Bogotá abre sus puertas a la élite gastronómica mundial con la llegada de Fine Dining Table

Bogotá se convirtió en la ciudad anfitriona del debut de Fine Dining Table en América Latina, una plataforma internacional que impulsa los destinos gastronómicos más destacados del mundo.

El anuncio se oficializó el 5 de junio de 2025, en un evento realizado en el restaurante Selma, con la presencia de reconocidos chefs locales y autoridades del sector turístico.

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La gala oficial, prevista para agosto, reunirá en Bogotá a chefs de talla internacional, sommeliers, medios especializados y figuras clave de la industria gastronómica.

En ese escenario se lanzarán los Premios Fine Dining Table, que evaluarán los restaurantes con un sistema propio de clasificación basado en “sartenes”, en lugar de estrellas. El enfoque se centrará en criterios como excelencia, innovación y sostenibilidad.

Durante la presentación, el director del Instituto Distrital de Turismo (IDT), Andrés Santamaría, celebró el impacto de este anuncio. “La llegada de Fine Dining Table a Bogotá es una muestra del momento que vive nuestra ciudad: una capital vibrante, creativa y con una cocina que refleja nuestra diversidad”, dijo.

Agregó que “este reconocimiento internacional fortalece nuestro posicionamiento como destino turístico y cultural, y nos permite proyectar al mundo el talento de nuestros chefs, productos locales y tradiciones culinarias”, afirmó.

La cita gastronómica también servirá como escenario para lanzar las membresías exclusivas Fine Dining Table Membership, en alianza con Visa. Esta iniciativa ofrecerá a sus afiliados acceso prioritario a experiencias únicas, menús exclusivos y beneficios VIP en restaurantes seleccionados de Colombia.

El evento de lanzamiento reunió a figuras clave del panorama culinario bogotano, entre ellos:

• Álvaro Clavijo, chef de El Chato, uno de los restaurantes más premiados de América Latina.
• Francisco González, anfitrión y chef de Selma, con una propuesta de cocina colombiana contemporánea.
• Andrés Fernandes León, de Cascajal, con énfasis en producto local y técnicas tradicionales.
• Alejandro Gutiérrez, chef de Salvo Patria, referente en sostenibilidad y cocina de temporada.
• Andrés Flórez, pionero de la pizza artesanal en Pizzardi.
• Felipe Giraldo, de Casa Adriano, quien trabaja una alta cocina con raíces colombianas.

Además de su papel en la escena gastronómica, Fine Dining Table impulsará una narrativa cultural más amplia sobre Bogotá y su cocina.

En ese contexto, el IDT lanzará El Libro Secreto de los Sabores de Bogotá, una publicación que recogerá recetas, ingredientes y relatos representativos de la identidad culinaria capitalina.

Bogotá fue recientemente destacada por TasteAtlas como el sexto mejor destino gastronómico de América Latina. Según el Estudio de Viajeros 2024, realizado por el Observatorio de Turismo del IDT, 62,1% de los turistas internacionales afirmaron haber vivido experiencias culinarias durante su visita a la ciudad.

Con más de 15.000 restaurantes activos, Bogotá no solo fortalece su oferta gastronómica, sino que ahora se proyecta como uno de los nuevos centros de referencia culinaria a nivel internacional.

La llegada de Fine Dining Table promete abrir nuevas oportunidades para el turismo, la economía local y el reconocimiento de la diversidad gastronómica colombiana.

Desde octubre de 2024, Bogotá cuenta con una nueva joya culinaria: Adriano, un restaurante de cocina española ubicado en Casa República, una antigua mansión con historia que ahora se transforma en epicentro del buen comer.

Su creador y chef ejecutivo, Felipe Giraldo, formó su carrera en España y volvió al país con el propósito de abrir un espacio que conectara la tradición ibérica con el paladar local. “Queríamos traer a Bogotá una cocina española fiel, pero adaptada al paladar colombiano”, explicó, en entrevista con El Tiempo.

La experiencia que propone Adriano va más allá del plato. El lugar sorprende con su arquitectura elegante, obras de arte, papeles tapiz y detalles que evocan lo clásico sin caer en lo temático. La decoración, que incluye guiños sutiles como una menina de Velázquez en el lobby, aporta un aire sofisticado sin clichés.

En la cocina, Giraldo combina productos españoles y locales para reinterpretar recetas tradicionales. “Usamos ingredientes que tenemos a la mano para replicar, de cierta manera, esos platos españoles. Esa adaptación nos ha permitido estar muy inmersos en la búsqueda del mejor producto”, comentó.

En lugar de papa blanca para los huevos estrellados, por ejemplo, usan papa criolla. La carta también ofrece platos más ligeros como ensaladas o vegetales, y una cuidada selección de charcutería ibérica acompañada de guarniciones pensadas para equilibrar sabores.

Platos como los canelones de rabo de toro, el arroz cremoso de gambas o la terrina de cochinillo prensado reflejan el estilo de cocina que Giraldo define como moderna con raíces clásicas. Entre los postres, destaca la tarta vasca de queso Idiazábal.