Expertos cuestionan reportes sobre la supuesta droga “Coco Chanel”: sin pruebas de laboratorio ni confirmación oficial

En diálogos con Infobae Colombia, tres expertos sobre drogas y otros tipos de sustancias alucinógenas se refirieron sobre una presunta nueva droga que las autoridades no han identificado y que medios de comunicación están divulgando con afirmaciones poco confiables

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Las sustancias psicoactivas de moda
Las sustancias psicoactivas de moda generan controversia por su composición incierta y la falta de análisis técnicos exhaustivos, como advierten especialistas en el tema - crédito Shutterstock

El debate en torno a la veracidad y composición de ciertas sustancias psicoactivas, como aquellas conocidas popularmente como Tusi Rosado o una presunta nueva droga identificada como Coco Chanel, abre un panorama de dudas e imprecisiones en los reportes mediáticos y en la percepción pública.

En la madrugada del 7 de junio del 2025, Semana público un artículo en su sitio web en el que se una fuente anónima habla sobre una nueva sustancia psicoactiva que está recorriendo las calles de Antioquia, identificada como Coco Chanel y que, según la información suministrada por dicha fuente, tendría un precio en el mercado de 100 a 120 dólares por cada dos gramos.

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Según Oswaldo Beltrán Torres, periodista especializado en temas de drogas y director del pódcast Mínima Dosis, una parte fundamental de esta problemática radica en la limitada capacidad técnica para analizar estas sustancias fielmente. “Para saber qué es una droga requiere un análisis se hace con una máquina que se llama un cromatógrafo”, mencionó en entrevista con Infobae Colombia, afirmando que no se puede afirmar que exista una nueva droga, o a menos que no se hagan dichos estudios.

Beltrán explicó que muchas pruebas utilizadas en el campo son de tipo colorimétrico, basadas en el cambio de color de un reactivo químico al entrar en contacto con la sustancia en cuestión, como las que hace Échele Cabeza en diferentes espacios culturales, en donde la población civil se acerca con sustancias para poder determinar su composición y decidir si quieren consumirlas o no.

Especialistas cuestionan la supuesta composición
Especialistas cuestionan la supuesta composición de esta sustancia, afirmando que la vía de administración de ciertos componentes dificulta su combinación en un solo producto - crédito Aurea Del Rosario / Ap Foto

Este método, aunque útil, resulta incapaz de ofrecer un perfil detallado de los componentes de estas drogas. “Un test como estos no podría saber qué tiene, solo verificar si contiene, por ejemplo, benzodiacepinas”, enfatizó. En el caso del Tusi Rosado, también conocido como “drogas de élite”, se trataría de un cóctel de varias sustancias activas y adulterantes que van desde Mdma (Molly o éxtasis) hasta estimulantes como la cafeína.

La controversia se agudiza cuando se entra a analizar nombres como Coco Chanel, reportado por la fuente anónima de Semana como una droga compuesta por heroína, bazuco, Nexus (2C-B) y otras sustancias.

A las 12:45 p. m., Échele Cabeza se pronunció ante las afirmaciones de Semana asegurando que:

Cómo lo hizo en 2012 Semana lanzando el ‘tusi’ al estrellato, ahora repite con ‘Coco Chanel’ asociándola a ‘ambientes privados y exclusivos de Medellín’ dándole un carácter aspiracional que remata con ‘Solo lo está consumiendo la gente dispuesta a pagar buen dinero, entre 100 y 120 dólares por una bolsita de 2 gramos’. Sin análisis fisicoquímicos, ni respaldo del Observatorio de Drogas de Colombia se atreven a decir que está ‘compuesta por cr4ck, h3roín4 y n3xvs” sin más evidencia que un testimonio anónimo y aseguran que ‘su consumo resulta más peligroso que el del tusi, la c0c4ín4, la h3r0ín4 y el f3nt4nil0.’ Sin ni siquiera saber qué es (SIC)“.

Declaraciones Échele Cabeza sobre Coco
Declaraciones Échele Cabeza sobre Coco Chanel - crédito captura de pantalla Facebook

Beltrán señala inconsistencias en esta afirmación, puesto que dichas sustancias tienen “vías de administración diferentes”, lo que hace poco probable su combinación en un solo producto. Además, advirtió las posibles inconsistencias que pueden tener las fuentes anónimas y no el reporte de las entidades gubernamentales o sociales.

