituciones y las comunidades más afectadas por el consumo y tráfico de sustancias psicoactivas.

El subsecretario de Salud Pública, Julián Fernández, comentó que “la política pública no solo busca responder al consumo de sustancias psicoactivas, sino transformar estructuralmente las condiciones que lo generan. Con el apoyo de Unodc y la voz de la ciudadanía, construiremos una respuesta coherente, técnica y con sentido territorial”. Esta declaración subrayó la intención de abordar el fenómeno desde una perspectiva integral, que no solo contemple el consumo, sino también las causas subyacentes.
Por su parte, Olivier Inizan, representante regional de la Unodc, destacó la importancia de esta colaboración, afirmando que “con esta articulación, Bogotá da un paso decisivo hacia la construcción de una política de sustancias psicoactivas moderna, sostenible y legítima, que reconozca la complejidad del fenómeno y promueva respuestas innovadoras, colaborativas y centradas en el bienestar de las personas”. Estas palabras refuerzan el compromiso de la organización internacional con la implementación de estrategias que prioricen el bienestar humano y la sostenibilidad.
El convenio entre la Secretaría Distrital de Salud y la Unocd representará un esfuerzo significativo para actualizar y modernizar las políticas públicas relacionadas con las sustancias psicoactivas en Bogotá. Según la dependencia, el enfoque busca no solo atender las problemáticas actuales, también anticiparse a los retos futuros, mediante un proceso participativo que integre a diversos sectores de la sociedad.

Es importante destacar que el marco normativo vigente desde 2011, promulgado el 30 de diciembre de ese año, estableció directrices para prevenir el consumo y la vinculación a la oferta de sustancias psicoactivas, reconociendo las diversas manifestaciones del fenómeno y la diversidad cultural y poblacional de Bogotá.
El decreto subraya que el consumo está influenciado por factores históricos, políticos, económicos y culturales, así como por sus efectos en la salud física, mental y social. Para ello, las entidades del Distrito capital estaban en obligación de priorizar ese tema en sus agendas sociales y promover acciones basadas en un enfoque de derechos.
Esta estructura se organizó en cinco ejes estructurales y dos transversales, cada uno con líneas estratégicas específicas: los cuales son:
- El primer eje, denominado Fortalecimiento y/o desarrollo de potencialidades para la vida, se centró en fortalecer habilidades en la vida cotidiana, con énfasis en la familia y la comunidad. Entre sus líneas estratégicas se incluyen la creación de directrices para fortalecer las capacidades familiares, el desarrollo de estrategias para integrar a la población desescolarizada en procesos preventivos y la promoción de una cultura preventiva en ámbitos como el educativo y laboral.
- El segundo eje, Alternativas socioculturales, deportivas y recreativas, buscó generar opciones que mejoren la calidad de vida y fortalezcan los vínculos sociales. Este eje incluyó estrategias para promover celebraciones libres de consumo de sustancias, prevenir el consumo en diferentes etapas de la vida y reducir riesgos en espacios donde se consumen estas sustancias.
- El tercer eje, Movilización de redes sociales, tiene como objetivo activar redes comunitarias e institucionales para prevenir el consumo y reducir los riesgos asociados. Entre sus líneas estratégicas se encuentran la construcción de estrategias participativas en los territorios, la vinculación de familias en procesos preventivos y la actualización de mecanismos de control del tráfico y consumo en Bogotá.
- El cuarto eje, Oferta de servicios de atención integral y diferencial, se enfocó en garantizar el acceso a servicios de salud para los habitantes de la ciudad. Este eje incluye acciones como la creación de centros de atención integral, la implementación de casas juveniles para la prevención temprana y la construcción de alianzas con organismos internacionales y empresas privadas para fortalecer los programas de atención.
- El quinto eje, Resignificación del consumo y la vinculación a la oferta de sustancias psicoactivas, buscó transformar los imaginarios sociales asociados al consumo y la oferta de estas sustancias. Entre sus líneas estratégicas se encuentran procesos de sensibilización para fomentar el pensamiento crítico y la corresponsabilidad ciudadana, así como el fortalecimiento de relaciones familiares y comunitarias para prevenir la exposición al consumo desde edades tempranas.
Más Noticias
Irene Vélez reaccionó a demanda en su contra: “Entendámoslo como es: otro ataque político”
La abogada Ximena Echavarría y la Fundación Dilo Colombia impulsan un proceso ante el Consejo de Estado por presunto conflicto de interés, mientras Vélez rechaza los señalamientos y los atribuye a motivaciones políticas

Conductor de camioneta generó caos en vía de Cundinamarca y terminó en un hueco: todo quedó en video
El episodio quedó registrado en video por otros usuarios de la carretera, quienes circulaban detrás del vehículo implicado

Entre basuras, captaron a un visitante inesperado en el norte de Popayán
El video ha llamado la atención en redes sociales debido a las condiciones en que el animal fue observado

Alias El Chirri fue asesinado, días antes había confesado en un video su participación en robo de motocicletas en el Atlántico
Las autoridades investigan si su homicidio está relacionado con ajustes de cuentas entre bandas criminales de la región

Gobernación del Chocó transfiere fondos urgentes para enfrentar crisis hospitalaria y sobreocupación en Quibdó
El hospital San Francisco de Asís mantiene la alerta roja por desabastecimiento y exceso de pacientes