Lo mismo, pero con otro nombre

Según Beltrán, cuando se popularizan nombres o términos relacionados con drogas, a menudo ocurre que estas sustancias no son nuevas, sino variantes o adaptaciones de compuestos ya existentes.

Un ejemplo claro es el 2C-B, conocido en algunos contextos como “Nexus”, que deriva de una molécula previamente conocida como mezcalina, presente en cactus como el peyote y el cactus de San Pedro.

Este nombre, señala Beltrán, se utiliza de manera confusa en Colombia, mientras que en otros países el término “Tusi” se asocia más a combinaciones sintéticas con éxtasis u otras drogas. Beltrán destacó que esta falta de coherencia en la nomenclatura genera desinformación tanto en consumidores como en observadores externos.

A pesar de su fama
A pesar de su fama como droga de élite, investigadores advierten que estas sustancias suelen ser adaptaciones de compuestos preexistentes, afectadas por prácticas de manipulación en la producción - crédito Ingimage

En una revisión más específica sobre la supuesta “droga Coco Chanel”, Beltrán expresó dudas sobre su existencia real: “El bazuco, usualmente fumado, no tendría mucho efecto si se toma por vía oral”.

Otro aspecto fundamental es la influencia del estatus social y el marketing alrededor de estas sustancias. Según declaró Beltrán, esto ya se observó con el Tusi Rosado, inicialmente promovido como una “droga de lujo”. “El Tusi Rosado lo vendieron como la droga de la élite, lo que fomentó su consumo como símbolo de estatus”, añadió Beltrán.

En este contexto, los grupos especializados en análisis, como Échele Cabeza, intentan aportar claridad sobre estas sustancias y sus riesgos. Sin embargo, al depender de pruebas limitadas, enfrentan barreras técnicas para determinar la composición exacta de las muestras. “Cuando una sustancia no coincide con lo esperado, los análisis a menudo solo pueden etiquetarla como ‘desconocida’”, afirmó.

Además, Beltrán recordó casos emblemáticos de manipulación en la producción de drogas para evitar restricciones comerciales. Por ejemplo, “cuando los productores de éxtasis se quedaron sin el aceite de safrol, se crearon análogos químicos como el PMA, que resultaron ser más tóxicos”, explicó.

Expertos advierten que el revuelo
Expertos advierten que el revuelo por la aparente droga nueva responde más a estrategias de marketing callejero, sin evidencias de innovación química real - crédito Camila Díaz/Colprensa

Como ejemplo, mencionó que su madre recientemente escuchó en televisión sobre una sustancia llamada “Batman”, que resultó no ser una droga nueva, sino simplemente bazuco empacado con una etiqueta distintiva. “Es un problema; siempre dicen que hay una nueva droga, pero simplemente es algo antiguo, renombrado”, concluyó.

El coctel de drogas que supone Coco Chanel no es nada nuevo y mal diseñado

Esta supuesta sustancia no sería más que una combinación de drogas previamente conocidas. Así lo explicó Lineth Alarcón Franco, médica neuro-toxicóloga y profesora de la Universidad Cooperativa de Colombia, que destacó, en diálogos con Infobae Colombia, que este nuevo cóctel no introduce ninguna sustancia verdaderamente novedosa. “Esto no es algo nuevo, es un cóctel. El Nexus ya existe, es Tusi, pero con otro componente; también incluye heroína y crack”.

Desde un punto de vista químico, combinar sustancias con propiedades opuestas, como las que se mencionan en este cóctel, puede resultar en efectos poco predecibles.

Alarcón indicó que “dependiendo de cómo sean combinadas, los efectos pueden anularse entre sí o exacerbar reacciones adversas”.

Otro aspecto que genera dudas sobre la autenticidad de esta droga difundida por Semana, es su posible forma de consumo.

La combinación de sustancias con
La combinación de sustancias con propiedades opuestas y la falta de diseño químico riguroso ponen en duda la autenticidad y peligrosidad de esta supuesta droga - crédito Archivo Infobae / Jesús Aviles

Según Alarcón, el crack tiende a ser fumado, mientras que el Tusi se esnifa, lo que dificulta que ambas sustancias actúen de manera efectiva por la misma vía. Además, mencionó que, de ser disuelto el cóctel en bebidas energéticas, como se presume, la mayoría de los compuestos perderían su potencia debido al proceso de degradación que ocurre con el consumo oral. “Si esto se diluye en una bebida energética, gran parte del efecto se inactiva. Químicamente, es una preparación burda que no parece estar bien diseñada”.